Si en algo Nelson Acosta y Eduardo Bonvallet coincidían futbolísticamente en los 90 era en la poca adhesión que tenían por los jugadores chilenos que actuaban en la liga mexicana. Mientras el Bonva lo decía por los medios, e incluso los trataba de antipatriotas por el apego que tenían por las tierras aztecas, el DT lo demostraba en sus nóminas, en años donde había varios jugadores seleccionables en la actual Liga MX.
De entrada, Acosta cortó a Eduardo Vilches (Necaxa) y a Gabriel Mendoza (Tigres), aunque a su exdirigido en O’Higgins luego lo volvería a considerar en 1997. Después de algunos partidos se alejarían de la Roja hasta 1998, año en el que irían al Mundial, el defensa Miguel Ramírez (Monterrey) y Fabián Estay (Toluca). Los únicos considerados por Nelson Acosta eran Javier Margas (América), segundo capitán, y Claudio Núñez, compañero de Coca Mendoza en los Tigres, y con inminente destino europeo, cosa que jamás sucedió pese a un presunto interés de la Sampdoria de César Luis Menotti.
De todos los nombres, lo que más llamaba la atención era el desaire a Rodrigo Pony Ruiz, genio y figura en México, donde hoy incluso tiene una estatua. El dato que sumaba a la causa era que el pequeño delantero había sido uno de los estandartes en la Unión Española de Nelson Acosta en 1993 y 1994, recuperándolo de su préstamo en Regional Atacama a fines de 1991, cesión que se dio tras la venta de Marcelo Vega desde Copiapó a Santa Laura.
El Pony, además, había sido parte de la nómina de Nelson Acosta de 1993 para enfrentar a España en Alicante. Los españoles le venían bien. En 1992 había debutado por Unión ante el Sevilla de Iván Zamorano en el estadio Nacional, y en 1994 había sido la gran figura y autor del único gol en el triunfo 1-0 ante el Real Madrid, del mismo Zamorano, en una mañana inolvidable en Santa Laura.
Tras ese partido ante los merengues y la eliminación en cuartos de final de la Libertadores 94, el Pony partió a México. A los pocos meses era un nominado constante de Xavier Azkargorta. En el primer semestre del año 1995 jugó varios amistosos y anotó su único gol por la Roja ante Nueva Zelanda. Sus buenas actuaciones lo hicieron parte de la nómina del Vasco en la Copa América Uruguay 95, junto a Ivo Basay, Marcelo Salas, Sebastián Rozental y Rodrigo Barrera.
En 1996 se alejó de la Roja, pero seguía estando en la consideración de Azkargorta, quien sí confiaba en los jugadores de la liga mexicana. Tras el empate 1-1 en Barinas ante Venezuela no solo se iría el DT, sino que varios jugadores salieron del radar, entre ellos Rodrigo Ruiz, otrora regalón de Nelson Acosta.
El pequeño delantero sabía que la tenía difícil ante Zamorano, Salas, Núñez, Vergara, Basay, Rozental, Barrera, Carreño, Pedro González, Goldberg y hasta Mauricio Illesca y Juan Castillo. Parecía que él criticaba desde México, pero en realidad solo respondía a la pregunta recurrente de por qué no estaba en la Roja. Decía que no entendía por qué no lo querían al menos ver en los entrenamientos en Juan Pinto Durán.
Ese momento llegó, pero muy de rebote. En 1997, estando de vacaciones en Chile, se enteró de un castigo de Nelson Acosta a cuatro jugadores de Colo Colo por llegar tarde a un entrenamiento antes del duelo ante Colombia e el Nacional. Juan Carlos González, Pedro Reyes, José Luis Sierra y Fernando Vergara quedarían out, y habría llamados de emergencia. Entre ellos el vacacionista Pony Ruiz, quien se reencontraría con Nelson Acosta tres años después. Días más tarde Rodrigo Ruiz se mantendría en la nómina ante Paraguay, ya que González, Vergara y Sierra seguirían fuera. Solo habría perdonazo para Pedro Reyes.
