Abril de 2002: Los días que La Roja salió (un rato) de la cuarentena (I)

Por estos días se rumoreaba que este año 2020 ya no habrían partidos de selección. Que la prioridad iba a ser terminar las ligas locales, la Libertadores y la Sudamericana. Si eso pasaba, iba a ser la primera vez desde 1978 que la Roja no iba a disputar ningún partido, ni clase A ni clase B, durante un año calendario. Esa vez, con el equipo de Caupolicán Peña sin poder ir a Argentina 1978, más una crisis de la Asociación y graves temas políticos del país, se decidió entrar en receso “hasta nuevo aviso”. Entre medio, en 1992, la Roja no tuvo partidos oficiales, pero si se reunió, entrenó y jugó el Torneo de Huelva junto al Recreativo Huelva, Benfica y Uruguay, además de un amistoso ante Estudiantes de La Plata en el Estadio Nacional.

Entre 1978 y 2020 hubo un año que casi rompe esa marca de 42 años sin reunirse ninguna vez dentro de los doce meses. Fue en 2002, tras nuestras peores clasificatorias de la historia que nos dejaron en el piso 333 de El Hoyo a fines de 2001. Ese año, tras las partidas de Nelson Acosta y Pedro García, la ANFP y la Roja se tiñeron de verde. Reinaldo Sánchez era el presidente y Jorge Garcés tendría duplicidad de funciones entre Wanderers y la selección. Eso facilitó aún más la llegada a la Roja de los porteños Carlos Toro, Héctor Robles, Rodrigo Barra, Moisés Villarroel, Jorge Ormeño, Arturo Sanhueza y Jaime Riveros. Joel Soto debió seguir esperando hasta el 2002. Fueron ellos, junto a Ormázabal, Villaseca, Jorge Vargas, Raúl Muñoz, entre otros, quienes tuvieron el peso de la última etapa rumbo a Corea-Japón 2002, cuando el equipo estaba fuera y los “consagrados” no querían ponerse la Roja. Esa clasificatoria se terminó jugando con Luis Medina, Miguel Ángel Castillo, Jorge Torres, Darwin Pérez, Patricio Almendra, Cancino, Cristián Gómez, Axel Ahumada, entre otros.

Ese 2001 la Roja de Jorge Garcés fue última, pero el Wanderers de Jorge Garcés fue campeón. Peineta dirigiría por última vez a Chile en un amistoso no oficial ante la Cataluña de Josep Guardiola jugador el 27 de diciembre de 2001. A los dias el DT se distanció de Reinaldo Sánchez, lo que provocó su salida de Wanderers y del equipo nacional. Si hasta Héctor Robles, quien había llegado a la Roja gracias al DT, le hizo la desconocida: “En la época de Garcés hubo situaciones inamignables”, dijo el capitán para “prestarle ropa” a su DT Ricardo Dabrowski.

Con todo este panorama, lo mejor era que la selección adulta tomara el año 2002 como un receso. Eso sí, a comienzos de ese año se contrató a César Vaccia, quien salía de la U, para que asumiera como Jefe de la Divisiones Menores de Chile. El DT iba a ser empleado de la ANFP y le tocaría apagar un incendio si es que era necesario.

Y fue necesario. Para el 17 de abril de 2002 se pactó un amistoso ante la mundialista Turquía en Holanda, el único duelo oficial que jugaría la selección ese año. Chile debía hacer caja y los turcos buscaban un rival sudamericano para la cita asiática. Por descarte, una selección sin DT apareció como opción.

Vaccia echó mano a lo que tenía. Desde el extranjero convenció a Pablo Contreras y Rafael Olarra desde el Osasuna, a Rodrigo Tello desde el Sporting de Lisboa y a Clarence Acuña desde el Newcastle United. El mundialista de Francia 1998 sería el capitán en ese partido. En ese duelo Vaccia haría debutar a Johnny Herrera en la Roja, por ese año aún pelando el puesto con Sergio Vargas en la U. También jugarían por primera vez Marcos González, Rodrigo Millar, Joel Soto, Sebastián Pardo y Gamadiel García. Para los dos últimos sería debut y despedida en La Roja. El equipo que paró el DT interino fue: Herrera; Contreras, Von Schwedler, Olarra; García, Acuña, Marcos González, Tello; Millar, Pardo; Tapia. Luego ingresarían Sanhueza, Chamagol y Soto.

La selección de Vaccia caería 2-0, con tantos de Hakan Sukur a los 30’ y de Ilhan Mansiz a los 80’. Los turcos terminarían siendo terceros del mundo en Corea – Japón, mientras que Chile no jugaría ningún otro partido oficial ese año. Bueno, oficial no, pero en diciembre se volverían a juntar a cargo del aún interino César Vaccia. Sería para jugar un 27 de diciembre ante Andalucía, en un partido que no es considerado clase A. Otra vez a improvisar.

Ya para ese compromiso, ante el equipo de Hierro, Marchena, José Mari y la Perla Reyes, la Roja tendría varios nombres nuevos. Unos se quedarían para el proceso Olmos, mientras que otros debutarían con la camiseta de Chile, pero oficialmente no se les contabilizaría. Esa noche el equipo de Vaccia formó con Lobos; Rojas, Ponce, Olarra; Álvarez, Jorge Acuña, Muñoz, Denis Montecinos; Pizarro; Soto, Navia. Luego entrarían Peric, Ormeño, Mauricio Donoso e Ignacio Quinteros. Los andaluces vencerían 3-2, goles de Álvarez y Quinteros para La Roja.

En enero asumiría Juvenal Olmos y su primer partido sería el 30 de marzo de 2003 ante Perú. El último de las Clasificatorias a Corea-Japón había sido el 14 de noviembre de 2001 ante Ecuador. Fueron más de 16 meses donde solo se “rompió la cuarentena” para jugar un partido oficial, frente a Turquía, un 17 de abril de 2002, en un pequeño estadio de Kerkrade, Holanda. Ese año había que quedarse en casa, pero se decidió salir una vez. Innecesario.