Pepe Rojas en el Nilton Santos

El nombre de Nilton Santos se repite en esta Copa América. Es para los brasileños el mejor defensor zurdo de la historia por sobre Daniel Passarella y Paolo Maldini. Desde 2017 el estadio de Botafogo en Río Janeiro lleva su nombre. El defensor solo ocupó esa camiseta entre 1948 y 1964, fue campeón del mundo en 1958 y 1962. En 1950 vio el Maracanazo desde la banca. Ídolo total en el Fogao. Cuando quisieron sacarle el nombre del impopular Joao Havelange al estadio, el de Nilton Santos apareció de inmediato.

En enero del 2012 el coloso aún se llamaba Joao Havelange cuando Botafogo salió en busca de un defensor zurdo. El elegido fue el chileno José Rojas, de 28 años, quien pocos días antes había sido campeón de la Copa Sudamericana con la Universidad de Chile como stopper izquierdo de una defensa que tenía a Marcos González como líbero y Osvaldo González como stopper derecho. El Lobo del Aire partiría al Flamengo cuando Jorge Sampaoli lo había pedido como requisito por sobre el capitán Pepe Rojas para ir por la Copa Libertadores 2012. Con las bajas de Eduardo Vargas y Gustavo Canales bastaba y sobraba.

José Rojas, visado por Sampaoli, viajó los primeros días de enero del 2012 hasta Río de Janeiro. Llegaba al Botafogo del gran Nilton Santos. Iba a ser su segundo experiencia en el extranjero tras fichar como lateral izquierdo en Independiente de Avellaneda. Ahora partía a Brasil como un confiable central zurdo. Claudio Daniel Borghi, DT de la Roja, lo había vuelto a llamar para la Selección tras las primeras nominaciones de Nelson Acosta. Con Marcelo Bielsa no había estado nunca.

Rojas fue hasta el Joao Havelange, se sacó fotos con el escudo y fue a la rutina de los exámenes médicos. Sospechosamente una arritmia cardiaca entorpecería todo. Jam{as había presentado problemas médicos desde que llegó a la U a los 13 años. Pepe se defendería con que esos índices eran normales en la alta competencia, mientras que Botafogo, encendedor en español, apagaba la mecha y no pondría mucho énfasis en nuevos estudios médicos. El pase, a sugerencia del cuerpo médico brasileño, estaba caído. Pepe Rojas volvía a la U.

En su regreso a Chile el zurdo se hizo nuevos exámenes médicos y salieron bien. Su representante planteó la idea de demandar al Botafogo teniendo los “contraexámenes” en mano. Acusaban un pretexto médico para echar para atrás un contrato que ya estaba cerrado por 1,2 millones de dólares. Algo digno del Joao Havelange, hoy el Estadio Nilmar Santos, el icónico número 6 del Botafogo, la camiseta reservada para los laterales zurdos en Brasil. La camiseta que no pudo usar Pepe Rojas.