En el año 2002 la Selección Chilena, sin entrenador titular, disputó solo dos partidos amistosos. Primero fue sparring de la mundialista selección de Turquía antes de Corea-Japón, y a fin de año se enfrentó a Andalucía, en un duelo que no se considera como partido oficial. La idea de la ANFP era que el entrenador César Vaccia, empleado de la Asociación, aprovechara de foguear a un grupo de jugadores para que estuvieran disponibles para el proceso que comenzaría pocas semanas después el nuevo entrenador de la Roja con miras a Alemania 2006.
Entre esos jugadores elegidos para jugar en La Rosaleda de Málaga, entre Navidad y Año Nuevo del 2002, estuvo el lateral Denis Montecinos, un zurdo carrilero de zancada larga y vertical, muy diferente a laterales como Mauricio Aros, Miguel Ponce, Francisco Rojas, Eros Pérez o Rodrigo Tello, que venían del proceso anterior, y que preferían el pase al pie más que a ganar en velocidad.
Denis Montecinos (23-01-1980) era un confiable lateral izquierdo de Huachipato que venía sonando desde inicios de 1997, cuando solo tenía 16 años. Ese año fue titular indiscutido como defensor zurdo de la Roja Sub 17 que jugó el Sudamericano en Paraguay y el Mundial de la categoría en Egipto. Desde el equipo de la Usina le había quitado el puesto al colocolino Rodolfo Madrid, quien debió alternar en el mediocampo con su compañero Alonzo Zúñiga. El acerero fue fijo en la línea de 4 junto a Cristián Álvarez, Claudio Maldonado y el atacameño Pablo Díaz.
Montecinos era la nueva joya zurda de Huachipato tras las apariciones de Roberto Cartes, Cristián Uribe y en menor medida Angelo Merello. Chupete Cartes fue vendido a Argentinos Juniors y Cristián Uribe dio el salto a Colo Colo y luego a Benfica de Portugal. Los dos habían comenzado como laterales izquierdos, pero vendidos como talentosos volantes ofensivos. En 1998, en el gran año de Fido Dido en Huachipato, Montecinos ocupó la 10 cuando Uribe no estuvo. Todas las cartas estaban puestas en él, a pesar que pasaba mucho tiempo con la Roja Sub 20 que se preparaba para el Sudamericano de Mar del Plata en 1999.
En el certamen argentino otra vez Montecinos estuvo nominado. Esta vez sacando de la nómina a Rodolfo Madrid, pero peleando el puesto con el titular Alejandro Escalona. El zurdo de Huachipato seguía siendo un habitué en las selecciones menores, ya comenzaba a ser titular como lateral izquierdo en Huachipato, y era parte de las prenóminas para el Preolímpico de Londrina 2000. A esa altura Huachipato ya había vendido a Juan Francisco Viveros al Sporting Lisboa de Mirko Jozic, los mismos que se fijarían en Denis Montecinos, pero ya no para juveniles, sino que para el equipo adulto.
La nómina para el Sub 23 de 2000 era acotada. La dupla Héctor Pinto-Nelson Acosta, queriendo jugar con línea de 4, se la jugaron con Rafael Olarra como lateral izquierdo titular. Para la eventualidad tendrían al carrilero Rodrigo Tello, los centrales David Henríquez y Cristián Reynero o el volante zurdo César Santis. Tanto Alonzo Zúñiga, como Rodolfo Madrid y Denis Montecinos quedarían fuera de la corta nómina de 20 jugadores.
Con la clasificación a Sidney 2000 consumada, otra vez Montecinos sería parte del proceso en los múltiples amistosos antes de los JJOO, uno de ellos el recordado partido ante Peñarol en Santa Laura con patada de Joe Bizera a Cristian Lemus incluida. Con ya todos los jugadores a disposición, la lógica de Acosta-Pinto sería la misma. Olarra de titular, Tello de alternativa como defensor y Rodrigo Núñez al medio. También estaba otra vez David Henríquez, y ahora Mauricio Rojas y Manuel Ibarra. Mientras tanto, Denis Montecinos tenía vía libre para afianzarse en Huachipato.
El zurdo de Huachipato, rozando los 20 años, fue fijo en Huachipato el 2000, 2001, 2002 y 2003, mientras su nombre seguía sonando en Sporting Lisboa a la par de Rodrigo Tello, además de varios equipos de la Capital, siendo Universidad Católica el más interesado. Por esos años también aparecía Rodrigo Millar y Héctor Mancilla en la Usina, mientras que Tello era vendido en 7 millones de dólares a Portugal.
El año 2003, con Montecinos como figurita permanente en los equipos ideales de la semana, llegaría la primera advertencia tras un partido ante Universidad Católica: “Llevaba unos meses jugando con algunos síntomas, pero uno no cree que es nada grave. Contra Católica en 2003 me vinieron unas palpitaciones rápidas, no pude aguantar y derrepente me fui a negro, se me apagó la tele. Me vio el cardiólogo Jorge Gajardo, que detectó el problema, y me mandaron a Santiago. Me metieron un catéter por la pierna, con ese mandan al corazón y ven dónde se produce la taquicardia. Me hicieron dos veces esto. Fueron 12 años donde tuve esto, pero de manera asintomática. Me operaron tres veces, pero otra vez me vinieron síntomas fuertes. Desde entonces llevo un desfibrilador en el pecho”, comentó Montecinos en una entrevista a La Pelota es Mía tras el caso del danés Eriksen en la Eurocopa 2020.
Montecinos, que en ese 2003 sumaba también ofertas de Holanda y Alemania, no se rindió y se propuso volver al fútbol en 2004. En mayo de ese año sufrió el golpe definitivo. Puerto Montt recibió a Huachipato en un duelo que terminó 2-1 para los locales. Para Montecinos era el regreso al fútbol, estuvo en la banca y todo fue ilusión, pero, al regresar a la Octava Región, todo cambió. “Volví a Santiago para revisiones con un especialista y en sus informes decía que no podía seguir en la alta competencia”, recordó Montecinos en otra entrevista. “Entrené un día miércoles de forma normal y el jueves llegaron los informes médicos. Ya el viernes estaba finiquitado, tomé mis cosas, me despedí de pocos, me fui, y comenzó una nueva vida para mí”.
Tras ocho años, en 2012, Montecinos decidió darle otra oportunidad al fútbol. Estudió para ser entrenador y hoy se desempeña en las divisiones menores de Huachipato, siendo uno de los mentores de Lucas Velásquez, el lateral izquierdo de la Sub 17 que sorprendió a todos en el Sudamericano de Ecuador.
Denis Montecinos se retiró a los 23 años con 122 partidos en el profesionalismo, cuatro goles, un Mundial y dos Sudamericanos en el cuerpo. Era regalón de Óscar Garré, que en 2004 firmó en Católica, club que lo quería desde antes. Ya había sido seleccionado adulto y pertenecía a Huachipato, un club que vendía de buena forma a Europa, Sudamérica y los grandes de Chile. El corazón le dijo basta, afortunadamente en el momento preciso antes de lamentar una tragedia, muy cercano a las muertes del camerunés Marc Vivien Foe en junio de 2003 y del húngaro Miklos Feher del Benfica en enero de 2004. Hoy es uno de los mejores técnicos de juveniles del país. ¿Hasta dónde puede llegar como DT? ¿Hasta dónde pudo llegar como jugador?