Patricio Armando Toledo. Con ese nombre apareció en 2010 entre los 55 mejores arqueros del mundo de los últimos 25 años. El único chileno del ranking que lideró el italiano Buffón, seguido por el danés Schmeichel (padre) y por el holandés Van der Sar.
Es que Toledo tenía historia en el fútbol mundial. En 1991 fue el mejor jugador de Chile en la Copa América disputada en el país, lo que le valió estar en el equipo ideal del certamen. Hasta ahí solo una mención, un reconocimiento. Ell premio tangible llegó hace 28 años, cuando el diario El País (el mismo que ya abrió las votaciones por Arias, Opazo y Fuenzalida para que sean los mejores de su puesto en 2019) lo eligió como el Mejor Arquero de América, por sobre José Luis Chilavert, Fernando Alvez, Luis Islas, Navarro Montoya, Morón, entre otros.
Toledo asistió a la ceremonia en Uruguay y compartió equipo ideal con el Coca Mendoza, Ruggeri, Del Solar, Quiñónez, Astrada, JJ Borrelli, Latorre, Mario Tilico, Julio César Dely Valdés y Ramón Díaz, omitiendo a jugadores que jugaron en 1991 en América, pero que ya estaban en Europa al momento de entregar el premio, como Batistuta (Boca – Fiorentina) o Goycochea (Racing Avellaneda – Stade Brestois).
A pesar que Goycochea y Taffarel (Parma) no podían participar, lo de Toledo no tuvo discusión. Ya había sido el mejor de la Copa América y campeón de Copa Chile con la UC. En el certamen continental tuvo atajadas dignas del Cóndor Rojas, a los 4 ángulos del arco, achicando, e incluso una recordada “volada hacía atrás”. Para qué decir cortando centros.
Ese 1991 participó en equipos Resto de América y ese mismo año fue elegido el Séptimo Mejor Arquero del Mundo, en días de Peter Schmeichel, Michael Preud Homme, Thomas Ravelli, Walter Zenga, Zubizarreta y Bodo Ilgner.
En 1992 jugó prácticamente todos los partidos amistosos de Chile, con equipo A y equipo B, y fue titular indiscutido en la UC, en un recordado plantel de Del Solar, Tupper, Cardozo, Reinoso y el Coke Contreras. Fue justo después de ese buen año 1992 donde tuvo ofertas desde Europa, pero el Pato se lesionó en el verano de 1993 y se perdió el subcampeonato de la UC en Copa Libertadores. También la chance de llegar al Viejo Continente.
Tras superar la lesión comenzaría a alternar en la UC con Nelson Tapia y en la Selección con Marcelo Ramírez. En 1994 llegaría su día negro ante Argentina en el Nacional y en 1995 ante River Plate en el Monumental de Buenos Aires. De eso se cuelgan los chaqueteros para decir que era mal arquero. Nosotros hacemos justicia y recordamos cuando fue el Mejor Arquero de América y el Séptimo Mejor del Mundo hace 28 años.