Había pasado la Copa América 2007, la de los jamones y la mermelada, y seis jugadores estaban castigados por la ANFP por la escandalosa estadía en Puerto Ordaz: Jorge Vargas, Pablo Contreras, Álvaro Ormeño, Rodrigo Tello, Jorge Valdivia y Reinaldo Navia. Tres volverían a la Roja de la mano de Marcelo Bielsa, el DT que llevaría a Chile de vuelta al Mundial tras doce años de ausencia. Potencia Vargas, Ormeño y Navia desaparecerían del mapa
El Loco llegó ya comenzado el segundo semestre de 2007, a pocas semanas del debut en Clasificatorias ante Argentina en Buenos Aires. Para eso, y antes de una gira a Europa para jugar ante Austria y Suiza, armó un microciclo con trece jugadores del medio local. Esos mismos microciclos que se pusieron de moda en la época de Reinaldo Rueda, con los Stefan Pino, Raúl Osorio, Augusto Barrios, Jaime Carreño y Diego Cayupil. Microciclos que hace pocas semanas tuvieron su última edición, ya en la Era Martín Lasarte, con Brayan Cortés, Leo Gil, Zacarías López, Pablo Parra y Marco Bolados poco antes de los recientes duelos ante Argentina y Bolivia. Igual que con Bielsa, con Lasarte algunos jugadores vistos por fin in situ quedarían fuera del proyecto, al menos del inmediato.
Marcelo Bielsa, en su primer microciclo, nominó a Christopher Toselli; Gary Medel, Waldo Ponce, Miguel Riffo; José Contreras, Gonzalo Fierro, Arturo Sanhueza, Manuel Iturra, Roberto Cereceda; Carlos Villanueva; Rodolfo Moya, Marcelo Salas y Eduardo Rubio. El rosarino había firmado un 7 de agosto y estos entrenamientos de tres días comenzaban el 21 de ese mes. Fueron catorce días de espera donde el DT eligió lo mejor de la liga chilena para entrenarlos durante 72 horas. Hubo dos jugadores que nunca más aparecieron: José Contreras y Arturo Sanhueza.
Lo de Contreras se entendía por la cantidad de jugadores que tenía en el puesto. Para stopper derecho pensaba desde un comienzo en Cristián Álvarez, luego aparecería Gary Medel y algunos del exterior como Ismael Fuentes y Pablo Contreras. Para volante derecho, el mismo Medel, más Fierro, Iturra, Vidal. Al final ese puesto sería para Millar e Isla.
Lo de Arturo Sanhueza fue odio a primera vista. El volante estaba muy considerado por el DT por lo visto en el tricampeonato albo 2006-2007, hasta antes de su llegada, además del liderazgo del vicecampeonato en la Sudamericana 2006. En 2007 agarraba capitanía en los albos y también por la Roja en la Copa América 2007. El de las mermeladas y jamones. Sanhueza había estado en las carpetas del rosarino en sus primeras reuniones con Harold Mayne Nicholls antes de firmar. Al verlo entrenar en vivo, todo cambiaría.
La historia cuenta que en esos tres días en las canchas de la Liga Aeropuerto, el primer Rey Arturo exasperó a Bielsa. No cumplía con los ejercicios que le pedía Bonini ni los que quería él en cancha. Compartía entrenamientos con Manuel Iturra, por entonces siete pulmones azul que cumplía con todo lo requerido. Sanhueza era parte de un grupo de catorce jugadores por los que se convenció Bielsa de firmar en Chile. En el camino se irían los Álvarez, los Moya, los Rubio, los Iturra, y aparecerían Carmona, Beausejour, Orellana, Estrada, entre otros.
Sanhueza pasó a la historia como el “primer cortado de Bielsa”. La enemistad se salía del ámbito futbolístico, al punto que cuando el rosarino se fue del cargo en 2010, Sanhueza dijo públicamente, gritó más bien, “Por fin se fue Bielsa”, mientras aplaudía dirigiéndose a camarines tras una práctica en el Monumental.
Hoy el corte lo sufre Leonardo Gil, el volante que incluso llegó a asomar en varias formaciones tentativas como titular ante Argentina tras presentar sus credenciales en el microciclo de Lasarte, pero que finalmente no fue considerado en extensas nóminas para Clasificatorias y Copa América.
¿Será el “primer cortado de Lasarte”? Deberá trabajar mucho para tener un puesto en el mediocampo donde ganan seguridad Pulgar, Aránguiz, Vidal, Galdames, Alarcón y Baeza. Donde entró Marcelino Núñez, de donde salió Juan Leiva, y donde esperan Ignacio Saavedra y Víctor Méndez. Con todos esos tiene que competir Leonardo Gil. El volante que Lasarte vio en vivo, pero que no entró en ninguna nómina.