Marcelo Caro: De héroe de la UC en la Libertadores a acusado por estafa en La Serena

Para que Universidad Católica llegara a la final de la Copa Libertadores de 1993 contó con salvadores en cada una de las rondas de ida y vuelta. En la semifinal ante América de Cali fue Óscar Wirth en Colombia y Ricardo Lunari en Santiago. En cuartos, ante Barcelona de Guayaquil, un zapatazo de Sergio Fabian Vázquez en San Carlos y un golazo de Andrés Romero en Ecuador dieron el pase a los cuatro mejores del subcontinente. En octavos de final, y luego de pasar sin problemas la fase de grupos ante bolivianos y Cobreloa, fue Nacional de Medellín que inauguró ante los cruzados de Ignacio Prieto las llaves de muere – muere.

En la ida en Santiago, cuando el partido terminaba 1-0 con gol de Rodrigo Barrera a los 20 minutos, apareció Marcelo Caro con un cabezazo a los 88’ para ir más tranquilo a jugar la vuelta a Medellín, en donde la UC cayó 2-1 con un golazo de Nelson Parraguez, lo que finalmente le permitió pasar a cuartos de final ante Barcelona.

El héroe de la llave había sido Marcelo Caro, un joven delantero que apareció a fines de la década de los 80 junto a Adolfo Ovalle, Nelson Parraguez, Miguel Ponce, Ian Mac Niven, Nelson Pizarro, Ricardo Monje, entre otros. Alto y goleador de inferiores, jugó varios partidos en los primeros años de los 90, estuvo en selecciones juveniles, ganó la Copa Chile 1991, hasta que en 1992 partió a préstamo a Huachipato donde fue uno de los mejores jugadores jóvenes de ese año. 

En 1993, con la Copa Libertadores y la Copa Chile durante el primer semestre, Marcelo Caro se quedó en el plantel de los Cruzados como alternativa de delantero de la Copa tras Juan Carlos Almada, Rodrigo Barrera, José Cardozo y Luis Pérez, en una nómina de buena fe donde también estuvo el lesionado Luka Tudor y el joven Sebastián Rozental, de 16 años.

Marcelo Caro jugó varios partidos de esa Copa, en llaves importantes donde la UC necesitaba gol. Tras su gol clave ante Nacional de Medellín, volvió a jugar en la llave ante Barcelona de Guayaquil, en años donde solo se permitían dos cambios por partido. Ese mismo año, en Copa Chile y Torneo Nacional, jugó varios partidos de lateral derecho. Para el Campeonato, en ofensiva se había ido José Cardozo, pero había regresado Jorge Pindinga Muñoz y se había recuperado Luka Tudor, figura en el Campeonato Nacional de ese año.

En 1994 otra vez tuvo partidos de lateral derecho en Copa Chile, mientras que en el Torneo Nacional competía con Marcelo Corrales y Sebastián Rozental para ser el cuarto delantero de la UC de Pellegrini tras Alberto Acosta, Luka Tudor y Rodrigo Barrera. Cuando no estuvo el Beto, el Chelo Corrales fue titular ante Atacama en el Norte y Marcelo Caro ante Temuco en el Sur, en dos de los partidos que le costarían el título a la UC.

En 1995 Marcelo Caro tendría su primer acercamiento con la Cuarta Región para jugar a préstamo en Coquimbo. En 1996 volvería a la UC para jugar Copa Libertadores. A fines de ese año se acabó el contrato en San Carlos, el que no fue renovado. Nunca más volvería a jugar por los Cruzados.

Coquimbo sería su nueva casa por varios años, hasta que en 1999 partiría a Deportes Concepción, donde jugaría Copa Conmebol. Más tarde andaría dos veces por Audax Italiano, dos veces por Palestino y un paso por Estados Unidos. En el 2004 llegaría a La Serena, donde haría huesos viejos, jugaría cuatro años, casi siempre como delantero y una que otra vez como lateral o volante, y donde conocería a Mauricio Salazar, quizá el máximo ídolo del club granate.

El Ingeniero Salazar salió dos veces en su carrera fuera de La Serena. Una vez para jugar en Huachipato, donde compartió con Rodrigo Millar, y luego en Audax Italiano. Volvería el 2009 a La Serena para jugar hasta 2018. En los granates había conocido a Marcelo Caro primero y a Jorge Potencia Vargas después. 

Justamente estos cuatro futbolistas, Caro, Salazar, Vargas y Millar, hoy están metidos en un conflicto de estafa en La Serena, donde Potencia y el Chino demandan a los dos primeros, pero el Ingeniero demanda a Marcelo Caro. Hay miles de millones de pesos en juego en franquicias de Gimnasio y Restaurantes, expuestos en un reportaje de Chilevisión Noticias, en el que Mauricio Salazar dio la cara, pero donde Marcelo Caro, quien también fue DT de La Serena cuando Salazar fue dirigente, estuvo inubicable para defenderse.

Uno de los más perjudicados, con 500 millones de pesos, fue Jorge Vargas. Ambos habían sido cercanos en las Inferiores de la UC y habían estado en la lista de la Libertadores 1993. Tras varios llamados de sus exsocios, sus excompañeros, sus examigos y los periodistas de Chilevisión, nunca nadie respondió al otro lado de la línea. Marcelo Caro, el héroe silencioso en la Libertadores 1993, se había convertido en el acusado silencioso en 2024.