Gareth Southgate en Wembley, 25 años después

Pudo haber sido compañero de José Luis Sierra, pero no se dio. Pudo haber jugado contra Chile en Wembley, pero solo estuvo en la banca. Como DT pudo haber sido finalista de Rusia 2018. Para la próxima. Pudo haber dejado con vida a su selección en la Eurocopa de 1996, pero terminó sepultando la opción de ser campeones en el viejo Wembley después del fracaso de no clasificar al Mundial de 1994.

Es Gareth Southgate, parte del recambio inglés justo después de las aciagas Eliminatorias para la Copa de EEUU. Stopper o central en línea de cuatro. También volante en sus primeros años en el Aston Villa, donde estuvo entre 1995 y 2001. Fue en 1998, cuando ya era el capitán del equipo, que pudo ser compañero del chileno José Luis Sierra, prácticamente vendido al fútbol inglés. Un día antes de que el Coto viajara, el DT del Villa se marchó y truncó el fichaje del chileno.

Antes, en febrero de ese mismo año, Southgate había visto desde el banco el triunfo de Chile y la cátedra de Marcelo Salas y el Coto Sierra. En ese partido el DT Glenn Hoddle se la jugó por el lateral Gary Neville como stopper derecho, acompañando a Tony Adams y Sol Campbell. El Mundial de Francia lo empezó como titular ante Túnez, pero perdería el puesto otra vez con Neville. En octavos, ante Argentina, ingresaría en el segundo tiempo. El defensor, capitán a los 22 años en el Crystal Palace, y capitán en ese entonces del Aston Villa, se restaría de la definición a penales ante los albicelestes. David Batty y Paul Ince serían los villanos. El arquero argentino Carlos Roa el héroe.

Los penales se volvían a cruzar con los ingleses. Dos años antes cayeron en esa tanda ante Alemania. Esa vez en semifinales de la Euro 1996. Cinco ejecuciones perfectas por cada equipo, hasta que llegaron a la ronda del uno y uno. Esa vez Southgate no se restó. Tomó la pelota, se paró con impronta, pero el meta Andreas Kopke le taparía el penal. Luego Andreas Moller podría el 6-5 y el paso inmediato de Alemania a la final en Wembley. 

Tras el Aston Villa pasaría al Middlesbrough, donde otra vez sería capitán al poco llegar al camarín. Se retiraría en 2006, sin poder jugar en equipos grandes de Inglaterra pese a una larga estadía en la Selección. Esa no sería su gran pena. La gran tristeza seguía siendo ese penal fallado jugando de local ante Alemania. Era un equipo que encantaba con Seaman, Adams, Platt, Ince, McManaman, Gascoigne y Shearer. Estaba todo dado. Él, un actor secundario de ese equipazo, lo había arruinado.

Pero de secundario pasaría a protagónico. En 2016 tomaría la selección tras sus pasos por el Boro y la Sub 21 de Inglaterra. Ahí conocería a gran parte de los jugadores que le comenzaron a dar alegrías. Primero en el Mundial de Rusia, llegando a semifinales con un equipo que estaba recién afiatándose y armándose para dar pronto el gran zarpazo. Gran zarpazo que puede llegar ahora, ante la Italia de Mancini. Otra vez en Wembley, el lugar donde falló su penal ante Alemania, y donde no pudo jugar la final ante la República Checa. Digno del mejor guionista inglés. El camino de Southgate, 25 años después.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *