Contra Bolivia, en el estadio Nacional, con luz de día, con Marcelo Salas de figura, y rumbo a Francia 98. Se podría tratar del partido que nos dio la clasificación al Mundial galo al cierre de las Eliminatorias, pero en realidad se trata del duelo con el que comenzó todo. Fue un amistoso el 26 de mayo de 1996, a una semana del estreno oficial del 2 de junio, en Barinas, ante Venezuela. Ese 2-0 de Chile a Bolivia fue la última vez que se usó el primer modelo de camiseta Reebok antes de la indumentaria que marca el proceso a Francia 98.
Chile, en esas Clasificatorias, quedó libre en la primera fecha de ambas ruedas, en las que debía enfrentar a Brasil. Por ese entonces el campeón del mundo no participaba de la fase de clasificación. En 1994 había sido la Verdeamarela de Bebeto y Romario, por lo que junto a Francia ya estaban adentro del Mundial de 1998.
Con solo nueve selecciones participando, la Roja de Xavier Azkargorta debutó recién en la segunda fecha. Cuando se jugó la primera fecha en Sudamérica, la Roja enfrentó a Australia en Antofagasta. Muy poca preparación para enfrentar el debut oficial en unas Eliminatorias, tras siete años sin jugarlas por el castigo de 1989 en el Maracaná.
Fue por eso que una semana antes de la segunda fecha se planificó un amistoso ante Bolivia en el estadio Nacional de Santiago. Sería una especie de revancha de uno jugado a comienzos de año en Cochabamba con zapatazo de Javier Margas. Ese duelo de mayo en el estadio Nacional, para la Roja, era mucho más importante que para los bolivianos, quienes habían perdido 3-1 en el debut ante Argentina, pero que venían de jugar a EEUU 1994 gracias a los puntos obtenidos por se generación dorada en la altura. En ese amistoso en Chile los bolivianos jugaron con varios suplentes, mientras el Vasco Azkargorta puso a su equipo titular.
El duelo se jugó a las 5 de la tarde de ese 26 de mayo de 1996 y fue el primer partido de Iván Zamorano y Marcelo Salas jugando como titulares en el estadio Nacional. Habían actuado algunos minutos, dos años antes, en 1994 ante Perú, mientras que en 1995 Iván Zamorano no vino a la Copa Centenario, donde sí estuvo Marcelo Salas, pero acompañado de Ivo Basay, Sebastián Rozental y Rodrigo Ruiz para enfrentar a Turquía en Santiago (también se jugó ante Nueva Zelanda en Antofagasta y Paraguay en La Serena).
Lo de Iván Zamorano y Marcelo Salas fue muy bueno, pero no tanto como el partido de Eduardo Lalo Vilches jugando como pivote por delante de los centrales. Lo decían los medios chilenos, pero también Rafael Santana, DT de Venezuela que había venido a espiar a la oncena de Azkargorta. Había quedado preocupado por lo que en Barinas podían hacer Vilches, Salas, Vega y Zamorano. Esos fueron sus cuatro figuras de la Roja es tarde ante 25 mil personas.
La selección de Chile salió esa tarde en el Nacional con Nelson Tapia; Gabriel Mendoza, Miguel Ramírez, Ronald Fuentes y Javier Margas; Eduardo Vilches, Fabián Estay; Esteban Valencia, Marcelo Vega; Iván Zamorano y Marcelo Salas. Más tarde ingresarían Francisco Rojas, Claudio Núñez, Sebastián Rozental, Clarence Acuña y Marcelo Miranda. El arquero suplente fue Enrique Berríos de Cobreloa, quien también fue el relevo de Nelson Tapia en Barinas.
Iván Zamorano saldría en el entretiempo por Claudio Núñez y Marcelo Salas a los 84’ por Marcelo Miranda. La figura Eduardo Vilches, por ese entonces en el Necaxa de México, actuaría los 90 minutos como volante de contención, tal como lo hizo en el Colo Colo 91 de Mirko Jozic, pero esta vez con una línea de cuatro atrás y no con los líbero y stoppers del croata.
Chile ganaría 2-0 con doblete de Marcelo Salas, aún en la Universidad de Chile, a los 33′ de cabeza y a los 39 minutos de zurda. En Bolivia faltarían figuras clave como Carlos Trucco, Marcos Sandy, Gustavo Quinteros, Marco Etcheverry, Carlos Borja, Julio César Baldivieso y Milton Melgar.
El equipo de Dusan Draskovic, que en el proceso anterior había sido de Xavier Azkargorta, formó con: Barrero, Rimba, Sánchez, Cossio, Parabá, Cristaldo; Soria, Ramos; Ramiro Castillo; Coimbra y Paniagua. El árbitro fue el excéntrico argentino Luis Olivetto.
Lo que vino después de ese 2-0 es sabido. Empate que pareció derrota ante Venezuela en Barinas y renuncia de Azkargorta. Con él también se iría para siempre Eduardo Vilches y por mucho rato Gabriel Mendoza, capitán del Vasco sin Zamorano en cancha. Tampoco volvería el portero loíno Enrique Berríos, quien en 1996 le había ganado la suplencia a José Daniel Morón. Sería el turno de Marcelo Ramírez, los Castañeda, Mora, y tantos más.
Bolivia en esas Clasificatorias estuvo lejos de repetir el hito de EEUU 1994, mientras que Chile terminaría clasificando a Francia 1998, justamente venciendo a los altiplánicos en la última fecha. Todo terminó donde había comenzado. En el Nacional, en la tarde y ante los vecinos bolivianos. Desde ahí, y hasta las Eliminatorias rumbo NA 2026, pocos partidos clasificatorios se han jugado por la tarde en el Nacional. En esos dos, al menos, nos fue muy bien.