Dos veces en una semana Juvenal Olmos sacó a relucir un viejo “mal entendido” con Jaime Pizarro en el panel donde trabaja en CDF. Primero mientras se hablaba si alguna vez quisieron levantar a algún jugador, con motivo de las intenciones de Claudio Borghi para con Diego Rivarola, y luego por el deseo del dirigente Sergio Bernabé Vargas de convertirse en un mediano plazo en entrenador de la U. En ambas ocasiones Juvenal sacó a pasear al Kaiser y lo dejó como “rompe códigos”.
La historia era del segundo semestre del 2001, cuando Juvenal Olmos llevó hasta su equipo de trabajo en Universidad Católica a Jaime Pizarro, quien por esa fecha no tenía muy claro si quería incursionar como entrenador. Aprovechando la cercanía que tenía con el Preparador Físico Marcelo Oyarzún, lo sumó al staff que también conformaba el ayudante técnico Óscar Meneses. El rol de Pizarro no iba a estar al borde de la cancha, sino más bien gerenciando.
Pizarro trabajó en la UC desde agosto de 2001 y una de sus misiones era ver rivales y jugadores del resto de los equipos del campeonato, ya pensando en la temporada 2002. Llegó diciembre, Católica aseguró el segundo lugar tras Wanderers y clasificó a la Copa Libertadores. Tras hacer la planificación para el próximo año, iniciando la segunda mitad de diciembre comenzaron las vacaciones. Justamente es un día después de esa despedida que comienza la enemistad entre Olmos y Pizarro.
“A mí me pasó un caso tremendo. El 2001, en la Católica contratamos a Jaime Pizarro. Llega en agosto, septiembre y en diciembre hace la pretemporada, la planificación, la proyección de jugadores que quería y al otro día asume en Colo Colo como DT. ¡Al otro día! Pregunté a todo el mundo y nadie sabía”, reveló Olmos en CDF con motivo de las ganas que tenía el Superman Vargas de pasar desde la Gerencia a la dirección técnica.
La acusación más grave la había hecho en un programa anterior por el tema de Borghi, Rivarola y lo de levantarle jugadores a los rivales. Acusación que pierde fuerza por la cantidad de inexactitudes que tenía el relato, inexactitudes de las que nadie reparó en el panel. Olmos contó que dentro del trabajo de Jaime Pizarro en la UC había estado darle seguimiento a Marco Villaseca, quien en 2001 estaba en Rangers, y que gracias a esa cercanía Jaime Pizarro se lo levantó y se lo llevó a Colo Colo.
Marco Villaseca el 2001 no jugó en Rangers, sino que en el propio Colo Colo que estaba a punto de quebrar. Por lo mismo no quiso renovar contrato y se fue a Rusia pese a la propuesta concreta de la UC. De Colo Colo ya no quería saber nada. Su experiencia en Rusia duró poco y debió volver a Chile con el campeonato andando. Se tuvo que quedar parado hasta el Torneo de Clausura, donde firmó por la Unión Española de Roberto Hernández. Ya en 2003 volvió a Colo Colo para ser dirigido por Jaime Pizarro, año en el que Olmos ya estaba fuera de la UC tras partir junto a Marcelo Oyarzún a la selección chilena. Marco Villaseca llegó a Rangers recién en el 2008.
Villasecas más, Villasecas menos, la bronca de Olmos y Pizarro existe. En el 2002 fueron los grandes animadores del año. Pese a ser campeón del Apertura, Olmos no pudo ganarle una llave a Colo Colo, ya que los albos se fueron eliminados en semifinales por Rangers. En el Clausura llegaron ambos a la final y ahí ganó Pizarro. Olmos, eso sí, le ganó el buzo de la selección chilena y ahora quiere ganarle un round mediático acusándolo de desleal, pero el Kaiser no ha pisado el palito. Aah, un palito verde era lo que costaba Villaseca a comienzos del 2002.