Si hay un ítem donde a la Universidad de Chile le ha ido bien, ese ha sido la contratación de zagueros nacionales. Así llegaron Luis Abarca desde Cobreloa, Ronald Fuentes de Cobresal, Ricardo Rojas de Unión Española, Rafael Olarra de Audax, Adrían Rojas desde Palestino, Osvaldo González de la U de Conce, se repatrió a José Rojas desde Independientes y se trajo de vuelta a Marcos González desde la UC.
Pero tras esta extensa lista, todos ellos campeones, se esconden otros que pasaron desapercibidos en la entidad azul. Acá te dejamos los siete más resistidos.
David Gómez:
Llegó desde Fernández Vial en 1993 para hacer la dupla de zagueros barbones junto a Rogelio Delgado. Joven, a pesar de su apariencia, era un habitual en las selecciones menores de la época y estaba siendo seguido para la adulta por Arturo Salah. El DT lo llevó a los azules, pero jamás pudo quitarle el puesto a Luis Abarca y finalmente terminó yéndose tras la llegada de Ronald Fuentes.
Pesro Reyes:
Llegó el 2002 luego de perder protagonismo en el Auxerre de Francia. Lento y pesado, estaba lejos de ser el jugador que fue figura en Colo Colo y en Francia 1998, donde incluso fue comparado con Elías Figueroa. En la U siempre fue resistido, y más aún cuando un autogol suyo los dejó fuera de playoffs.
Franco Quiroz:
Nadie sabe cómo llegó a la U en el 2003 tras no haber podido destacar en Universidad Católica. Aún así jugó varios partidos por los azules, pero no pudo relanzar su carrera. Luego comenzó a deambular por equipos con menos expectativas, como Antofagasta y La Calera.
Christian Thompson:
Es uno de los refuerzos más incomprendidos en la historia de Universidad de Chile. Sin ser figura rutilante en Antofagasta, llegó a la U para ser el patrón de la zaga en el 2003. Estuvo muy poco, pero podrá contarle a sus nietos que le hizo un gol a Colo Colo en el Monumental.
Rodrigo Rivera:
Sin destcar en Coquimbo Unido, donde nunca fue titular indiscutido, llegó a la U cuando era representado por Leonardo Rodríguez. En los estudiantiles no mostró nada para ser titular y rápidamente volvió a equipos de menos categoría.
Juan González:
No era un mal jugador, incluso hizo goles importantes, pero nunca tuvo aspiraciones de ser titular en equipos donde destacaban Victorino, Olarra, entre otros. Perfectamente ese espacio pudo haber sido ocupado por un jugador de proyección.
Juan Abarca:
La U apostó todas sus fichas al capitán de las selecciones juveniles. Pese a su estatura había demostrado ser un buen defensor. Hasta Jorge Sampaoli quiso darle oportunidades, pero el ex Huachipato y Villarreal nunca demostró ser más que el resto. Coemnzó a partir a préstamo y hoy ocupa un segundo plano en Wanderers.