La Copa América es un lugar común

TROFEO-Copa-America

Doce equipos se van de Copa en una larga y angosta franja de tierra. De norte a sur, de cordillera mar.  Por la Roja de Todas, Jorge Luis Sampaoli Moya, el oriundo de Casilda, intentará que la Copa se mire y se toque. Todo para que ese trofeo esquivo brille en las vitrinas de nuestro país. “Nosotros te vamos a cuidar, te vamos a querer”.

Paraguay tiene que jugar paradito y meterla, Bolivia no podrá hacer la ola, los partidos con México serán picantes y Uruguay jugará más con garra que con fútbol. Jamaica será un David en un grupo con puros Goliat, pero en la cancha son once contra once. Sus partidos serán de alto vuelo y los delanteros rivales tienen que aprovechar las falencias de algún defensa vola’o.

Es una justa deportiva que une a un continente. América es para los americanos y tenemos que respetarnos. El fútbol está y nosotros estamos. ¿Si ganamos? Si ganamos tenemos que celebrar en todo lo que es la Plaza Italia, centro neurálgico de las celebraciones nacionales. Celebraciones que han sido escasas, pero memorables. Es que Chile está acostumbrado a sufrir. Sin sufrimiento no vale. Nos levantamos una y otra vez cuando la fuerza de la naturaleza nos ha dejado en el suelo.

Contra Ecuador comenzamos tibios. Sufriendo no vale, repito. Al final ganamos. Hasta medio a cero servía. El Pitbull Medel mordió, Mena no nos jugó chueco, Alexis no alcanzó a maravillar, Valdivia no sacó su varita mágica, pero Vidal demostró que sigue siendo el Rey y no ha abdicado a favor del Príncipe Charles Aránguiz.

La Copa América del fin del mundo tendrá a Messi, la Pulga que quiere dejar su picadura en Chile y espera que la participación argentina no sea digna del tango más triste. Brasil querrá ser campeón a punta de samba, Colombia bailar cumbia y salsa. Su tarea es que en el entretiempo el café no sea cargado. ¿Y si no toca con Perú en ronda de «muere muere»? Eso será la versión moderna de la Guerra del Pacífico. Mejor jugar con Paraguay, ya que Valdivia es el dueño del “Tereré”. También sería bueno tener a Venezuela como rival y demostrarle en nuestra casa que el vino tinto es chileno. Nosotros tratamos mejor a la gordita regalona, la caprichosa que durante este magno evento toma el nombre de Cachaña.

Ahora a pensar en Bolivia. Que ese partido no sea un mar de dudas. Ojo con Marcelo Moreno. Es un gran jugador que no tuvo la posibilidad de demostrarlo en el duelo frente a México, pero que todos sabemos lo que puede rendir. Tiene hambre de gloria y cuenta con la confianza del técnico. Han trabajado bien durante la semana y no desmerecen al rival. No hay rival chico, hay desilusiones grandes. A ganar el viernes en el coloso de Ñuñoa.

Eso fue todo queridos internautas. Gracias por tanto, perdón por tan poco. No olviden que la pelota no se mancha.

Gracias totales.