Diego López: El 14-0 a Bolivia, las Copa América y la despedida de la Roja de Za-Sa

Tenía solo 16 años y ya daba entrevistas a los medios uruguayos. Era el líder y capitán de la selección celeste Sub 17 que jugaría el Sudamericano de Paraguay en 1991. Un torneo que tenía a Marcelo Gallardo y Juan Sebastián Verón en Argentina, a Kleber Chalá y Agustín Delgado en Ecuador y a Marcelo Salas en Chile. Por Uruguay, Tabaré Silva, el ex U y Concepción Javier Delgado y el delantero Juan Martín Parodi, buscado por Colo Colo en los 90. Además, el atacante Néstor Correa, de paso por Everton de Viña del Mar en 2004. El equipo lo dirigía Jesús Rodríguez Prado en la banca y Diego López en la cancha. El zaguero derecho despuntaba con fútbol y personalidad en las inferiores del River Plate de Uruguay.

En el debut charrúa, por la segunda fecha del torneo, se produjo un resultado insólito. Uruguay venció por 14-0 a la selección de Bolivia, una selección que, tal Barrabases, acostumbraba a llevar al campeón de la categoría de ese año. Le correspondía al Aurora, pero finalmente fue la Escuela Enrique Happ, perteneciente a una millonaria familia boliviana. La decisión quedó a la vista. 0-8 ante Colombia, 0-14 ante Uruguay, 0-6 con Brasil y 0-5 con Ecuador. La Celeste, que se había prometido en el entretiempo llegar a los 20 goles, anotó por intermedio de Diego Goñi en seis oportunidades, de un moreno delantero llamado Diego Pérez, quien hizo cinco, dos de Néstor Correa y uno del zaguero Diego López, quien mostraba sus jinetas. Esa selección charrúa, que empataría 1-1 ante el Chile del Matador en la fase final, terminaría yendo al Mundial Sub 17 de Italia 1991 clasificando en segundo lugar. En la Copa del Mundo el equipo sudamericano se iría en primera fase. Perdería 1-0 con España, 2-0 con Ghana y solo vencería 1-0 a Cuba. ¿El gol? Del capitán Diego López.

Tras buenos años en el River Plate de Uruguay, donde debutó en 1994, partió al Racing de Santander para la temporada 1996-1997. Antes, había debutado en la selección adulta, con la que ganó incluso la Copa América de 1995 con tan solo 21 años. Era, junto a Óscar Aguirregaray, uno de los centrales reservas de Eber Moas y Paolo Montero, justo quien era su mayor ídolo cuanto López tenía 16 años y Montero solo 20. Había debutado a los 18 años en Peñarol y para la entrevista de López en el Sudamericano Sub 17 de 1991 Paolo tenía menos de dos temporadas en Primera. Al menos buen ojo tiene.

Entre 1995 y 2004 Luis Diego López jugó 32 partidos en la selección uruguaya e hizo un gol. Nunca pudo ser titular indiscutido. Convivió siempre con Paolo Montero y durante muchos años con Alejandro Lembo y Gonzalo Sorondo. Su gran esperanza estaba en el proceso rumbo a Corea Japón 2002 que iba a iniciar en plenas clasificatorias a Francia 1998, proceso en el que se despidieron muchos de los jugadores que habían estado en Italia 90, las eliminatorias a EEUU 1994 y las Copa América del 91, 93, y 95. Ya para la Copa América de Bolivia, en junio de 1997, se comenzaron a probar nuevos jugadores. Aparecieron los Álvaro Recoba y los Sebastán Abreu. La lista de seleccionables crecería tres meses después. En septiembre de 1997 se jugaría la Copa Confederaciones y ahí Diego López sería titular haciendo dupla con Paolo Montero. Los orientales vencerían 2-0 a Emiratos Árabes, 2-1 a República Checa y 4-3 a Sudáfrica en fase de grupos. En semifinales caerían sorpresivamente 1-0 ante Australia. Por el tercer puesto perderían 1-0 con República Checa, los europeos vicecampeones de 1996 que se tomaron revancha de la fase de grupos.

Ya con la eliminatoria terminada y con Uruguay fuera de Francia 1998, el plan 2002 se ordenaba. Durante 1998 fueron sparring de varios equipos mundialistas, entre ellos de la Roja. El equipo celeste fue el “invitado” a la fiesta de despedida de la selección chilena en el estadio Nacional, recinto que durante las clasificatorias solo había podido ver en tres oportunidades a la dupla Za-Sa jugando juntos: los duelos con Ecuador, Colombia, Paraguay. Un 24 de mayo de 1998 el equipo de Nelson Acosta se despidió del país ante 62.000 espectadores. Fue una de las mejores tardes de la dupla Za-Sa, a pesar de tener en frente a la dura dupla de Diego López y Paolo Montero, los que parecían ser los titulares en el siguiente proceso. Tanto Zamorano como Salas anotaron en un partido que terminó con un 2-2 final, ante un Uruguay donde también estuvo el exIquique Juan Ferreri, además de Munúa, Gustavo Méndez, Pablo García, Federico Magallanes y Marcelo Zalayeta, entre otros.

Un año después vendría la Copa América de Paraguay 99 y López era fijo en la nómina. Le dieron la camiseta número dos para ser titular junto al 3 Fernando Picún, sin embargo ese sería el torneo en que un joven Alejandro Lembo (21 años) sacaría chapa de titular y caudillo de su Selección. Se quedó con el puesto en ese torneo y en los procesos eliminatorios siguientes hasta la aparición de Diego Lugano primero y Josema Giménez después. En Paraguay 1999 la selección de Uruguay venció a Chile por penales en semifinales, pero no se produjo el encuentro en cancha entre López y Marcelo Salas, protagonistas del Sub 17 ocho años antes. López, en ese año, ya jugaba en el Cagliari, equipo al que había llegado un año antes, y en el que finalmente se retiraría en 2010 como uno de máximos ídolos con 343 partidos y nueve goles.

Tras el retiro, Luis Diego López comenzaría una carrera de técnico que ya lleva seis estaciones y cinco equipos. Cagliari dos veces, donde dirigió a Mauricio Pinilla, el Bologna, el Palermo y el Brescia. En Sudamérica, igual que su contemporáneo Gustavo Poyet, solo ha dirigido una vez. Mientras el volante lo hizo en la UC, el defensor lo hizo en Peñarol con gran éxito entre 2018 y 2019. Obtuvo tres títulos y el premio a Mejor DT de 2018. Luego le tocaría un mal proceso en el Brescia, club del que fue despedido en diciembre de 2020. Es lo último que hizo Diego López en el fútbol. ¿Lo primero? El 14 -0 a Bolivia en el Sudamericano Sub 17 de Paraguay 1991.