Cristian Paulucci: El largo viaje desde “Chimi” a “Pelao Termo”

José María Buljubasich fue uno de los buenos arqueros argentinos de los 90. Tuvo buenas campañas en Rosario Central, lo que le valió su paso al fútbol español para defender al Tenerife, Lleida y Oviedo. En 2002, tras quedar libre de Morelia de México, el River Plate de Manuel Pellegrini lo fue a buscar de emergencia para ser el suplente de Ángel David Comizzo, otro exMorelia, ante las lesiones de los jóvenes Franco Costanzo y Germán Lux. Al Tati le tocó jugar cuartos de final de Copa Libertadores ante el América Cali. Encajó dos en Argentina y cuatro en Colombia. Se comió más de un par y decidió retirarse del fútbol. “Los arcos miden todos iguales, lo que se mide distinto es la trascendencia y la repercusión de atajar en esos arcos, ahí está la diferencia. Cuando uno ataja en un equipo grande, el margen de error es mínimo, y cualquier falla se magnifica”, declaraba José María.

El Tati se alejó de la práctica profesional, pero no del fútbol. Comenzó a ser representante de jugadores luego de ese fatídico 27 de mayo de 2003 en Cali. Seguía estando pleno físicamente. Jugaba fútbol con amigos, entre ellos el “Chimi” Cristian Paulucci, su compañero de habitación en la pensión del Rosario Central de comienzos de los 90, desde donde salieron jugadores como Pablo Vitamina Sánchez, Horacio Carbonari, Raúl Gordillo, entre otros. Años más, años menos, todos de una misma generación. En uno de esos partidos con amigos, en diciembre de 2003 en Noetinger, en el sur de Córdoba, el retirado Buljubasich fue figura. Atajó un penal, se sintió pleno, llamó a su esposa y le avisó que volvería al fútbol profesional. Estaba abierto a recibir ofertas.

La primera vino desde Chile. Fue Deportes La Serena quien quiso los servicios del Tati. Pactaron lo económico y Buljubasich ofreció un pack. Para no viajar solo desde Rosario hasta La Serena, el arquero invitó a Cristian Paulucci, delantero que había hecho toda su carrera en el ascenso argentino. El Tati llegaba con contrato y Paulucci lo haría a prueba en el equipo de Jorge Silva. Trato hecho.Un tiempo antes me había llamado un representante para ir a jugar a La Serena, pero como estaba con la representación de jugadores le contesté que no. Entonces lo llamé, le pregunté si seguían queriendo un arquero y me dijo que sí. Me ofrecieron un dinero muy bajo, pero acepté. Íbamos con Paulucci: yo contratado y él, a prueba, en auto desde Rosario, como 20 horas de viaje, pero la noche anterior me cambiaron las condiciones económicas, y como ya era demasiado poco, dije que no”.

La carrera del Tati en Chile ya es sabida. Llegó a Unión Española para reemplazar a otro exretirado, Ignacio Nacho González, luego la UC, Olimpia y la Gerencia Deportiva de Cruzados. Fue La Serena la que se farreó a uno de los mejores arqueros del fútbol chileno, y también al espigado volante Cristian Paulucci, nuevo DT de Universidad Católica. Al menos DT en los entrenamientos, ya que no podrá dirigir ante Audax Italiano por estar suspendido tras un altercado con el cuatro árbitro ante Ñublense, quien no dejó apurar un lateral a José Pedro Fuenzalida. El “Chimi” Paulucci se sacó y lo expulsaron. No importa cuándo leas esto.

Paulucci, que dirigió Inferiores de Belgrano de Córdoba, llegó a Chile el 2011 de la mano de Buljubasich, pero ahora como scouting de jugadores. Tras un tiempo en la UC, emprendió camino en solitario. Fue ayudante de Luis Marcoleta en San Marcos de Arica, volvió a ser scouting de la UC y luego estuvo en la Dirección Deportiva de Huachipato. Estando ahí, recibió una denuncia del exjugador Edgardo Abdala por presionar a su hijo Joaquín Abdala para que firmara contrato con la empresa de Fernando Felicevich. Luego en Católica se sumaría una que involucraba al lateral izquierdo Yerko Oyanedel. La dirigencia de Cruzados salió a desmentir todo, defendiendo el trabajo y el currículum de Paulucci.

A mitad de 2019 se había sumado al staff técnico de Gustavo Quinteros tras la partida de Patricio Ormázabal a Magallanes. Luego cumplió las mismas funciones con Ariel Holan y Gustavo Poyet. Estando ahí, al borde de la cancha, ganó protagonismo por su carácter. Se peleó con Maximiliano Falcón, gritándole «¡Qué se las da de guapo! Boludo. ¡Fantasma ese Falcón!”. Luego fue suspendido tres fechas por insultar al cuarto árbitro en un duelo en Coquimbo en 2020: «¿Qué te metes vos, cara de verga? Boludo, Cállate, negro de mierda. Alcahuete’, gritaba. Otra mediática fue con Humberto Suazo, en un áspero duelo de calvos. Paulucci justificaba con creces su nuevo apodo de “Pelao Termo”, puesto por los “simpáticos” tuiteros cruzados.

Hoy, al menos por una fecha, asume como entrenador del primer equipo de Universidad Católica, acompañado por el viejo rockero Rodrigo Valenzuela, y por Jaime Rubilar, quien pasó de ser técnico del primer equipo de Audax Italiano a analista de videos en Universidad Católica. En la preparación física estará Emiliano Fleitas, sobrino de Jorge Fleitas, ex PF de Pizzi en la UC y de Omar Labruna en Colo Colo. Paulucci tiene espaldas anchas por ser amigo y excondifedente de Buljubasich en la pensión de Rosario Central. Ahora va por la confianza de los jugadores y de los hinchas, esos que seguramente harán otra vez Trending Topic al #PelaoTermo.

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