El paso del Coto Sierra por Inglaterra

“Coto, que te vaya bien. Coto, que te vaya bien”. La Garra Blanca cantaba a todo pulmón la noche del 18 de marzo de 1998 en el estadio Nacional. Era la cuarta fecha de la Copa Libertadores de ese año y los albos vencían 2-0 a la UC con dos goles de Héctor Tapia, y con Caté jugando de mala gana como lateral izquierdo en la UC. Era el último encuentro del Coto con la casaquilla alba.

José Luis Sierra estaba listo en el Aston Villa de la Premier League. En la semana, antes  del partido con la UC, el volante se había despedido emocionado de sus compañeros y funcionarios de Colo Colo. El pase estaba hecho desde fines de febrero, antes del inicio de la Copa Libertadores el 25 de ese mes ante la UC. El DT Gustavo Benítez había pedido a Sierra para jugar los dos partidos en Asunción y la vuelta ante la UC en la cuarta fecha. 

Sierra se iba a ir un 19 de marzo tras poco más de dos años en el club. Con dos títulos nacionales, una Copa Chile, una semifinal de Copa Libertadores y dos Supercopa plantándose ante los mejores del continente. En todas el Coto había sido protagonista y figura.

La guinda de la torta, eso sí, había sido con la Selección de Chile. A fines de 1997 había clasificado al Mundial de Francia, y el 11 de febrero de 1998 le había metido un pase con lienza a Marcelo Salas en Wembley, pase que había dado la vuelta al mundo. En su estadía en Londres los dirigentes del West Ham se acercaron a Javier Margas, jugador de la UC, y los del Aston Villa al Coto Sierra, el 10 de Colo Colo. El zurdo se iba de Inglaterra con la selección, pero volvería como nuevo refuerzo de Los Villanos.

El DT del Aston Villa era Brian Little, en el cargo desde 1994. Tenía la espalda suficiente para visar la llegada de un 10 clásico chileno para la Premier League. Una cosa medio rara, pero uno que otro conductor había en la Premier. Los dirigentes del Aston Villa hicieron la gestión con Tito Olivos y cerraron el fichaje. Una buena para el Coto, que con un gol suyo había mandado al descenso a Unión Española y a los pocos días había sufrido la muerte de su padre en la Navidad del 97.

José Luis Sierra dio entrevistas a Don Balón y El Gráfico Chile como nuevo jugador del Villa. Contaba que se defendía poco con el inglés, que no le gustaba tanto la Premier y que se sorprendía que quisieran un conductor. Que viviría en Birmingham y que tendría que asistir a Savo Milosevic. Que el capitán era Gareth Southgate, a quien ya conocía desde Wembley.

Pero no. Otra mala noticia lo esperaba. Sorpresivamente el Aston Villa cambiaba de técnico el mismo día del debut albo en la Copa un 25 de febrero. Y sorpresivamente no para darle color a la nota, sino que efectivamente los pilló a todos de sorpresa. Little se iba de la cabina técnica y asumía John Gregory, quien había sido ayudante de Little, y que se encontraba dirigiendo al Wycombe Wanderers de la segunda categoría. En un día dejó botado al club y fichó por Aston Villa, el club de sus amores. 

John Gregory ni sabía quién era Sierra. Tenía otro conductor en la mira. Se trataba de Paul Merson, el 10 de los ingleses en el duelo de equipos B ante Chile en Birmingham. De esos jugadores, fue uno de los pocos que luego iría al Mundial de Francia 98. Antes había estado en la Eurcopa 1992. Hasta el primer semestre de 1998 jugaba en Middlesbrough. El nuevo conductor del Aston Villa estaba ahí cerquita, y no en Macul de Santiago de Chile. Al final del día 18 de marzo en Inglaterra le avisaron a Tito Olivos que el traspaso no se concretaba y que no era necesario que Sierra viajara al día siguiente que le cantaran “Coto, que te vaya bien”.

A Sierra otra vez se le caía un pase a última hora. En 1994 estuvo a punto de ir al Bari de Italia antes de fichar en el Sao Paulo de Tele Santana. Esta vez estuvo a un día de partir a Inglaterra. “Me había despedido de mucha gente, al final quedé medio en ridículo”, recuerda el Coto. Meses después volvería a Europa para hacer historia con su golazo de tiro libre en Francia 98. La selección de Nelson Acosta.