Claudio Figueroa: El Catemu, el mejor soldado de Nelson Acosta

El Ligua Puebla, el Arica Hurtado, el Papudo Vargas, el Limache González o el Carampangue Zambrano. El Renca Valenzuela o el Quili Vilches. Que tu apodo sea el nombre del lugar donde naciste es un privilegio que no tienen muchos en el fútbol. Es un honor, y se lleva con orgullo. Uno de ellos es Claudio Figueroa Maturana, el Catemu, un infaltable del fútbol chileno de los 80 y los 90. Uno que tuvo Nelson Acosta cada vez que pudo. Lo hizo en Fernández Vial, en O’Higgins, en Unión Española, que lo sacó del retiro, y que lo tuvo en mente para la Selección Chilena a fines de 1993, cuando la ANFP le pidió que se hiciera cargo de la Roja para un amistoso como visitantes ante la España que se preparaba para EEUU 94.

Esa vez Acosta dijo que sí, pero con la condición de llamar muchos jugadores de Unión Española por los pocos días de preparación antes de viajar a Alicante. Sumó a Mario Salas, José Luis Sierra, Juan Carreño, Rodrigo Ruiz y José Luis Sánchez, además de los zagueros Ricardo González y Juan Carlos González. Se tentó en sumar a su regalón Claudio Figueroa (20 de abril de 1960), quien podía ser defensor o volante, pero la idea también era diversificar la nómina. Como stoppers llamó a los loínos Pedro Jaque y Hugo González, y como mediocampista defensivo al cruzado Mario Lepe. 

Siendo un joven capitán de Quintero Unido junto a Roberto Rojas, capitán de Colo Colo.

El «Mateo» para muchos de sus cercanos, zaguero/mediocampista formado en Quintero Unido, se quedó en Chile y se perdió la chance de sumar su quinto partido con la Selección Chilena absoluta. A pesar de su bajo perfil, estuvo en varias nóminas de Orlando Aravena a fines de los 80, aún actuando en Fernández Vial. Compartió camarín con seleccionados “alternativos”, pero también con los pesos pesados en el proceso que terminó con el triste Maracanazo de Roberto Rojas. Con el Cóndor también coincidió en la Roja. En total fueron cuatro partidos oficiales, además de su participación destacada en los Juegos Panamericanos de Indianapolis 1987, dirigida técnicamente por Eugenio Jara, y que obtuvo medalla de plata.

Chile en los Juegos Panamericanos de Indianapolis 1987. Arriba: Eduardo Fournier, Claudio Figueroa, Miguel Ardiman, Luis Ceballos, Claudio Tello, Nelson Enríquez. Abajo: Fernando Medina, Jorge Pérez, Marcos Tamayo, Germán Pino y Francisco Hoorman.

El primero de los duelos de Figueroa en la Roja adulta fue el 29 de enero de 1989 en un amistoso ante Ecuador en Guayaquil. Esa noche los locales jugaron con su equipo estelar, mientras que Figueroa compartió mediocampo con Carlos Ramos de Iquique, Iván Valdés de Deportes Valdivia y Jaime Ramírez de Unión Española. La Roja del Cabezón Aravena cayó 1-0, pero Catemu Figueroa mantuvo su lugar en el plantel para la Copa Centenario de Armenia que se jugaría el 1 de febrero ante Perú y cuatro días más tarde ante el local Colombia. En ambos partidos Claudio Figueroa fue titular como volante defensivo.

Fue 0-0 ante los titulares de Perú, con Juan Reynoso, Percy Olivares y José Guillermo del Solar, y 0-1 ante la Colombia que tenía a Higuita, Perea, Andrés Escobar, Leonel Álvarez, Bernardo Redín y el Pitufo De Ávila. Chile, en su nómina alternativa, tenía entre otros a Óscar Wirth, José Cantillana, Leonel Contreras, Lester Lacroix, Luis Rodríguez, Juan Carlos Letelier, Memo Carreño, Papelucho Álvarez y Rubén Martínez. Un plantel que no pudo ganar ningún partido en ese verano de 1989.

Chile versus Colombia en la Copa Centenario de Armenia. Arriba: Juan Carlos Hernández, Jorge Carrasco, Claudio Figueroa, José Cantillana, Leonel Contreras y Óscar Wirth. Abajo: Luis Rodríguez, Jaime Ramírez, Juan Carlos Letelier, Iván Valdés y Marcelo Álvarez.

Lo de Claudio Figueroa fue bueno, así que se ganó un cupo en el plantel estelar que iría a EEUU en el mes de mayo. Ahí, ante Guatemala, el comodín de Fernández Vial sería el lateral izquierdo en un partido que Aravena formaría con Roberto Rojas; Patricio Reyes, Fernando Astengo, Hugo González y Figueroa; Raúl Ormeño, Jaime Pizarro; Juvenal Olmos, Jaime Ramírez; Letelier y Rubén Martínez. Ese duelo ante Guatemala se ganaría 1-0 con gol de Martínez, en una gira donde además se jugaría ante El Salvador y las Chivas de Guadalajara, duelos en los que Figueroa no ingresó.

Año 1989, Unión Española versus Fernández Vial. Posan Luis Chama Rodríguez y Claudio Figueroa, dos excompañeros en los Juegos Panamericanos de Indianápolis 1987.

