Venezuela, el único país que vio jugar a Paulao por Colo Colo

No hay fotos del defensor brasileño Paulao jugando por Colo Colo. Hay por la selección brasileña, muchas por Cruzeiro, por Vasco da Gama, por Atlético Mineiro y por Benfica, pero no las hay por Colo Colo. Por los albos jugó dos partidos oficiales, dos por Copa Libertadores, 45 minutos ante Mineros y 22 minutos ante Minerven. Ambos en Venezuela. Lo hizo en una situación muy especial, por lo mismo no hubo fotos. Revista Don Balón graficó los partidos de Colo Colo en tierras llaneras con imágenes de archivo de los duelos en Brasil durante la Supercopa 1996.

Vamos al comienzo. Paulao arribó a Colo Colo en la rarísima Noche Alba de 1997. Si bien durante esa noche de enero se presentaron a jugadores que luego serían importantes para Colo Colo, como Marco Villaseca, Raúl Muñoz, el regreso de Francisco Rojas desde Tenerife, y hasta Richard Zambrano, también arribaron otros como el meta José Yates, el palestinista Ismael Ahumada, Miguel Latín, Luka Tudor, Paulao, el argentino Nicolás Lauría Calvo y Carlos Vega, un delantero chileno con paso por Suiza y el Correcaminos de México, un Nicklas Castro de la época, a quien Jorge Vergara le ofreció “vivir la experiencia” de la Noche Alba. A los pocos días partió a préstamo a Puerto Montt, donde jugó solo 3 partidos. A muchos de esos refuerzos el DT Gustavo Benítez ni los conocía. Al menos a Paulao, sí.

¿Quién era Paulao? Un recío central brasileño con casi 10 partidos por la selección brasileña y la Copa América de Ecuador 1993 a cuestas. Conocía a Colo Colo, los había enfrentado con Cruzeiro en la Supercopa 1991 y en la Recopa 1992 en Kobe. En ambos hizo dupla con Adilson, en ambos convirtió su penal en la definición desde los 12 pasos. En la Supercopa le tocó ganar y avanzar de fase, mientras que en la Recopa perdió la final única, ya que un penal después Jaime Pizarro convirtió para los albos, Además, junto al mismo Adilson como dupla de central, enfrentó a Chile y a varios de esos jugadores de Colo Colo en la Copa Expedito Teixeira, jugada con partidos de ida y vuelta en 1990.

Esos fueron los mejores años de Paulao, siempre defendiendo la camiseta de Cruzeiro, en donde estuvo hasta 1993, antes de recalar en Gremio, Benfica, Vasco da Gama y Atlético Mineiro en 1996. Tras su paso por el actual equipo de Sampaoli y Edu Vargas, el defensor brasileño fue ofrecido a los albos. Ahí estuvo Jorge Vergara para aceptar lo que le ofrecían, pese a tener los cupos de extranjeros ocupados con Arbiza, Emerson, Espina y Barticciotto. “No importa”, dijo Vergara. “Lo inscribimos en la Libertadores, la Supercopa y amistosos”. Vergara sabía que venía de una operación mal tratada, pero los exámenes decían que ya estaba recuperado. Le dieron la camiseta número 4 para la Copa Libertadores. Iba a ser suplente de Pedro Reyes, Juan Carlos González y Raúl Muñoz.

Colo Colo ese 1997 empezó intratable. Tanto que aseguró su clasificación a segunda ronda antes de los últimos dos partidos en Venezuela. El martes 25 de marzo, ante Mineros, el DT Benítez puso un equipo mixto. Pese a que le faltaba un central, optó por Mario Salas como dupla de Juan Carlos González. Con el 2-1 en el entretiempo, por fin hizo jugar oficialmente a Paulao, haciéndolo ingresar por González, uno de los pilares de ese plantel. El brasileño cumplió y Colo Colo engrosó la diferencia con dos goles más. Fue 4-1 final en Puerto Ordaz.

Dos días después, en el mismo estadio, el rival era Minerven. Ya no estaba Gustavo Benítez ni varias de las figuras, por lo que Paulao se quedó en Venezuela como uno de los más experimentados de ese plantel. Con la 4 en la espalda, y esta vez acompañado por Pedro Reyes, y con José Yates en el arco, el brasileño saltó por primera vez como titular en Colo Colo. La alegría duró solo 22 minutos, ya que la lesión recrudeció y debió ser reemplazado por Mario Salas, quien otra vez debió oficiarlas de central. El equipo dirigido por Gualberto Jara ese jueves 27 de marzo de 1997 ganó 2-1 con goles de Manuel Neira y Héctor Tapia.

La delegación volvió a Chile, y en el avión Paulao sabía que no seguiría en Colo Colo. A los pocos días se le rescindió contrato y su camiseta número 4 pasó a manos de David Henríquez, quien le dejó la 28 a Álvaro Sarabia. Por su parte, Paulo César Baptista Dos Santos, el popular Paulao, volvió a Brasil y en 1998 firmó por Ponte Preta, donde se mantuvo tres años activo hasta su retiro en 2001 con 34 años. Había hecho una buena carrera, figura del poderoso Cruzeiro y campeón de Copas con Gremio. Se empañó con su paso por Colo Colo, un pelo de la cola para un excentral titular de la selección brasileña al que ni siquiera pudimos verlo jugar para poder evaluarlo. Ese honor solo lo tuvieron en Venezuela.