El italiano Gianluigi Buffon es para muchos el mejor portero de la historia del fútbol. Así lo dicen varias encuestas, ránkings, equipos ideales y últimamente la inteligencia artificial. Generalmente la disputa ha sido con Seep Maier, Lev Yashin y Manuel Neuer, pero son más las publicaciones donde el italiano se impone para comandar un bloque defensivo que por lo general tiene como inamovibles a Cafú, Beckenbauer y Paolo Maldini, y que busca su segundo central entre Passarella, Baresi, Sergio Ramos, Perfumo y el mismísimo Elias Figueroa.
Lo cierto es que Gianluigi Buffon seguía jugando este 2023 a 28 años de su debut oficial en el Parma por allá por septiembre de 1995. Con 45 años intentó ascender con el Parma a la Serie A de Italia en un nuevo hito de su larga carrera. Tras la liguilla de la segunda división de Italia decidió colgar los guantes. Larga carrera a nivel adulto que, para algunos testigos, incomprobablemente, podría haber iniciado un 25 de mayo de 1994 en tierras chilenas. Por ese entonces tenía solo 16 años y cuatro meses, y había sido el arquero de Italia en el Mundial Sub 17 Japón 1993, con Francesco Totti como figura. Para ese 25 de mayo, más de la mitad de nuestra rojita Sub 17 ya había debutado en la Primera División del fútbol chileno. Lo de Buffón era cosa de tiempo.
Lo cierto es que ese día miércoles de 1994 el Parma de Italia, de los mejores equipos de Italia y Europa por aquellos años, se encontraba en Chile. Era parte de los amistosos de primer nivel que los directivos de Universidad de Chile le habían prometido al DT Arturo Salah. Primero habían ido por el Bayern Munich, pero finalmente fueron los parmesanos los que aceptaron la oferta de venir hasta el estadio Nacional a pocos días del inicio del Mundial de EEUU 1994.
Si por esos días se hubiera pagado por jugadores mundialistas, el Parma hubiera sido mucho más millonario aún. Solo en Italia tenía al arquero Luca Bucci, el tercero tras Gianluca Pagliuca y Luca Marchegiani, pero el único portero que no jugó en la cita americana. También estaban los defensas Luigi Apolloni, Lorenzo Minotti y Antonio Benarrivo, además del “volantero” Gianfranco Zola. En otras selecciones mundialistas tenía al defensa belga Georges Grun, el argentino Roberto Sensini, el colombiano Faustino Asprilla y el sueco Thomas Brolin. Ninguno de ellos pudo llegar hasta Santiago de Chile, todos con la cabeza en EEUU.
Ese mayo de 1994 el Parma arribó a nuestro país sin su reconocido entrenador Nevio Scala en primera línea. En su reemplazo, su ayudante Vicenzo di Palma fue quien dio las instrucciones y quien debió parar un equipo con lo que pudo. Y acá es donde nace el mito de Gianluigi Buffón, el mejor arquero del mundo, en tierras chilenas para enfrentar a la Universidad de Chile.
Esa noche se jugó una jornada doble en el estadio Nacional. Primero fue el Parma ante la U, y luego la Selección Chilena de Mirko Jozic ante Perú, con la vuelta de Iván Zamorano tras no haber podido jugar pocos días antes ante la Argentina de Maradona. Para la anécdota, ese Chile – Perú, que la Roja ganó 2-1, fue el debut en cancha de la dupla Za – Sa. Sí, no fue con Azkargorta ante México como muchos recuerdan.
Con la cantidad de titulares y suplentes de la Roja y la Universidad de Chile, más de treinta jugadores nacionales que han seguido hasta hoy con apariciones en la prensa, es que nace el dato incomprobable del que buscamos respuesta. Alguno de los protagonistas comentó alguna vez, en algunas de sus tantas intervenciones en los medios, que en ese duelo había conocido al entonces desconocido Gianluigi Buffon. ¿Buena memoria desde el Mundial Sub 17? ¿Le llamó la atención la estampa de un niño de 16 años? ¿Ya se hablaba de él como “el” arquero del futuro? El dato es que alguien alguna vez lo vio en los pasillos del Nacional sin que siquiera hubiera mucha información sobre él. Mucho menos datos en internet.
