En años en que el Colo Colo de Espina, Sierra y Francis Ferrero la rompía en las Supercopa después de unas primeras participaciones para el olvido, algunos clubes importantes del Continente comenzaron a inquietarse por no tener acceso a un torneo internacional de segundo semestre. Claro, a la Supercopa solo iban los campeones de Copa Libertadores, por lo que a lo más podría sumarse un equipo al año.
Así fue como un grupo de empresarios decidió agarrar a los “mejores” picados del Continente y armar un torneo que estuviera a la altura de pelearle a la Supercopa y con más pedigree que la Copa Conmebol. Fueron hasta Brasil para invitar a Internacional de Porto Alegre, uno de los pocos equipos populares de Brasil que hasta ahí no había ganado la Copa, En Argentina el elegido fue San Lorenzo, el único de los 5 grandes que hasta ese año no era campeón de América, y que además debía mirar como clubes menores, como Vélez, Estudiantes y Argentinos, sí tenían la Copa en sus vitrinas.
Por Chile el elegido fue la Universidad Católica de Manuel Pellegrini. Pese a ya no contar con Gorosito y Acosta, la dupla argentina había dejado en alto al club de la Franja, Además, los cruzados tenían un reciente subcampeonato de 1993 y un título en la Interamericana 1994. La idea pintaba bien. Era una versión mejorada del primer intento de 1995 organizado por la Federación Catarinenes de Fútbol. Ese año fue un fiasco antes de empezar. Inter de Porto Alegre y Gremio se retiraron a días del debut. Lo mismo que Estudiantes y Racing de Argentina. Por Ecuador falló Barcelona y con su retirada también echó abajo la venta de los derechos de transmisión. Todo mal. Finalmente la ganaría Figueirense, derrotando 1-0 en la final al Joinville, uno de sus rivales estaduales. Desde el extranjero solo fueron Olimpia de Paraguay, y Nacional y Cerro de Uruguay. Fue en enero, pero el primer paso a hacer un gran torneo con invitación.
El Torneo Mercosur de 1996 iba bien. Inter y San Lorenzo se lo iban a tomar en serio. La UC también. Eso hasta que vino el terremoto de la salida de Manuel Pellegrini tras dos años y medio en el club.
El DT había fracasado en la Copa Libertadores de 1996 y sus dos grandes apuestas para reemplazar al Pipo y al Beto habían defraudado pese a tener un curriculum igual de importante. Garnero, ídolo de Independiente, y Caté, campeón de América con Sao Paulo y del mundo juvenil con Brasil, eran suplentes a poco de avanzar el año. En esos meses se había ido Luis Ceballos por problemas con el Ingeniero y luego sería el turno de Sergio Vázquez y Jorge Vásquez. La excusa era liberar dos cupos de extranjeros, uno de ellos para la vuelta de Gorosito tras seis meses en Japón. Lo curioso es que los desechados habían hecho mucho más mérito que los dos recién llegados. El plantel se dio cuenta y la relación se puso tensa. No pasaría mucho para que Pellegrini se fuera en la Fecha 14, un 13 de julio, tras un empate 1-1 en Rancagua ante O’Higgins. Faltaban solo ocho días para el Torneo Mercosur, el que iba a traer platita fresca para sus pedidos. Nada de eso pasaría.
A los pocos días la UC confirmaría a Fernando Carvallo como nuevo DT, en una danza de nombres que incluyó a Mirko Jozic y Marcelo Bielsa. La Fecha 15 la dirigiría el Negro Héctor Pinto y la UC vencería 2-1 a Coquimbo con gol de árbitro tras tiro de Mario Lepe.
Tras el revitalizador triunfo vendría el Torneo Mercosur 1996 jugado entre el 21 de julio y el 7 de agosto, (entre medio el debut de Carvallo en el Torneo Nacional, un 27 de julio ante Audax). San Lorenzo lo jugó con su mejor equipo, incluido Néstor Gorosito, quien decidió regresar a Boedo poco después de enterarse de la salida de Pellegrini de la UC. Los argentinos caerían 1-0 ante los brasileños en Argentina, quienes luego vencerían 2-0 a la UC en San Carlos. Si algún cruzado se acuerda de ese partido pasa de inmediato a ser el hincha que más sabe del club. “Los que jugamos ese torneo son los únicos que nos acordamos”, dice Rodrigo Ríos desde Atlanta.