Esos duelos ante Colombia y Paraguay en Chile serían mágicos y prácticamente nos pondrían con un pie en Francia 98. Zamorano y Salas marcarían tres goles cada uno. Claudio Núñez y Rodrigo Ruiz serían suplentes en ambos partidos, por sobre Pedro González, quien se quedaría fuera del banco de suplentes. Solo el Diablo Núñez vería algunos minutos en los dos encuentros. El Pony tendría que esperar para debutar por la Roja de Acosta.
La larga espera del Pony se acabaría el miércoles 20 de agosto de 1997 en el estadio Centenario de Montevideo. Con Zamorano y Rozental lesionados, y Vergara marginado, la dupla Núñez y Salas saltaría a la cancha en Uruguay. En la banca Pedro González y Rodrigo Ruiz esperarían su oportunidad.
La Celeste abriría la cuenta a los 21 minutos con tanto de Marcelo Otero. La Roja tendría oportunidades con Claudio Núñez y un planteamiento un poco más ofensivo que al comienzo. Esteban Valencia entraría por Marcelo Vega a los 73’, y a los 82’ sería el turno del delantero Pony Ruiz, con la camiseta número 20, en lugar del volante defensivo Luis Musrri.
La idea de Nelson Acosta era formar el tridente Núñez, Salas y Ruiz, igual como lo había hecho en Unión Española con Sánchez, Carreño y Ruiz. Ocho minutos fueron muy poco y el resultado no se pudo revertir. Esos serían los últimos, y únicos, minutos de Rodrigo Ruiz en la Roja de exDT de Unión Española. Para los últimos tres partidos, todos de local en el estadio Nacional, Acosta confiaría en Goldberg, Carreño, Barrera e Illesca ante Argentina, Perú y Bolivia, duelos que terminarían dando la clasificación al Mundial.
Rodrigo Ruiz perdonaría el “mal trato” de la Selección Chilena y en 2001 se pondría bajo las órdenes de Pedro García, quien lo conocía muy bien desde la liga azteca, y que incluso lo comparaba con el juego de David Pizarro. En uno de sus mejores momentos en México fue llamado para el duelo clasificatorio ante Perú en Lima. Seis días antes jugó 40 minutos en un amistoso ante Honduras en San Pedro Sula, el de la salida de madre de Marcelo Ramírez y su empujón al árbitro. El Pony Ruiz entró por Sebastián González a los 53’, pero no pudo agarrar camiseta de titular para el siguiente partido.
Ante Perú en Lima, el 27 de marzo de 2001, sería el último partido de Rodrigo Ruiz por la Roja. Ingresaría a los 77 minutos por Milovan Mirosevic, sin destacar en el 3-1 a favor de los peruanos. En abril de 2001 no estaría en una nómina ante México en Monterrey donde sí hubo muchos jugadores de la Liga MX, entre ellos Mauricio Donoso de los Pumas y Reinaldo Navia de los Tecos, quien incluso estaba suspendido para el siguiente duelo eliminatorio ante Uruguay en Santiago, Supuestamente la ausencia del Pony habría sido por presiones del medio futbolístico. Ya tenía su trayectoria y no estaba para ese tipo de cosas. En México era ídolo del Santos Laguna. En 2013 tendría su estatua por lo hecho en el club.
Ruiz le diría basta a la Selección Chilena antes del duelo del 2 de junio de 2001 ante Paraguay en Asunción. Antes de ser llamado oficialmente por Pedro García se enteró de la citación y decidió automarginarse tras escuchar un mar de críticas y burlas de la prensa chilena, quienes recordaban la comparación con Pizarro, la contextura física del Pony y el supuesto bajo nivel de la liga mexicana. Unos duros dichos de Mauricio Israel, con su familia viendo la TV, decretarían su adiós definitivo, uniéndose a la lista de jugadores que renunciaron a la Selección Chilena.
En total fueron siete partidos por la Roja y un gol. Dos partidos en la Copa América de 1995, ocho minutos en las Clasificatorias a Francia 98 y otros 13 minutos ante Perú rumbo a Corea – Japón 2002. “Si me hubiesen dado 20 partidos, 10 de titular, la verdad te diría que me dieron la oportunidad y no la aproveché, pero hay que irse a los números y checar las pocas posibilidades que tuve. De todas formas estoy agradecido por la experiencia de la selección, pero no quedé satisfecho por los pocos minutos que tuve”, diría hace poco en una entrevista.