
Darío Melo tiene 31 años (24-03-93) y, pese a haber estado en seis equipos profesionales, solo suma minutos en Primera División defendiendo a Palestino a mediados de la década pasada. Debutó en 2012 y siendo portero de los árabes fue el arquero titular de Chile Sub 20 en el Sudamericano 2013 que llevó a la Roja al Mundial de la categoría. En Turquía 2013 también se quedó con la camiseta indiscutida en la oncena de Mario Salas por sobre Brayan Cortés y Laurence Vigouroux, hoy el 1 y el 2 de la selección absoluta de Ricardo Gareca.

Por la Roja Adulta también posee un título. Fue campeón, como tercer portero, de la China Cup 2017. De ese equipo hoy comparte en la UC con Branco Ampuero y Cristián Cuevas. Los otros arqueros de esa Roja de Juan Antonio Pizzi fueron Christopher Toselli y Gabriel Castellón, ambos en la U. Melo también ha estado en Temuco, Colo Colo (no jugó en Torneo Nacional en los dos años que estuvo), Concepción, San Felipe y Melipilla.

Pese a ser un recurrente de las Rojas juveniles y tener un título con la Roja Adulta, sus únicas grandes campañas en Primera División fueron en Palestino entre 2014 y 2017. Llegó a los 14 años al club, tuvo un préstamo en Temuco y al regresar le quitó la titularidad a Felipe Núñez con Pablo Guede en la banca. Jugó torneos internacionales, siendo titular en la Libertadores 2015 y Sudamericana 2016, pero prontamente pasó prácticamente al anonimato con la llegada de Ivo Basay. En 2018, solo meses después de ser campeón con la Roja adulta en China, era el segundo y hasta el tercer arquero de Palestino. En 2018 jugó solo 4 partidos. El Zanahoria Pérez lo había relegado y había llevado a los tetracolores a ser campeón de Copa Chile. A fin de año, a petición del Hueso Basay, el club árabe le entregaría el pase a Darío Melo.
Sin vínculos con los representantes que hacen y deshacen en el fútbol chileno, el 2019 lo empezaba cesante. A inicios de año ningún equipo nacional se quedó con sus servicios, lo que finalmente le terminó favoreciendo para llegar, casi de manera fortuita, al equipo más popular del país: Colo Colo.

En los albos la duda ya estaba instalada. ¿Quién iba a ser el arquero titular, Agustín Orión o Brayan Cortés? Un repentina lesión del argentino le facilitaba la tarea al DT Mario Salas, pero lo obligaba a salir al mercado en busca de un nuevo arquero suplente para el Torneo Nacional. Para la Copa Sudamericana se la arreglaba con el aún ecuatoriano Omar Carabalí, quien, en un comienzo, no iba a ser inscrito en el campeonato chileno. Sin cupo, y con todos los planteles recién conformados, solo quedaba mirar hacia los cesantes. Ahí estaba Darío Melo, exdirigido de Mario Salas en la Roja Sub 20.
Sin siquiera hablar de platas, el arquero dijo que sí y a las horas ya entrenaba con el plantel para ser el suplente de Brayan Cortés, al revés de lo que sucedía en la Sub 20. Melo jugaría la Copa Chile durante el 2019, y aún con errores, tenia toda la confianza del Comandante Salas. En julio de 2019 se comunicaría la salida de Agustín Orión, mientras Cortés se afianzaba como un fijo en los albos. Melo era un buen sustituto y muchos auguraban su continuidad para 2020, el año del casi descenso que comenzaría con Salas como DT.
Darío Melo se lesionaría un par de veces el 2019, al mismo tiempo que Omar Carabalí se quedaba con el cupo de extranjero de Orión y entraba de lleno en la competencia del puesto. En octubre Carabalí se convertiría en chileno, iría de inmediato a la Sub 23 y no le quitaría un cupo de extranjero a Colo Colo para la temporada 2020. Aún así, ocuparía su nacionalidad chilena para partir a otro club tras el estallido social del 2019 y Darío Melo renovaría para enfrentar el año más difícil de Colo Colo.

En enero de 2020 Colo Colo se quedaría con la Copa Chile 2019 de la que Melo había participado, incluso tapando penales en la llave ante Puerto Montt. Para el Torneo 2020, en busca de más experiencia, llegaría Miguel Pinto como suplente de Brayan Cortés. Tal como Ramón Díaz en River Plate, el meta Darío Melo podría ser decir que de esa campaña del casi descenso no participó. Pasó más en las tribunas que en el banco. De la cancha, ni hablar. No jugó ningún partido por Torneo Nacional durante dos años.
En 2021, tras el campeonato de la pandemia, Darío Melo firmaría en Deportes Concepción hasta el mes de octubre. Tras algunos meses cesante otra vez, en mayo de 2022 llegaría a San Felipe. Ya para el año 2023 iniciaría el año en Melipilla, donde dos años más tarde le llegaría un llamado que lo volvería a poner en un grande del fútbol chileno cuando menos se lo esperaba.
Fue Andrés González, del área de scouting de la UC, quien lo contactaría cuando otra vez no quedaban más opciones. La lesión de Thomas Gillier obligó a los cruzados a buscar un arquero a contrarreloj. Podía ser un arquero de primer nivel, tipo Matías Dituro, u otro que apoyara y apurara a Vicente Bernedo. Sabido es que las arcas cruzadas no gozan de la mejor salud y se quedaron con la segunda opción. El elegido para cuidar uno de los arcos más importantes de Chile vendría desde Melipilla, la tercera categoría del fútbol chileno. El elegido sería Darío Melo.

Lo curioso, como tantas veces en su carrera, es que una serie de sucesos pudieron haber marcado su pronto debut con los cruzados. El clásico con Colo Colo estaba pactado para el sábado 15 de marzo, pero la falta de estadios obligó a suspenderlo. Ese duelo podría haberlo jugado rápidamente Darío Melo si es que un despeje de Vicente Bernedo no pegaba en una mano de Gonzalo Sosa en el duelo ante Ñublense. Tras ese rebote Bernedo tomó la pelota con la mano fuera del área y fue castigado con tarjeta roja. Tras varios minutos expulsado, la tarjeta fue cancelada y el arquero pudo seguir jugando.
Todo esto lo veía Darío Melo desde su casa, imaginándose ese debut ante su ex Colo Colo. otro protagonista de su loca carrera en el fútbol chileno. Y recién tiene 31 años, la edad con la que Brayan Cortés busca salir al extranjero.