Para el zurdo fue especial. Fernando Carvallo buscaba variantes para revertir el mal momento y ese torneo sirvió para encontrar algunas piezas. Ante San Lorenzo, de local, sería el primer partido en que Caté alinearía como lateral derecho. En esa posición daría alegrías por bastante tiempo más. Ese duelo, donde jugó Gorosito para San Lorenzo, también marcaría el regreso de Luis Pérez, vital en la tremenda segunda rueda de ese 1996, que terminó con su socio Rozental como venta récord al fútbol europeo.
Ese partido ante San Lorenzo en San Carlos es único del que hay registro audiovisual de toda la Copa. Un 30 de julio de 1996 Carvallo puso en cancha a Toledo; Caté, Vargas, Ardiman y Alejando González; Mario Salinas, Rodrigo Gómez; Luis Pérez, Ian Mc Niven; Caro y Madrid. En el segundo tiempo ingresarían los jóvenes Rodrigo Ríos con la 8 y Patricio Baraona con la 30, además de Rodrigo Barrera con la 29. Los tres triangularían para poner el 2-0 final del Chamuca. El primero había sido de Luis Pérez y la UC se quedaban con sus primeros tres puntos.
“En ese tiempo yo era delantero y goleador. Después Carvallo me puso de lateral derecho de ahí no salí más”, dice Patricio Baraona, quien asistió a Barrera en el segundo gol. Ríos, por su parte, jugaba su segundo partido por la UC tras debutar con la 30 en la Copa Pícaro Fernández en el verano. En el Torneo Mercosur le dieron la 8 que había dejado Jorge Vásquez, pero la perdió a los pocos días tras la llegada de Ricardo Lunari, quien se había ido en 1995 por discrepancias con Pellegrini.
En la segunda ronda vendría un 3-0 de Inter a San Lorenzo en Brasil y un 4-1 de los de Porto Alegre ante la UC, otro partido del que no hay registro ni escrito ni audiovisual. “Yo iba a ir a Brasil, pero me castigaron porque me expulsaron en cadetes. Solo me enteré que habían perdido 4-1”, dice Baraona, así, sin H intermedia, quien en 1997 iría a Muncipal Las Condes junto al propio Ríos, además de David Moya, Manuel Puebla y Felipe Zamorano. Rodrigo Ríos jugaría el Sudamericano Sub 20 de Chile 1997.
Inter, con canasta completa, fue campeón del Torneo Mercosur. Fue tan apuballante su actuación que el último duelo entre San Lorenzo y Universidad Católica en Argentina ni siquiera se jugó. Por razones como ésa es que la Conmebol jamás reconoció las versiones de 1995 y 1996 como certámenes oficiales, sin embargo, la idea y el nombre les quedaría gustando, En 1998 se suprimía la Supercopa y se creaba la Copa Mercosur, torneo por invitación que reunía a los equipos más populares de cada país. San Lorenzo y Católica estarían invitados en todas las versiones. ¿Lo curioso? Inter, inscrito en las ediciones de 1995 y 1996, no participó nunca en la Copa que duró hasta el 2001.
Tras ese torneo, Carvallo borraría a al recién llegado Barrera (“en un entrenamiento lo puso hasta de contención”) y aceptaría el regreso de Lunari. La UC encontraría un equipo base con Tapia, Caté, Parraguez (López), Poli, Garrido; Lunari, Lepe, Osorio (Parraguez); Pérez; González y Rozental. Les faltaría torneo para alcanzar a Colo Colo, pero ganarían la Liguilla por penales en uno de los partidos más dramáticos vistos en San Carlos. Se iría Rozental, pero en 1997 volvería Acosta para ser campeón en un equipo que tenía a Caté de lateral derecho, Parraguez de central, Garrido de lateral izquierdo y Lunari de volante derecho. El equipo que se comenzó a formar después del Torneo Mercosur 1996, la Copa Fantasma.