Y tiene que haber sido en los pasillos o en la banca, porque en la cancha el titular fue el calvo Marco Ballota, a quien luego conociéramos como compañero de Marcelo Salas en la Lazio y de Iván Zamorano en el Inter de Milán. En años donde solo se podían hacer dos cambios en partidos oficiales, esa noche se permitieron cuatro. El meta Ballota no salió. ¿Será acaso porque en la banca tenía solo a un niño de 16 años y 4 meses? El mismo niño que poco después sería ascendido como uno de los arqueros del equipo para la temporada 1994-1995, año de su debut. A fines de ese 1993-1994 el tercer arquero parmesano era Marco Ferrari, quien ya iba de salida del club y partiría al pequeño Fiori. Se retiraría un año más tarde. ¿Habrá estado por última vez con el plantel en el estadio Nacional o habrán querido foguear a Buffón?
El duelo entre Parma y la U se jugó un miércoles, por lo que los pormenores del encuentro se comentaron mínimamente en la edición del siguiente martes de la Don Balón y la Minuto 90. En los diarios del jueves 26 de mayo el énfasis estuvo en el Clásico del Pacífico. Ningún medio consignó las bancas del partido entre italianos y chilenos, por lo que saber si Buffón estuvo entre los suplentes resulta casi imposible. El duelo fue transmitido por Canal 13, medio que tampoco informó de los banquillos, por lo que la opción era ver el partido completo y estar atento a quienes acompañaron al DT Vicenzo Di Palma. El duelo fue retransmitido en 2018 por el Canal REC de C13, pero meses después todos los videos de Deportes REC fueron bajados de web por expreso mandato del Grupo Secuoya. Solo algunos fueron resumidos por televidentes, pero no la U – Parma. El mito se acrecentaba.
¿Quién podría acordarse? ¿Quién podría saber si un desconocido arquero estuvo ahí, tapado entre parkas y colchas en la banca del Nacional? Quizá René Martínez, seleccionado Sub 17 de Chile en 1993 y quien pudo tenerlo visto desde el Mundial de Japón. Quizá Marcelo Palomino, el periodista que cubrió el partido para la Don Balón. Lo cierto es que, aún maximizando los recursos, 29 años después saber si Gianluigi Buffón estuvo ahí, resulta casi imposible.
Parma esa noche saltó a la cancha con Ballota; Balleri, Matrecano, Colonesse, Di Chiara; Claudio, Cherubini, Pin; Crippa, Melli y Sorato. Luego ingresarían Francini, Magnini, Sorce y Basi. De todos ellos el más conocido era el delantero Alessandro Melli y el volante Gabriele Pin, ambos de la Juventus ochentera de Platini, pero ya suplentes esa temporada en Parma. También Francesco Colonesse, otro que luego sería compañero de Salas y Zamorano. De los titulares habituales, solo el lateral Alberto Di Chiara. También estuvo Salvatore Matrecano, titular en los JJOO de Barcelona 1992, el ya nombrado Marco Ballota y el brasileño Claudio, llegado desde los primos del Palmeiras.
Por los azules se decretó el debut y partidazo de Luis Guarda, quien aprovechó el nuevo llamado de Marcelo Salas a la selección, donde también estaba Ronald Fuentes para el partido de fondo. La U de Salah formó con Vargas; Galindo, Abarca, Delgado, Guevara; Musrri, Mardones; Castañeda, Aredes; Jara y Guarda. Más tarde entrarían Cristián Castañeda, Mora, David Reyes y el Bombero Juan Carlos Ibáñez en lugar de Luis Guarda, la gran figura del partido que habría tenido al mejor arquero de la historia viéndolo desde la banca. La U, ante 28.832 personas, venció 2-1 con tantos de Fabián Guevara a los 59’ y Raúl Aredes a las 84’. Había abierto la cuenta el lateral David Balleri, recién a los 8 minutos.
Ese duelo, con Carlos Robles Mella dirigiendo en la celebración de los 67 años de Universidad de Chile, fue el primero de Luis Guarda en los azules, quien prometía una dupla de aquellas con Marcelo Salas. Un doping lo sacaría rápidamente de los azules y permitiría el ascenso de un joven Rodrigo Goldberg. En el Parma, ese año 1994, se pavimentaba el ascenso de Gianluigi Buffón, quien debutaría un año después en la Liga italiana, y que para el Mundial de Francia 98 ya sería, con 20 años, el tercer arquero de la Azzurra tras la lesión de Angelo Peruzzi. Todo eso, poquito antes de debutar en Burdeos ante la Roja de Nelson Acosta, justamente ante varios jugadores que estuvieron esa noche del miércoles 25 de mayo de 1994 en el Estadio Nacional. ¿Y él, estuvo?
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