Fue un gran arquero en la UC, obtuvo récords, pero como gerente técnico la han pasado (o se dejó pasar) bastante goles. Durante su gestión, el balance arroja que ha apuntado en mucho menos del 50% . El amiguismo, el mal ojo o tal vez algo más, hoy lo tienen como uno de los más criticados por la exigente parcialidad cruzada.
Crack
Ismael Sosa: En el fútbol transandino tenía cierto nombre y en San Carlos ratificó todo eso. Hizo goles y se transformó en el delantero cruzado más importante del último tiempo. Hoy juega en los Pumas mexicanos y los hinchas sueñan con su vuelta.
Buenos
Tomás Costa: Si no fuera por este último paso, estaría entre los cracks. Ahora se ha contagiado con el juego del Chiky y compañía.
Darío Bottinelli: Parecido a Costa. Tuvo un gran primer paso, pero hoy es suplente.
Regulares
Michael Ríos: Ha alternado buenas y últimamente muchas malas. Hoy es uno de los más criticados.
Marcelo Cañete: Dejó gusto a poco. Faltó tiempo para saber si se hubiese podido meter más arriba en esta lista.
Roberto Cereceda: Cumplió, pero su paso a la U fue muy mal visto.
Carlos Bueno: Hizo goles, pero nunca se identificó y partió a la primera oferta.
Franco Costanzo: Hoy es uno de los pocos que salva la plata. Llegó gracias a su amistad con el Tati cuando estaba retirado.
José Luis Muñoz: Ha tenido buenos momentos y los hinchas cruzados casi se mueren cuando estuvo cerca de irse a la U. Ahora es medio criticado, pero al menos siempre intenta.
Erick Pulgar: La UC se lo levantó a Colo Colo y hasta ahora ha tenido más buenas que malas.
Malos y malísimos
Roberto Ovelar: La imagen más recordada de su paso por la UC es un gol perdido: el que se comió solo ante Prieto en San Carlos.
Rodolfo Arruabarrena: Su trayectoria era indiscutible, pero llegó siendo un jugador casi retirado en un puesto donde no se necesita utilizar el cupo de extranjeros. En resumen, uno más que llegó por su amistad con el Tati.
Pablo Calandria: Como ironía los hinchas cruzados le pusieron «Cracklandria». Llegó como goleador e hizo poquitos. Después la rompió en O’Higgins.
Matías Pérez: Dijeron que alguna vez lo quiso el Barcelona, pero acá no demostró nada.
Kevin Harbottle: El típico jugador bueno para la pelota, pero lagunero como él solo. No ha logrado afianzarse en ningún equipo.
César Carignano: Otro de los «9» sin gol que trajo Buljubasich.
Matías Mier: Llegó como fichaje estelar desde Peñarol, pero en San Carlos se dedicó a subir de peso y a acomodarse a la banca.
Daúd Gazale: Nadie entendió muy bien por qué llegó a la UC. Salvo el gol de la final de Copa Chile a Magallanes, no hizo nada más.
Nicolás Trecco: Sus canciones eran mejores que su juego y eso es mucho decir. Para muestra, un click http://www.youtube.com/watch?v=GFeWDcgHIlY
Matías Campos Toro: Jugó siempre medio desganado, así que duró poco y nada.
Sixto Peralta: Tenía recorrido, pero en la UC no funcionó. Era un jugador que ya «venía de vuelta».
Fernando Cordero: Hoy por hoy es el jugador más criticado por la hinchada. No juega bien ni de puntero izquierdo, ni de laterla, ni de puntero derecho, ni de volante mixto.
Álvaro Ramos: La UC se lo luchó dólar a dólar a la U y lo ganó. Hoy los azules respiran aliviados, dicen que esa ha sido su mejor derrota.
Jonathan Bottinelli: Lento como él solo. Estuvo muy lejos de ser el «patrón» de la zaga.
Ramiro Costa: El «9» más antigol traído por el Tati. Nadie sabé cómo alguien que no conocen ni en Rosario llegó a la UC. Sólo Buljubasich sabe,
Matias Cahais: Parecido a Jonathan Bottinelli. Muy lento y pese a su currículum, no ha rendido.
Mauro Óbolo: En Argentina era pepero, pero acá, por alguna razón no lo ha sido. Si un «9» no hace goles, no hay cómo defenderlo.
David Llanos: Más que antigol, es casi gol. Siempre le falta algo.
Los que retornaron al club
Roberto Gutiérrez: Hizo goles importantes, pero su paso posterior a Colo Colo le quitó bonos con los hinchas. Hoy lo quieren de vuelta.
Mark González: Se fue joven tras billar en el club, pero su regreso no ha sido de los mejores. Lesiones y mal juego lo tienen en la mira de los hinchas.
Cristián Álvarez: Hasta hoy es uno de los ídolos del club y uno de los pocos que pone garra y corazón en esta UC alicaída.
José Luis Villanueva: El amor que demostró y sigue demostrando por la UC, suplieron un regular último paso.
Fernando Meneses: Su última etapa ha sido muy discreta.
Casos especiales
Llegaron en el segundo semestre del 2010, pero en estricto rigor, una semana antes que el Tati asumiera en propiedad.
Lucas Pratto: Fue un acierto. No tenía mucho nombre y sus inicios con la cruzada fueron complicados, pero terminó siendo figura e ídolo.
Juan Eluchans: Le hizo un gol inolvidable a Cobreloa y se ganó el corazón de los hinchas. Cumplió con creces.
Leandro Díaz: Un paquete. Llegó a llenarse los bolsillos y se fue para seguir siendo un jugador mediocre.