Castañeda, Salas, Pablo Contreras y la Generación Dorada

Víctor Hugo Castañeda tiene solo 11 partidos oficiales por la Selección Chilena. Nueve de ellos fueron en las Clasificatorias a Francia 98, más dos amistosos dentro del mismo proceso. Debutó el 6 de junio de 1996 ante Ecuador, a un mes de cumplir 34 años. En 1992, con 30, había estado en la Roja de Arturo Salah que jugó un amistoso ante Estudiantes de La Plata, golazo de Víctor Hugo, y luego fue al recordado torneo de Huelva. Ninguno de esos duelos fue «Clase A». Su vida en la selección chilena llegó tarde, pero, para muchos, esos fueron sus mejores años.

Castañeda fue clave en la campaña de Nelson Acosta. Nunca estuvo con Jozic y Azkargorta, en años en que era suplente de Valencia y Rodríguez en la U de Jorge Socías. Sería el DT argentino Miguel Ángel Russo quien le daría un nuevo aire. Relegaría a Patricio Mardones y no se convencería con Pablo Galdames, refuerzo estrella de esa temporada. Sería Castañeda quien bajaría un par de metros en la cancha para pararse cerca de Musrri. En esa posición fue figura en la Copa Libertadores 1996, campaña que fue la base en los primeros partidos de Nelson Acosta, quien debía “irse a la segura”. En sus primeras nóminas incluso aparecieron jugadores suplentes, como Cristián Mora y Cristián Romero, además de los titulares Cristián Castañeda, Fuentes, Ponce, Musrri, Valencia y Salas. Ahí también estaba el veterano Víctor Hugo Castañeda.

Ya en 1997, con el proceso más armado y con nuevas incrustaciones, VH iba a perder terreno. Sin embargo, un conflicto entre Acosta y los jugadores de Colo Colo, sacó a José Luis Sierra de la Roja por varios partidos. Otra vez Castañeda, ahora con 35 años, sería clave acompañando Marcelo Vega en la creación en las victorias clave ante Colombia y Paraguay en Santiago. Lo curioso es que era titular en la selección, pero ya sabía que jugaba su último año en una austera U que decidió no traer ningún remplazante ante la salida de Leo Rodríguez. Pasara lo que pasara con la Roja, Castañeda no iba a ir a Francia 1998. Si hasta el día de hoy dicen que Cristián Castañeda, Musrri y Vega fueron por compadrazgo, qué iban a decir de un jugador de 36 años. Se retiró a fines de 1997 y fue invitado por Acosta a sentarse en la banca en Francia 1998.

Como Castañeda con Acosta, en 2010, ya con Bielsa, fue Marcelo Salas quien vivió una situación similar. El Matador fue fijo en las primeras nóminas del DT rosarino en el segundo semestre del 2007, y fue figura ante Perú en Santiago y ante Uruguay en Montevideo, donde aportó con dos goles. Al igual que Víctor Hugo, su retiro, a fines de 2008, llegó antes de iniciarse el Mundial de Sudáfrica 2010, pero su aporte había sido valioso en la etapa de adaptación de Bielsa a la selección y al país. Fue “EL” Generación Dorada de aquellos años.

Para Brasil 2014, fue Pablo Contreras el que aportó a la Roja y dejó el fútbol antes de una cita planetaria. Contreras fue el mejor de la Roja en la Copa América 2011, y fue uno de los fijos en las nóminas de Claudio Borghi hasta el final del proceso. Con la llegada de Jorge Sampaoli perdió terreno y se retiró del fútbol meses antes del mundial sudamericano. En las Clasificatorias había estado en 5 partidos y había anotado un gol clave ante Paraguay.

Hoy, la discusión parece innecesaria. Para Francia 1998 se recurrió a los veteranos Luis Pérez y Jorge Contreras, entre otros, cuando se necesitaron. Así, en todos los procesos, aparecieron jugadores de emergencia de la edad actual de Medel, Vidal, Aránguiz, Sánchez, Bravo o Isla. Seguro que si jugáramos mañana por Clasificatorias, el Huaso y el Capi serían titulares fijos. Hoy es el momento de buscar alternativas por si no están, justo en puestos donde aparecen menos alternativas que en la zaga central y el mediocampo. El destino dirá si llegan al 2026. Si no, que Berizzo los premie como ayudantes técnicos, como Don Nelson lo hizo con Castañeda. Bueno, si vamos al Mundial.