Para el Mundial de México 1986 Manuel Pellegrini era uno de los comentaristas de TVN. Lo presentaban como “Defensa de U. de Chile y Seleccionado Nacional”. Exagere sin mentir. En rigor era seleccionado nacional, pero su primer y único partido por Chile lo había jugado solo tres semanas antes, con casi 33 años, y a punto del retiro a fines de ese mismo 1986.
Pelligrosini, le decían. «Limitado, pero esforzado», decían sus compañeros y más de algún DT. Hizo las inferiores en Audax Italiano, pero toda su carrera profesional transcurrió en Universidad de Chile, equipo donde jugó 451 partidos entre 1973 y 1986. Hizo siete goles y recibió siete rojas. Se dio el lujo de marcarle dos veces a Colo Colo, pero no había tenido el honor de defender a la Roja. Eso hasta el 7 de mayo de 1986, un semestre antes de su retiro.
El 17 de noviembre de 1985 la Roja había empatado 2-2 ante Paraguay en Santiago y se despidió del Mundial de México. También se despidieron los jugadores, quienes no volverían a encontrarse hasta junio de 1987, mes en el que prepararían la Copa América de Argentina. Así, sin plantel y sin DT, fue que en abril de 1986 llegó una invitación de la selección brasileña para jugar en Curitiba en mayo. En verano había fracasado una gira a India y las arcas comenzaban a sufrir. La plata para ir a jugar a Brasil era buena y la Asociación de Fútbol dio el sí. Luis Ibarra, quien preparaba a la Roja para el Mundial Juvenil de Chile 1987, iba a ser el improvisado DT. En pocos días debía armar una nómina, ir a Brasil, jugar y volver. Ese iba a ser el último partido del Scratch antes de México 1986. Otra vez Chile era el elegido para la despedida de una selección mundialista.
Ibarra armó un equipo que tenía de todo. Desde el Cóndor Rojas hasta Jaime Vera, pasando por Pellegrini o el Pato Reyes. Ese día hubo ocho debuts en la Roja: Fernando Astengo, Jaime Vera, Fantasma Figueroa, Jaime Pizarro, Pellegrini, Manuel Lechuga Araya, Luis Valenzuela y Mariano Puyol. Los cuatro últimos no volverían a jugar nunca más, pero el premio de Ibarra, exDT azul, iba dirigido el Ingeniero, muy cerca de terminar sus 14 años de carrera y con casi 500 partido en primera división.
Ese miércoles 7 de mayo en Curitiba hubo 40 mil personas, pero el duelo no se transmitió por TV para Chile. Las crónicas hablan de un partidazo de Pellegrini marcando a Careca y Muller, los delanteros estelares de Brasil en el Mundial. No es casualidad que una de las pocos fotos que hay del partido es una del entonces “desconocido” Pellegrini ganándole en lo alto de Careca. Lo inmortalizaron por ser la figura de ese partido, no por que iba a ser el futuro DT del Real Madrid y del Manchester City.
Chile formó esa tarde con Rojas; Espinoza, Pellegrini, Araya y Reyes (perfil cambiado); Juan Soto, Valenzuela, Vera; Basay, Figueroa y Puyol, mientras que en el segundo tiempo entrarían Astengo y Pizarro. Brasil, por su parte, lo hizo con Carlos; Leandro, Oscar, Edinho, Junior; Elzo, Falcao, Zico; Muller, Careca y Dirceu. Equipo estelar que en el segundo tiempo sumó a Edson Boaro, Alemao, Sócrates y Casagrande.
Fue 1-1 final. La Roja de Ibarra se había puesto en ventaja a los 28’ con gol de Mariano Puyol, pero a los 85’ empató Casagrande. La verdeamarela llegaría hasta cuartos de final de México 86, siendo eliminados por penales ante Francia, en el Mundial que Pellegrini comentó por TV. Los había enfrentado poco antes haciendo dupla con el Lechuga Manuel Araya, el zaguero de Cobresal de gran campaña en Copa Libertadores y parte de la selección olímpica de Los Ángeles de 1984. Ese partido ante Brasil había sido premio para los dos, pero más para Pellegrini, quien le daba un broche de oro a su carrera anulando a Careca, el complemento ideal de Maradona en el Napoli.