“Ambiente eliminatorio”, decían en la transmisión televisiva. 30 mil personas habían llegado hasta el estadio Nacional para ver el primer partido de la Roja luego de alcanzar semifinales en la Copa América de 1999. Solo era un partido Clase B ante Alianza Lima de Perú organizado por el Sifup, pero Nelson Acosta se lo había tomado en serio, al menos en la nómina.
Zamorano y Salas estaban asegurados. Los únicos ausentes serían Pedro Reyes de Auxerre y Pablo Contreras de Mónaco, quienes tenían compromisos en Francia un día antes de ese 11 de noviembre de 1999. El resto, un plantel para afrontar las Clasificatorias a Corea-Japón 2002 que comenzaban cinco meses después, ya en el año 2000.
En la nómina aparecieron algunas sorpresas. El meta Rodrigo Pinto de Santiago Morning, su compañero Joel Reyes, Rodrigo Meléndez de Cobreloa, Víctor Cancino de Concepción, Jaime Valdés de Palestino, además de Mauricio Torrico de Huachipato y Eduardo Arancibia de la U, dos nombres para la banda derecha, en donde jugaba Raúl Palacios, quien en la Copa América se había quedado con el puesto de Moisés Villarroel, por ese año en la Primera B con Santiago Wanderers.
Eduardo Pollito Arancibia había aparecido en la U de 1996, con Miguel Ángel Russo, como un escurridizo segunda punta, pero ya en 1998 ocupaba todos los puestos del mediocampo con Roberto Hernández, incluso como volante de contención, en el doble corte que tenían los azules. Para 1999 César Vaccia lo puso como lateral volante derecho, y en ese puesto fue titular indiscutido en el bicampeonato de Universidad de Chile. Luego partiría al Atlas de México, donde no tiene muy buenos recuerdos de Ricardo Lavolpe.
De las sorpresas en la nómina ante Alianza Lima, solo Valdés, Meléndez, Arancibia y Reyes tuvieron minutos. Esos fueron los únicos del Pollito con la Roja, mientras que Joel Reyes volvería a estar citado para los amistosos de verano del 2000, lo mismo que Mauricio Torrico. Para ese puesto también sumó a Francisco Fernández, otro más del Chago, pero que por esos días pasaba a la UC.
Originalmente el partido de ese 11 de noviembre de 1999 sería ante un combinado de estrellas extranjeras del fútbol chileno. Habían confirmado Sergio Vargas, Pablo Lenci, Emerson, Leo Rodríguez, Barticciotto, Néstor Gorosito, Andrés Scotti, Domingo Arévalo, entre otros, y se buscaba la forma de traer a estrellas internacionales como José Luis Chilavert, José Herrera y Rubén Sosa. La gestión del Sifup no prosperó y se inclinaron por Alianza Lima luego de descartar a Ecuador, Macedonia, Irán, Honduras y hasta Holanda. El partido ante los peruanos sería una revancha de uno jugado en 1965 con triunfo de Chile por 3-1.
Para el de 1999 la Roja de Acosta prescindió del 3-4-1-2 y volvió al 4-2-2-2. Formó con Marcelo Ramírez; Claudio Maldonado, Jorge Vargas, Javier Margas, Miguel Ponce; Raúl Palacios, Marco Villaseca; Esteban Valencia, David Pizarro; Iván Zamorano y Marcelo Salas. Para el segundo tiempo ingresaría Eduardo Arancibia por Maldonado, Kalule Meléndez de central por Margas, Joel Reyes por Palacios, Jaime Valdés por Valencia y Rozental por Pizarro. La Roja ganó 2-0, gracias a dos anotaciones de Javier Margas, un hecho curioso sumado a la expulsión de Marcelo Salas por el juez Mario Sánchez, recién a los 35 minutos de partido, y luego que el Matador reaccionara a una fuerte entrada peruana.
Eduardo Arancibia tuvo un correcto cometido jugando como lateral derecho en línea de cuatro, pero sabía que con ese esquema tenía nulas chances de entrar en el equipo. Con ese dibujo Acosta debutó en las Clasificatorias ante Argentina tras Sidney 2000. Entre medio jugó varios amistosos, pero el Pollito nunca más fue citado. Mauricio Torrico sí, pero no llegó a jugar ni un minuto por la Roja. Si ese amistoso era ante Macedonia en vez de Alianza Lima, Arancibia podría contar que jugó oficialmente por la Roja. Le faltaron 163 centímetros de suerte.