Las cadetes albas siempre han sido prolíficas, pero varios se quedan en el camino. A continuación le presentamos un listado de atacantes que la rompían en inferiores y que parecían tener un gran futuro, pero que por uno u otro motivo jamás pudieron consolidarse.
Víctor Mella: Su primera aparición fue el año 92, se mantuvo hasta el ’94, pero jamás logro notoriedad, salvo cuando hizo un gol maradoniano. Sí, una vez le hizo un gol con la mano a Unión Española en una Copa Libertadores.
Manuel Villalobos: Gustavo Benítez lo hizo debutar el ’97 cuando sólo tenía 16 años. A esas alturas era una de las grandes esperanzas albas, pero la presencia de nombres como Neira, Tapia, Tudor, Zambrano y Vergara lo terminaron opacando y no volvió a ser considerado en los años siguientes. En Ñublense y Huachipato brilló. Hoy es referente de Iquique.
Álvaro Sarabia: El «Chino» la rompía en las inferiores con su velocidad y habilidad, por lo que el ’97 comenzó sus andanzas en el primer equipo. El ’99 sería su mejor año tras ser alternativa permanentemente y totalizar 17 partidos, pero al año siguiente empezó a desaparecer y salió de Macul para siempre. Igual se las arregló patra brillar en elencos menores.
Mario Cáceres: Cumplía con el perfil de delantero corpulento que buscaba Benítez y por eso lo hizo debutar el ’98. No lo hizo mal en los pocos minutos que tuvo, pero tras la partida del DT paraguayo, no apareció más. Una buena campaña en Everton lo catapultó al Sporting Lisboa, volvió a pasar por Colo Colo e inició un periplo por varios clubes. Su último club fue Temuco.
Juan Cabeza: Irrumpió con goles en las Copa Entel y Gato, pero en el torneo oficial sólo logró jugar cinco partidos y no pudo convertir. Se fue a préstamo a O’Higgins, pero con el paso del tiempo le dio un giro a su carrera, ya que lo último que se supo de él es que jugaba vóleibol playa en USA.
Rodrigo Tapia: Tan fugaz como el gol a los 15 segundos que marcó en su debut, terminó siendo su historia en Macul. Esa vez reemplazó a Humberto Suazo y pese a que pudo perfilarse como su reemplazante natural, la inmadurez pudo más y se fue para siempre de Macul. Nunca más brilló. Su último club fue San Antonio Unido.
Ramón Ávila: En las inferiores compartió con Jorge Valdivia, Gonzalo Fierro y Claudio Bravo, pero él estuvo lejos de tener la misma suerte. No alcanzó a debutar y debió irse lejos del Monumental. Jugo varios años en Rangers y también tuvo un paso por el fútbol de El Salvador.
César Reyes: Fue uno de los juveniles que hizo debutar el Bichi Borghi el año 2006, pero no logró el protagonismo esperado e inicio sin mayor éxito un periplo por elencos menores.
Gonzalo Vásquez: Debutó el año 2006, mismo año en que su primo, un tal Arturo Vidal, comenzaba a destacar. Claro que Vásquez no tuvo la misma suerte de su familiar y sólo registró un partido con la alba. Igual el delantero puede decir que alguna vez jugó en el Leverkusen B, todo cortesía de Celia Punk.
Juan Lorca: Junto a Fernando Meneses y Matías Fernández conformaban el tridente mágico de las inferiores albas. Sin embargo, el zurdo atacante nunca pudo afirmarse y entre lesiones y cesiones, no fue capaz de repetir el nivel que alguna vez insinuó. Hoy juega en Ñublense.
Nicolás Millán: Entró en la historia por ser el debutante más joven del fútbol chileno con 14 años y 10 meses, pero después de eso no pasó nada más con él. Pese a que todos lo sindicaban como un canterano de gran futuro, debió irse a Argentina con sus padres y cuando volvió a Macul, ya era muy tarde para otra oportunidad. Está en Curicó.
Patricio Rubio: En la serie juvenil lo ponían de volante y no destacaba tanto. Juan Gutiérrez lo desterró de Macul, se fue a Argentina, pasó por Iberia y explotó en Barnechea como delantero. Brilló en la Unión y hoy es titular en la U.
Phillip Araos: Nadie ha hecho más goles que él en las cadetes colocolinas, pero nunca pudo repetir eso en el elenco estelar, pese a que hizo goles en sus primeros partidos. Partió a préstamo, regresó, pero nunca más tuvo oportunidades. Acaba de subir a Segunda Profesional siendo figura en Colchagua.
Yashir Pinto: No eran pocos los que pensaban que él y Araos conformarían la dupla de ataque del futuro, pero muy pronto todo eso quedó en nada. Tras su debut en 2008, permaneció un par de temporadas, pero sin lugar y debió salir a préstamo. Hoy está en la quinta categoría de Alemania.
Luca Pontigo: Se ganó con creces su oportunidad en el primer equipo tras romperla en el cuadro filial. Labruna le dio opciones en Copa Chile y él respondió con goles, pero poco a poco sus minutos fueron bajando y eso más las lesiones, lo terminaron dejando en el olvido. Estuvo en Magallanes y hoy está en Rangers.
OTROS.
Patricio Ávila: Veloz puntero derecho en la primer mitad de los 90. Rápidamente partió a Santiago Morning y ahí hizo carrera. Claro que como lateral o volante derecho.
Marcos Ávila: El calvo delanteros sufrió en la Sub 20 2003 siendo suplente de figuras de ese entonces como Pinilla, Jiménez, Eduardo Rubio y Mark González. Cuando se integró a Colo Colo tenía a Zamorano, Qunteros, Neira y Úbeda. No jugó nada.
Francisco Fernández: Era uno de los grandes promesas de la cantera alba a comienzos de los 90. En el equipo estelar sólo encontró cabida como lateral derecho. Ahí fue campeón el 1996 como titular y en 1997 alternando.
Rodrigo Domínguez: El Coso era un veloz puntero en la época de Neira, Lobos y Tapia. Sólo pudo llegar a Santiago Morning.
Luis Vergara: Espigado delantero de Colo Colo 95 con un paso por Unión Española 1994. Los hinchas y la prensa lo confundían con Fernando Vergara, quien comenzaba su carrera con la camiseta alba.