Finalmente el Catemu, quien además es cuñado del volante Felipe Gutiérrez, no estaría ni en la Copa América 1989 ni en las Clasificatorias a Italia 90. Chile sería suspendido por la Fifa y sería, en menor medida, otro de los tantos integrantes de la generación perdida tras el Maracanazo. En 1989 seguiría siendo figura y líder en el Fernández Vial de Antonio Vargas, tal como lo había sido en 1988 y 1987 con Nelson Acosta en el banco, año en que el DT lo sumaría a las filas desde Quintero Unido. En 1990 otra vez brilló en el Carbonero con Germán Cornejo como DT. Llegaba la hora de dar el salto. A pedido del «Calvo Estratega» se reencontraría con Nelson Acosta en el O’Higgins de 1991.

En Rancagua llegaría a una defensa pesada con Jorge Gómez, Leonel Pedreros, Mauro Meléndez, Joel Molina y su excompañero Daniel Fuentes de Fernández Vial. No le costó nada. Sumó 26 partidos y dos goles en una gran campaña en el equipo celeste de Roque Alfaro, Carlos Gustavo de Luca y Ronald Baroni. Quedaron ad portas de la Libertadores, pero con un pie en la Copa Conmebol 1992. 

Claudio Figueroa en Fernández Vial, O’Higgins y Unión Española. Los tres equipos en que lo tuvo el DT Nelson Acosta.

Nelson Acosta se lo llevaría en 1992 a Unión Española y otra vez Figueroa no tendría problemas en acoplarse en una defensa y mediocampo donde además estaban Mario Lucca, Ricardo González, José Cabrera, Richard Valenzuela, Juan Carlos González y Ricardo Perdomo. De todos ellos fue el que más jugó en el Torneo Nacional con 32 partidos. Antes serían campeones de la Copa Chile ante el Súper Colo Colo de Jozic, título que haría que Acosta se fuera en la tercera fecha del Torneo al Cruz Azul. Sin Don Nelson, Figueroa seguiría siendo fijo en una oncena que luego tendría en el banco a Ricardo Contreras, Guillermo Yávar y Miguel Ángel Neira, justo antes que Nelson Acosta volviera desde México para dirigir la liguilla de Copa Libertadores ganada por la UC de Almada.

En 1993 Catemu Figueroa volvería a ser campeón de la Copa Chile con Nelson Acosta, esta vez ante Cobreloa, y a fines de ese año se quedarían con, esta vez sí, la liguilla para Copa Libertadores. En el torneo continental de 1994, con la camiseta 13 en la espalda, sería uno de los héroes silenciosos como segundo central, contención o stopper. En ese puesto le tocó marcar a Ronaldo en los octavos de final ante Cruzeiro y lo anuló. Además se dio maña para meter el pase largo que terminó en el gol de Juan Carreño a Dida en el 1-0 del Santa Laura. Tras perder en cuartos ante Sao Paulo, Unión se desarmó y Claudio Figueroa quedó como, aún más, un peso pesado del plantel hispano. Eso iba a durar solo un semestre.

Unión Española en el partido de vuelta ante São Paulo por los cuartos de final de la Copa Libertadores 1994. Arriba: Claudio Figueroa, Pablo Galdames, Sergio Rivero, Ricardo Rojas, Juan Carlos González y Mario Lucca. Abajo: Gerardo Rabajda, José Luis Sánchez, José Luis Sierra, Mario Salas y Rodrigo Ruiz.

Empezando 1995 la rodilla de Figueroa le pidió a gritos que se retirara, ya a punto de cumplir los 35 años. Cada vez que intentó entrenar, la rodilla se le inflamó. Se acercó a Nelson Acosta y le dijo que se alejaba de la actividad antes de comenzar la temporada 1995, en la que no sumó ningún partido oficial. A diferencia de muchos, el Catemu no se olvidó de entrenar y mantuvo su peso y condición física.

En los primeros meses de 1996, aún con Nelson Acosta en la banca hispana, hubo una nueva comunicación entre ambos. Figueroa, tras largos meses de bajar la carga de exigencia, se había vuelto a sentir mejor. Don Nelson no lo pensó dos veces y lo convenció para volver al fútbol profesional. Le faltaba su soldado estrella, ya se le habían ido muchos. El volante Pablo Galdames emigró a la U, y el zaguero Juan Carlos González había partido a Colo Colo al igual que Ricardo Rojas, quien fue presentado en la Noche Alba. Ahí se concretó el regreso de Figueroa, aunque finalmente Ricky Rojas se quedaría un año más en los hispanos.

Claudio Figueroa, Eduardo Azargado y Richard Valenzuela, tres de los más experimentados en la Unión Española de 1996.

Ese año 1996 fue malo para Unión. Fue último en gran parte del torneo, con Nelson Acosta como DT, quien, paradójicamente, partiría a la Selección Chilena para reemplazar a Xavier Azkargorta. La partida de Don Nelson sumaba incertidumbre en Figueroa, quien prácticamente había vuelto al fútbol por él. Su importancia era tanta que para el nuevo DT Guillermo Páez seguiría siendo clave y pilar en la remontada junto al León Astengo, Casiano Delvalle y los “Ricardos” Rojas, Perdomo y Rentera, exBoca Juniors.

El año 1996 había terminado mucho mejor de como empezó, y ahora sí era hora de decir adiós, jugando y siendo importante en un equipo que zafó por mucho del descenso, algo inesperado a mitad de año. En 1997 los hispanos no se pudieron salvar y cayeron por primera vez en su historia a la Primera B. Esta vez Claudio Figueroa, el Catemu, no estaba ahí para ayudar. Faltaba un soldado.

Claudio Figueroa antes de partir con la Selección de Chile a los Juegos Panamericanos de 1987.