Tal como el lejano 1978, el año que vivimos en peligro por la cuasi guerra con Argentina, y el loco 2020, el año que vivimos en peligro por culpa del coronavirus, el de 1992 fue el otro año donde la selección chilena no registró ningún partido amistoso oficial, ni siquiera un clase B ante alguna selección de por ahí. Hubo clase B, pero fue ante equipos.
Tras la Copa América de 1991 la selección chilena entraría en receso hasta 1993 para privilegiar el Campeonato Nacional de 1992, y recién en marzo de 1993 comenzar a preparar la Copa América de Ecuador que se disputaba en junio. Además, Arturo Salah, DT de la Roja, volvería al mercado y se sentaría a escuchar la oferta que la “Nueva U” del Doctor Orozco tenía para ofrecerle. El ex DT de Colo Colo la aceptaría y firmaría por la U para la temporada 1992. Con permiso de la ANFP, cumpliría doble función durante un año y medio entre la Roja y los azules.
En el primer año, en verdad, esa doble función es media mentirosa. Para ese 1992 la Roja rompió el receso solo durante algunas semanas y aceptó una invitación para ir a Europa. Ese año solo jugó tres partidos durante el mes de agosto, y todos ante clubes. Buenos clubes, pero clubes al fin y al cabo. Chile podría haberse enfrentado al Uruguay de Luis Barbat, Leo Ramos, Fernando Kanapkis, Indio Morán, Fracchia, Juan Ferreri, Rafael Bianchi y Claudio Arbiza, pero el destino, y Benfica, no quisieron.
A comienzos de agosto de 1992 la selección se reunió después de casi un año para preparar el Torneo Colombino de Huelva 1992, a jugarse el 21 y 23 de agosto en España. ¿Los participantes? Chile, Uruguay, el Recreativo Huelva y el Benfica de Rui Costa, Joao Pinto, el ruso Sergey Yuran y el sueco Stefan Schwarz.
Arturo Salah hizo una nómina con lo mejor del medio local, salvo algunos jugadores de Católica, que por esos días también andaban de gira en España para jugar ante Albacete, Las Palmas, Orotava y el Tenerife de Pizzi. Para viajar a Huelva el DT de la Roja llamó a Patricio Toledo (UC), Marco Cornez (Antofagasta); Mendoza, Vilches y Margas (Colo Colo), Daniel López y Rodrigo Gómez (UC), Luis Abarca (U), Ronald Fuentes (Cobresal); Vega y Sierra (UE), Musrri y V.H.Castañeda (U), Jaime Pizarro (Colo Colo); Richard Zambrano y Juan Castillo (UE), Gino Cofré (U) y Pedro González (Cobreloa).
Antes de viajar, eso sí, el 12 de agosto de 1992 la Roja disputaría un partido ante Estudiantes de La Plata en el Nacional, que hoy para los argentinos es casi considerado de culto. La selección chilena volvía a jugar contra un club, tal como lo había hecho el 23 de abril de 1991 ante los uruguayos de Huracán Buceo en San Carlos de Apoquindo. Mil personas aguantaron el frío para ver ese 4-1.
Esta vez, en 1992 ante Estudiantes en el Nacional, fueron cuatro mil los hinchas que llegaron la fría noche del 12 de agosto para ver un 4-2 de la Roja de Salah. Por los pincharratas venían Pablo Erbín, el Ruso Pratola, el Ruso Siviski, Claudio París, Rubén Capria, Marcelo Carracedo y José Percudani, los tres últimos conocidos para los hinchas cruzados.
El triunfo fue 4-2 para la Roja que formó con Toledo; Mendoza, Vilches, Fuentes, Margas; Musrri, Gómez; Vega, Pizarro; Cofré y Zambrano. En el entretiempo, con un 1-1 (Capría a los 34’ y Pizarro a los 42’) el DT haría ingresar a Victor Hugo Castañeda por Gómez y Juan Castillo por Cofré. Entre ambos darían vuelta el partido. Víctor Hugo haría un golazo de larga distancia a los 70’, asistiría a Mendoza a los 84’ y anotaría gracias a pase de Zambrano en área chica tras centro de Castillo a los 88’. A los 87’ Pablo Erbín había puesto el 3-2 parcial con un cabezazo.
Con el triunfo, la Roja que ese año vistió la marca Avia viajó a Huelva para debutar ante los locales el 21 de agosto. El equipo formaría con Toledo; Mendoza, Vilches (López), Fuentes, Margas; Musrri, Pizarro; Vega, Castañeda (Sierra), Zambrano y Castillo (Cofré). La selección chilena ganaría fácilmente por 5-0 al Recreativo Huelva, equipo que en los 2000 tendría a Luis Felipe Gallegos en sus filas. Con goles de Vega (10’P y 89’), Zambrano (21’ y 77’) y Castillo (53’) la Roja ganó, gustó y goleó. En la final esperarían los portugueses de Benfica. El que luego sería equipo de Alejandro Escalona, Cristián Uribe y Nicolás Castillo había derrotado 1-0 a la selección de Uruguay. El duelo de selecciones sudamericanas en Europa sería para otra oportunidad.
La lucha por el título, y la enorme Carabela de Plata que había como trofeo, fue la noche del 23 de agosto de 1992, el último partido que la Roja jugaría hasta el 31 de marzo de 1993, ante Bolivia en Santiago, a pocas semanas de la Copa América de Ecuador. El último oficial había sido el 21 de julio de 1991 ante Brasil por Copa América
Esa noche europea ante el Benfica Salah hizo jugar a Cornez en el arco; Mendoza, Vilches, Fuentes, Margas; Musrri, Pizarro; Vega, Castañeda; Zambrano y Castillo. El DT solo haría ingresar a Cofré por Castillo, quien a los 29’ había abierto el marcador. A lo 67’ era Vega quien ponía el 2-0 definitivo. El Tobi había convertido tres goles en el Torneo, pero ninguno le valía para su currículum al no ser partidos oficiales. En rigor, Vega solo anotó un gol por la Roja, fue un amistoso ante Uruguay en el Santa Laura, poco antes de la Copa América de 1991.
Con el 2-0 ante los portugueses, la Roja de Salah se traería hasta las oficinas de la ANFP la Carabela de Plata. El título tendría mucha repercusión en la Don Balón y en la Minuto 90, pero muy poca en los diarios y los noticiarios. Esa misma noche del 23 de agosto, en Megavisión, se destapaba el escándalo de la radio Kioto que involucraba a Evelyn Matthei y Sebastián Piñera en el canal de Ricardo Claro. El PiñeraGate le había opacado el título a Don Arturo, el inicio de “su proceso” rumbo a la Copa América de Ecuador de 1993. Proceso que fracasaría y lo alejaría para siempre de la banca de la Roja.