En 1998 la empresa de televisión satelital SKY tenía por primer año los derechos del fútbol chileno. En rigor, lo que tenía eran los derechos de los partidos de Colo Colo, Universidad Chile y la UC, con la obligación de cederle uno a Fox Sports, por lo que los grandes del fútbol chileno no podían jugar al mismo horario por un tema de ratings y auspiciadores que no se podían superponer.
Así, pese a que la U y Colo Colo podían ser campeones en la última fecha del torneo, la ANFP y SKY decidieron que los azules, con un punto menos, jugaran un día antes y que esperaran el resultado de Colo Colo-Iquique para saber si celebraban con delay.
Los azules jugaron el sábado 12 de noviembre de 1998 con Audax Italiano. Pese a que los itálicos eran locales, el encuentro se disputó en el estadio Nacional. Por los audinos atajaba José Daniel Morón, uno de los máximos ídolos del club.
Cuenta Marcelo Barticciotto que confiaban en que el Loro les diera una manito, pero finalmente encajó tres en la tarde del Nacional, dos del Leo Rodríguez y uno de Flavio Maestri. Los verdes llegarían al gol gracias a un penal del paraguayo Carlos Guirland y un tanto de Alejandro Naif, pero no les alcanzaría para empatar. Sería 3-2 para la U, quienes dormirían como líderes con dos puntos de ventaja ese sábado de diciembre.
Colo Colo jugaría la tarde del domingo frente a Iquique. En el pitazo inicial los albos tendrían dos puntos menos que la U, por lo que estaban obligados a ganar.
Colo Colo no la tenía fácil ante el equipo de Jorge Garcés. Durante ese año, entre partidas y lesiones, había perdido una decena de jugadores importantes. Por un lado los lesionados Wilson Contreras, Juan Carlos González, Raúl Muñoz e Ivo Basay, y por otro los marchados Mario Salas, Fernando Vergara, Manuel Neira, Richard Zambrano y Emerson Pereira.
Sería la partida del brasileño al Perugia, con el torneo en tierra derecha, la que más le dolería al DT Gustavo Benítez. Tras su ida Colo Colo cayó en un bajón y en su puesto desfilaron los juveniles Rodrigo Sanhueza, Nicolás Córdova, Patricio Araya y Cristián Díaz. El cambio fue tan notorio que Gustavo Benítez inmortalizó la frase “este no es Colo Colo, es Colo Colo sin Emerson”.
Con la salida del brasileño, le tocó empoderarse a la fuerza a Marco Villaseca en el mediocampo. Por delante de él estaban Espina y Sierra. Por las orillas Barticciotto y el Murci Rojas, y en delantera Héctor Tapia. Eso y nada más. En la banca solo juveniles.
Ese Colo Colo quemando aceite debía vencer sí o sí al buen equipo de Iquique. Abrió la cuenta Tito Tapia (15’), pero en el segundo tiempo lo empataría Jaime LoPresti (67’). En el estadio se respiraba el nerviosismo, al punto que Marcelo Barticciotto perseguía por toda la cancha del Monumental al árbitro Rubén Selman para que les pitara un penal a favor.
El penal no fue necesario porque a los 82 minutos el lateral Francisco Rojas, que en ese momento ya era un puntero como en sus inicios en La Serena, capturó un centro y en segunda instancia venció al meta Jacob Barraza con un zurdazo, su pierna menos hábil y a solo 8 minutos del final.
La celebración sin camiseta, con los tatuajes, y con juveniles albos corriendo detrás de él sería histórica. Con ese tanto Colo Colo pasaba de estar un punto abajo a volver a estar uno arriba, como al inicio de la fecha 30.
La persecución de la U, comandada por el regreso de Leo Rodríguez y los goles de Pedro González no había alcanzado y el trofeo sería para el “Colo Colo sin Emerson”. Para muchos hinchas de la U ese torneo se perdió en el duelo ante Wanderers en Valparaíso, lleno de historias y mitos.
La celebración alba de su estrella 22 era pura alegría. El Murci, que ya era seguido del extranjero desde Francia 98, se metería de lleno en el corazón de los hinchas colocolinos. En la cena le preguntarían para dónde se iría, él dijo que no podía decir el lugar. Ante la insistencia de la prensa adelantaría que se trataba de un “país brasileño” de por ahí cerca. Finalmente sí se iría, pero a un país austriaco.