
Eduardo Patricio Cofré Vega no se llamaba Gino. Ese era el nombre que le quiso poner su padre, y su madre se negó. Aún así su progenitor se las arregló para que en su infancia lo conocieran como Ginito. Ya como futbolista profesional, y para evitar la confusión en los informes oficiales, rápidamente se hizo conocido como Eduardo “Gino” Cofré, el potente delantero que irrumpía en Santiago Wanderers por allá por 1983 sin haber hecho Divisiones Inferiores.

Poco más de un año en el profesionalismo le bastó para llegar a la Roja de Roberto Rojas, Luis Chupete Hormazábal, Alejandro Hisis, Héctor Puebla y Jorge Aravena. El DT Isaac Carrasco lo nominó para jugar ante Inglaterra en el estadio Nacional. Ese 17 de junio de 1984 el Marinero lo mandó a la cancha en lugar de Claudio Fino Toro para intentar vencer al portero Peter Shilton. El delantero de 22 años no pudo ante el meta del Southampton y el duelo terminó igualado 0-0 en Santiago con el Cóndor Rojas como figura y John Barnes sobresaliendo por la orilla.

Tras su debut en la Roja, Gino Cofré se mantuvo en Wanderers hasta 1985, pasando en 1986 a un buen equipo de Deportes Concepción. En los Lilas jugó 27 partidos, anotando cuatro goles. Palestino sería el primer equipo de Santiago en fijarse en Cofré, y lo contrataría para 1987. La estadía sería corta. Solo jugaría la Copa LAN Chile y volvería a la Octava Región por incumplimiento de contrato. En Concepcion la seguiría embocando y el mejor Cobresal de los 80 se fijaría en él para 1988.

Ese año 88 jugaría el Preolímpico por la Roja y anotaría ocho goles en el Cobresal que sería segundo tras Cobreloa, en un equipo que seguía teniendo a Sergio Salgado y Rubén Martínez. En el papel era el reemplazante de Iván Zamorano.
Para 1989 jugaría mucho, 29 partidos, pero solo convertiría dos veces. Claro, todos los goles los hizo Rubén Martínez, quien anotaría 25 tantos en los mismos 29 partidos. Ese año también andaría bien Horacio Matuszyck con 11 conquistas. A Cofré le tocaba engancharse con el mediocampo.

En 1990, ya con Rubén Martínez en Colo Colo, otra vez tenía la responsabilidad en Cobresal, aunque ese año y el inicio de 1991 serían para el olvido. Bajos rendimientos, problemas de disciplina, desmotivación en El Salvador y sus primeras lesiones a la rodilla, lo hicieron rescindir contrato y fichar a mitad de 1991 en Everton, el archirrival del equipo en donde había nacido profesionalmente.

En los Ruleteros, más que con goles, aportó con potencia y personalidad, jugando muchas veces de mediapunta, en un estilo muy similar al de Gustavo Canales o Juan Carreño. Pese a que solo anotó un gol en 29 partidos, tendría su destape en la Liguilla de Promoción, donde seria la gran figura de su equipo, enfrentando justamente a Universidad de Chile, Soinca Bata y Puerto Montt. En ese 1991 comenzaría a contar con un aliado: Arturo Salah, técnico de la Selección Chilena, que lo tenía visto para la Roja.

A partir de 1992 Arturo Salah tendría duplicidad de labores entre la Selección Chilena y la Universidad de Chile. Como DT de la Roja le había dado seguimiento a una serie de jugadores que luego llevaría a la U. Luis Abarca, Fabián Guevara, Cristián Romero, Víctor Hugo Castañeda y Eduardo Cofré llegarían en 1992. Más adelante lo haría Fabián Estay y Richard Zambrano en 1993, y Ronald Fuentes y Luis Guarda en 1994.
Lamentablemente para Eduardo Gino Cofré, en 1992 la Roja no jugó partidos amistosos oficiales. Si ese año hubiera habido Copa América, Gino hubiera estado en la nómina. Fue el más 9 de la Selección Chilena en casi todos los amistosos Clase B que se jugaron ese año. Primero contra Estudiantes de La Plata en el estadio Nacional y luego en el torneo de Huelva, donde la Roja se quedó con el título. Cofré fue clave y compartió delantera con Richard Zambrano, Juan Castillo y Pedro González.

