El día que Maradona llegó de sorpresa a entrenar con la UC

El que está parado de frente en la foto en las cancha de de San Carlos de Apoquindo junto a Sergio Vázquez, Dante Poli, Luis Ceballos, Rodrigo Gómez y Sebastián Rozental no es Marcelo Tobi Vega. Vestido con Diadora en el pecho y Samsung en la espalda, Diego Armando Maradona apareció de la nada a la práctica de Universidad Católica. Ahí lo esperaban sus amigos Néstor Gorosito y Alberto Acosta, además del Charly.

“No lo podíamos creer. Todos le pedimos foto”, recuerda el Negro Daniel López. El Pibe de Oro, un 10 de mayo de 1995, se había bajado hace pocas horas del avión y había decidido irse a San Carlos a estirar las piernas. Por la noche jugaría un partido de Fútbol Sala en el Teatro Monumental ante el Colo Colo de Marcelo Espina, Fabián Estay, Marcelo Vega, Rogelio Delgado, Neira, Frank Lobos, Francisco Fernández, Ferragut, Whiteley, entre otros.

Diego Maradona estaba por cumplir sus 11 meses de suspensión post EEUU 1994. Había dirigido a Mandiyú Corrientes y Racing de Avellaneda, pero ya se preparaba para volver al fútbol profesional apenas terminado su castigo. Con algunos kilos de más se puso a las órdenes del técnico Manuel Pellegrini. El Ingeniero lo alineó  con los reservas y dio una cátedra en lo poco menos de una hora que estuvo en cancha.

Muchos recuerdan los pases con lienza que le metió a Rodrigo Barrera, el mismo que un año antes le había arruinado la despedida a Argentina antes de partir a EEUU 94 en el 3-3 del Estadio Nacional. Con el que mejor se entendíó Diego fue con Luka Tudor. El hoy comentarista recuerda que quedó anonadado de tenerlo en frente. Nunca había estado con él en una cancha. El delantero chileno había jugado en Newell´s Old Boys un año antes que el Diego.

Tras el entrenamiento, Maradona partiría con Gorosito y Acosta al duelo de FutSal, televisado para todo Chile por Megavisión. En el recinto lo esperaba Claudio Borghi, por ese entonces en O’Higgins, además de Hernán Díaz, Jorge Borelli y Ricardo Altamirano. Los trasandinos integrarían el equipo llamado Los Pibes de Oro, que se mediría a Colo Colo en un intento por masificar el Fútbol Salón en Chile.

Maradona y Gorosito por los argentinos, y Estay, Lobos y Ferragut por Colo Colo fueron las figuras del 13-13 final, partido que terminó cuando Maradona encaró a la Garra Blanca por lanzar botellas, las que mojaron el piso. El Diego prefirió proteger la integridad de él y sus compañeros y rivales, todos futbolistas profesionales activos.

Tras eso, Gorosito y Espina partirían con Argentina a la Copa América de Uruguay de 1995, y Maradona volvería al fútbol profesional con la camiseta de Boca Juniors y la línea amarilla pintada en la cabeza. A fines de 1995 grabaría un video tras el polémico partido de la U antes de Palestino que terminaría con el gol de penal del Relojito Romero. “El árbitro cobró un penal que no fue para la U de Chile. (Antes del penal) Yo tenía una felicidad que empataran, porque hoy los alcanzaba el Pipo y Acosta. Después, ya está”, decía el 10 demostrando su simpatía por el equipo cruzado.

A las semanas, eso sí, vendría con Boca Juniors a jugar contra la U.de Chile en la celebración del titulo de 1995. Ahí declararía que quería jugar en los azules de Valencia, Salas, Vargas y Leonardo Rodríguez, y que el único problema sería saber quién se quedaba con la 10 del Leo. No había cómo entenderlo al Diego, el que accedió gentilmente a fotografiarse con cada uno de los cruzados que le pidió una foto en San Carlos. El día que llegó a entrenar de sorpresa a la precodillera.