Chile vs. Olimpia de Paraguay: Uno más de esos raros partidos viejos

La noche del miércoles 23 de abril de 1997 fue la última vez que Gabriel Mendoza vistió la camiseta de la selección chilena tras 36 encuentros que comenzaron en 1991 con Arturo Salah, que siguieron con Mirko Jozic y que lo llevaron a portar la jineta de capitán con Xabier Azkargorta en 1995. Dicen que esa identificación con el proceso del Vasco, además de Miguel Ramírez, Nelson Parraguez, Francisco Rojas, Fabián Estay y Eduardo Vilches le costaron varios meses de destierro de la Roja de Nelson Acosta. Todos volverían con Don Nelson, salvo el Lalo Vilches.

Lo del 23 abril de 1997, en un amistoso ante Olimpia de Paraguay en Rancagua, fue clave en el proceso de Nelson Acosta rumbo a Francia 1998. El DT no había tomado el año calendario para darle una segundo aire al equipo, sino más bien esperó hasta el fin de la primera rueda. En el verano de 1997 enfrentó los duelos ante Perú y Bolivia de visita con los mismos jugadores con los que contó en 1996. Muchos de ellos no volverían a aparecer más en la primera línea desde el 2 de abril de 1997, cuando tácitamente dio por cerrado el primer tiempo de su proceso. Jugadores como Mario Salas, Ivo Basay, Jaime Riveros, Marcelo Miranda y Pedro González prácticamente desaparecerían de las participaciones en clasificatorias, pese a seguir siendo nominados para ir a la banca o a la Copa América 1997. Antes, en el verano, ya se habían despedido Luis Chavarría, Coke Contreras, Luis Pérez, entre otros. Eso sí, ante Brasil, el 2 de abril de 1997 en el Mané Garrincha de Brasilia, se concretaba la vuelta de Gabriel Mendoza a la Roja tras haber jugado solo en la primera fecha ante Venezuela en Barinas con Azkargorta en la banca. 

El Coca, junto a Claudio Núñez, eran figuras en el Tigres de México. En el 0-4 contra Brasil jugó los 90 minutos. Con seguridad iba a ser el reemplazante del ausente Crisitián Castañeda en el duelo ante Venezuela del 29 de abril en el Estadio Monumental. Antes iba a jugar ante su gente de Rancagua el amistoso ante el Olimpia de Paraguay del arquero Rubén Ruiz Díaz, de Denis Caniza, del carrilero  Harles Bourdier y del centrodelantero Casiano Delvalle, un 9 que junto al talentoso ex Boca Juniors Ricardo Rentera habían ayudado a Unión Española a salir de la zona de descenso en 1996, lugar en donde los dejó Nelson Acosta antes de partir a la selección chilena.

Esa fría noche del 23 de abril en El Teniente de Rancagua la Roja comenzaría su ataque final rumbo al Mundial. En esa nómina, además de Gabriel Mendoza, aparecieron por primera vez en Clasificatorias el entonces volante de contención Moisés Villarroel, y los laterales izquierdos Raúl Muñoz y Miguel Ponce, en lugar de los habituales Javier Margas y Marcelo Miranda. Por otro lado, el habilidoso Claudio Núñez volvería a estar en primera línea, tras haber perdido terreno en 1996 ante Rozental, Basay, Pedro González y Fernando Vergara. También volvería Clarence Acuña, llamado de urgencia ante las molestias de Cristián Mora. Antes ya había estado en 1996 también nominado a última hora para el amistoso ante Costa Rica de visita y el duelo eliminatorio ante Colombia en Barranquilla.

Esa noche el viejo estadio El Teniente de Rancagua, con O’Higgins en Primera B, fue una de las jornadas que más público recibió. Se repletó con 20 mil personas para ver al equipo comandado por Iván Zamorano, que esa noche saltó a la cancha con Nelson Tapia; Gabriel Mendoza, Pedro Reyes, Juan Carlos González y Miguel Ponce; Acuña, Luis Musrri, Marcelo Vega, José Luis Sierra; Claudio Núñez y el propio Bam Bam. 

Pese al buen juego del equipo de Acosta ante el club más popular de Paraguay, había alguien que lo estaba pasando mal jugando por la orilla. Los propios hinchas de O’Higgins de Rancagua que tantas veces habían aplaudido al Coca Mendoza a fines de los 80 y en 1990, ahora lo pifiaban por su baja actuación. Por esos años, inentendiblemente, había una especie de campaña en contra de quienes jugaban en el fútbol azteca, tratándolos directamente como “mexicanos” en lugar de chilenos. Algunos se la adjudicaban al fallecido comentarista Eduardo Bonvallet, donde además cayeron Fabián Estay, Rodrigo Ruiz y Eduardo Vilches.

Lo cierto es que Gabriel Mendoza sí estaba jugando mal. Las pifias no eran porque era mexicano ni porque había dejado al club de Rancagua para irse a Colo Colo seis años antes. La derecha era un pasadizo para Harles Bourdier, quien lo dejó en ridículo con su golazo, pero había una explicación: “No lo puedo creer. Hice mal un giro cuando recién cumplíamos cinco minutos de partido y eso me afectó demasiado. Con este dolor no puedes desdoblarte con fuerza ni defender con agresividad. Por eso tuve que salir. Supe que la gente me trató algo mal, pero no sabían que estaba jugando en esas condiciones”, contaba tras el partido. 

La pronta salida de Gabriel Mendoza marcaría dos hitos en la Roja. La primera, el último partido del Coca por la selección, aunque el duelo no era oficial, y, la segunda, la primera vez que Nelson Acosta probaría con Moisés Villarroel por la derecha, quien finalmente sería su lateral titular en la Francia 98. Lo curioso es que Villarroel tampoco rindió esa noche por la banda, y con el partido andando trocó con Clarence Acuña, quien sí logró clausurar la banda. Finalmente ante Venezuela jugaría como lateral el recuperado Cristián Mora, mientras que Clarence Acuña pasó al medio, con la 11 en la espalda, a acompañar a Luis Musrri, para no salir más del Equipo de Todos.

Finalmente ante Olimpia de Paraguay se ganó por 5-1, con dos goles de Iván Zamorano, uno de Pedro Reyes, un requetecontragolazo de Sierra y un autogol de Denis Caniza, que otros se lo dan a Moisés Villarroel. Da lo mismo, el partido era Clase B y los tantos no contaron para las estadísticas. El descuento para los paraguayos justamente fue del indescifrable Harles Bourdier. Era el inicio de la ronda de revanchas rumbo a Francia 1998, el segundo tiempo de Don Nelson. Luego volvería el Murci y Parraguez, se recuperaría Marcelo Salas, pero se lesionaría Zamorano, se comenzaría a jugar de visita con línea de tres y aparecería Rodrigo Barrera como tercer delantero. Todo se coronaría con la clasificación al Mundial. Por Dios, qué recuerdos.