Ese 1992 Gino estaba en su mejor momento. Titular en la Roja y figura en la U tras el inolvidable 2-0 a Colo Colo en el Superclásico en el Nacional del que se archirecontra escribió tras su fallecimiento a los 63 años producto de una neumonía. Ese 2-0 ante el Campeón de América para muchos sería el inicio de la Nueva U que se terminaría coronando en 1994 y 1995. Eduardo Gino Cofré, con sus goles, había puesto la primera piedra. Ya le había convertido a los albos una vez en la Copa Chile de ese año, en uno de sus primeros partidos por los azules. También le anotaría un golazo a Católica en un 3-1 de la Liguilla Libertadores entrando desde el banco. Luego la UC se tomaría revancha en un duelo de definición.

Para 1993, con la Copa América ad portas y con su mismo DT de la U a cargo de la Roja, la historia volvería a cambiar para siempre para Gino. Las lesiones a las rodillas, que habían comenzado en su apogeo en Cobresal, comenzarían a hacer estragos nuevamente. A Gino, con graves problemas en todas sus recuperaciones, comenzaron a traerle delanteros de gran nivel por la poca confianza que le tenían. Después del segundo semestre de 1992 nunca volvería a ser el mismo.

Para 1993, con Ariel Beltramo y Juan Carlos Ibáñez en el equipo, más las irrupciones de Marcelo Jara y Mauricio Illesca, el delantero nacido en Wanderers jugaría solo 5 partidos. Su lesión seria clave para darle la confianza a Marcelo Salas en 1994. Cofré seguía en el equipo, esperando su recuperación para la segunda rueda. Esa recuperación nunca llegaría y Gino sería campeón sin jugar un solo minuto. Todo el año lesionado.

En 1995 Cofré seguiría en el plantel con la esperanza de su recuperación. Su perseverancia contagiaba aL DT Jorge Socías. No sería inscrito en Copa Chile y Copa Libertadores, pero esta vez sí iba a estar disponible para la segunda parte del año.

Con la 20 en la espalda de Hugo Bravo primero, la 22 de Victor Bascuñán después, y con la 26 como su número definitivo, jugaría cuatro partidos por el Campeonato. Muchos de ellos serían trascendentales, como el duelo ante Palestino en el Nacional del gol de penal de Relojito Romero, además de Temuco en el Sur y los triunfos ante La Serena y Huachipato en Santiago. Ahora sí sería campeón con minutos disputados. Además, anotaría un golazo en un amistoso ante San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro tras pase del Leo Rodriguez, y otro de tijera a Cobreloa en los Cuartos de final de la Copa Chile de ese año.

El año 1996 lo comenzaba con ganas. Haría pretemporada, pero otra vez la maldita rodilla. Esta vez con la 28 en la espalda solo tendría un partido en el Campeonato Nacional, más algunos amistosos y Copa Chile. Sin saberlo, ése iba a ser el año de su retiro.

Casi como un premio a lo hecho por los azules allá por 1992, el DT Miguel Ángel Russo lo puso como titular en la fecha 30 del Campeonato Nacional de 1996. Jugaría los 90 minutos ante Antofagasta en el Nacional haciendo dupla de ataque con Eduardo Pollito Arancibia en una derrota por 1-2. El gran Gino tenía la chance de despedirse en cancha, pese a sus complicaciones a la rodilla.

Terminaba su contrato con la Universidad de Chile, pero su intención era volver a Everton para 1997. Estaba todo listo para su regreso, e incluso ya entrenaba a las órdenes de Leonardo Véliz, pero otra vez su rodilla diría otra cosa.
Gino Cofré se alejaría de la actividad con 35 años y 13 de carrera. Con solo 11 goles en 44 partidos pasaría a ser ídolo de Universidad de Chile por ser uno de los líderes de la Nueva U que se forjó en 1992. Se fue con el cariño del equipo que lo llevó a la Roja en 1992 y que le dio un título en cancha y otro como parte del plantel. Se fue Gino, el gran Eduardo Patricio Cofré.
