Gareca y su notable abandono de deberes

Gareca, váyase. A usted no le gusta Chile, no conoce Chile, le incomodan los periodistas, no sabe cuándo son las Fiestas Patrias, no ha comido ni una empanada, no va ni a los estadios.

En Asunción, un minuto despues del gol paraguayo, sacó a un delantero y puso a un volante mixto como puntero izquierdo. Ya había arrugado en Lima ante el peor Perú de la historia. Usted no nos quiere. Nos odia, parece. Nos dejó afuera de un tercer Mundial en forma consecutiva sin siquiera inmutarse. Ni se enojó, ni se impacientó, ni le dio impotencia. Pensó el mismo cambio de Valdés por Aravena empatando que perdiendo. Rumbo a Qatar, con este misma urgencia, Lasarte ganó en Asunción frente a un rival igual de limitado.

Y sí, los jugadores son los que juegan, pero depende mucho de lo que ven en el cuerpo técnico. Motivación, ganas de ganar, ideas tácticas. Desde hace mucho que no se ve nada de eso en la Roja. Su filosofía es ir a trabajar de vez en cuando a Pinto Durán para que no lo acusen de notable abandono de deberes, pero si fuera por usted, se quedaría en Argentina viendo a Vélez Sarsfield, Independiente o comiéndose un asado.

En Chile lo hizo pésimo. Se complicó para explicar la desvinculación de Carlos Palacios y los llamados sin respuesta a Charles Aránguiz. Nunca supimos qué pasó con Gabriel Arias. Y no es que no lo quiso explicar, sino que no lo supo explicar. No supo con quién habló, no supo quién llamó, escondió que cenaba en familia mientras Palacios renunciaba, a pocas horas de un partido oficial. Del tema Ben Brereton ni hablar. La pelea con el «inglés» es de quinceañero. Es el mejor chileno en Europa.

Gareca supo tener su historia en Perú y en algunos clubes de Sudamerica, pero en Chile fue un vende humo con todas sus letras. Llegó como un ganador, con su traje y su camisa recién comprada, y está terminando como una rata, tratando de evitar las conferencias de prensa escudándose en cábalas y esporádicos triunfos anteriores. En marzo 2025 llamó a Dylan Escobar y Nicolás Fernández, a quienes les vio por última vez un partido completo en marzo 2024. Este año han sido de lo más bajo de sus equipos.

Un DT timorato, que juega a no perder, que no trabaja las pelotas paradas. Ante Perú no hizo cambios cuando se podía ganar, la derrota con Bolivia de local, la derrota con Paraguay en Asunción cuando el duelo era abordable. Lo de Gareca deja atrás las campañas de Juvenal Olmos, Pedro García y hasta las últimas derrotas de Claudio Borghi. Al menos eran DTs «Made in Chile», con algunos conceptos de nuestra idiosincrasia. Para Ricardo Gareca «Chile» seguirá siendo un picante de México.

Gareca, el que no trabajó prácticamente nada entre el triunfo a Venezuela y la derrota en Paraguay. El que jugó un amistoso frente a Panamá pare reunir fondos para su despido y no para buscar soluciones para Clasificatorias. El que ni miró de reojo a la Sub 20, el que se va por semanas y semanas a Argentina a hacer vida familiar. Ricardo Gareca, el que a veces jugaba con la 11. Gareca, … entonces.

Sí, así decimos en Chile. Usted ni idea tiene. Ya puede irse.