Ser como Palestino…en la vida

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– Pedro Pablo Hernández se va al Celta

– ¿Y ese equipo es bueno?

– Es como Palestino

Ser como Palestino es normal. En España 17 equipos son como Palestino y en la liga chilena hay muchos más Palestinos, además de Palestino. Más del 70% de la población mundial nace siendo como Palestino. Con aspiraciones que se confuden con lo iluso, pero que chocan con la realidad. Para que existan Palestinos, deben existir Real Madrid. Esos son los cabrones. En el fútbol y en la vida.

Pensar cada año como piensa Palestino es pensar en el día a día. En comer, pagar el arriendo y tener algunas cositas que les gusta a los demás, como Leo Valencia, pero que fue comprado en una «picá». Si nos desordenamos traemos a Héctor Tapia en su mejor momento (sólo porque peleó con Colo Colo) y lo juntamos con Estevan Valencia, Rodrigo Ríos, Adrián Rojas y Roberto Kettlún. Ese año va a ser la raja, pero al próximo no tendremos para comer.

Ser como Palestino, en la vida, no es vivir mal. Nunca vamos a bajar a Segunda, pero tampoco nunca vamos a ser campeones. Es vivir y sobrevivir. De vez en cuando nos urgiremos con una liguilla de promoción, pero con poco zafamos. A veces tenemos la capacidad, pero sólo la sacamos en momentos complicados. Es que a veces ni ganas dan de esforzarse si sabemos que para llegar arriba hay que ganarle al Bayern Munich. Mejor vivir así, tranquilitos, sin fú ni fá, ilusionándonos a veces, con una Copa Libertadores, pero volviendo a la realidad para jugar en La Cisterna todas las semanas.

A veces nos invitan a una buena fiesta, para jugar con Boca. Nos dicen cosas lindas de la boca para afuera, pero ahí adentro nos ignoran. Si somos mejores que ellos, se mueren. Nos ganan fácil, con la facha. Ellos tienen mundo, a nosotros no nos alcanza con la calle.

Ser como Palestino es más normal de lo que parece. Levantarse todos los días para ir a trabajar. Sólo para ir a trabajar. Cambiarse de pega por 50 lucas más, pero ahí está el tope. Más arriba está el Chelsea. Tendríamos que nacer de nuevo. Palestino no es Colo Colo, pero tampoco es Lota. Es Palestino. Humilde, esforzado, trabajador. No somos Audax ni O’Higgins porque no aparentamos más de lo que tenemos. Somos Palestino. Tomamos Pilsener, tenemos pasión, pololeamos con la del barrio, pero somos Palestino. Somos más buenos que malos, en la vida, pero sabemos hasta dónde podemos llegar. Aunque quisiéramos llegar más arriba, no tenemos los medios. Y tenemos miedo. Traemos al Pájaro Gutiérres en oferta. Es la única forma que tenemos de tenerlo.

No es malo ser como Palestino. Nos trajeron a este mundo y tenemos que vivirlo. La única forma que tenemos para vivirlo es siendo como Palestino. Austero, pero apasionado. Utópicos, pero realistas. Eso no cambiará hasta que los Real Madrid, los Chelsea y los Bayern Munich se peguen el alcochafazo. Eso va a pasar el día que Palestino gane la Intercontinental.