Guerra, el venezolano del Conce que sacó a un DT de la Roja

En sus papeles oficiales es Dioni, en sus redes sociales es Diony. Para los menos, es Dionni. Las páginas de estadísticas, todas, dicen que llegó a Deportes Concepción en 1996 y que estuvo hasta 1997. En realidad llegó a mediados de 1995 y fue figura en varios partidos televisados de los penquistas, en Copa Chile y en Torneo Nacional. De inmediato su nombre comenzó a repetirse en el fútbol chileno, y también en Venezuela, país al que nunca había defendido, pese a que en estas mismas páginas de estadísticas dice que fue seleccionado desde 1993.

Lo cierto es que a fines de 1995 fue entrevistado por Don Balón y contaba que su sueño era llegar a su selección, justo a pocos meses de comenzar las Eliminatorias rumbo a Francia 1998. Chile tenía libre en la primera fecha y debutaba en la segunda ante Venezuela en Barinas, un partido que tendría mucha historia.

En 1995 Guerra tuvo como gran socio a Jorge Coke Contreras en Concepción. Compartió ataque con el paraguayo Óscar Ferreyra, con el chileno Eduardo Ovalle, pero sobre todo con el pequeño argentino José Horacio Lugo. El delantero venezolano, que venía desde Minervén, jugó 17 partidos e hizo tres goles. Fue una de las revelaciones de ese torneo y para 1996 esperaba ser una realidad. Su meta sería estar entre los cinco primeros.

José Horacio Lugo se iría a Alianza de El Salvador, pero llegaría Juan Carreño desde Cobreloa, el hondureño Wilmer Velásquez, el uruguayo Marcelo Fracchia, el argentino Daniel Cangialosi y se mantendría el Coke Contreras.  También seguiría Fernando Cavalleri en la banca y lograrían el concurso de José Daniel Morón, de breve paso por el Everton del presidente Jorge Loco Castillo. La meta era pelear arriba y la dupla Carreño y Guerra sería clave. En Concepción aún los recuerdan como un dúo de temer, sobre todo jugando de local en Concepción.

Guerra finalmente llegaría a su selección a comienzos de 1996. Con ellos jugaría nueve partidos y haría un gol. Justamente esa anotación sería a Chile, país en donde se desenvolvía, en un equipo que en esas Clasificatorias pondría a Luis Chavarría, Jorge Contreras y Juan Carreño en la Selección Chilena. Eran buenos tiempos del Conce, un gran año para Guerra.

El 2 de junio de 1996 el veloz delantero penquista abriría tempranamente la cuenta ante el Chile de Azkargorta en Barinas. Para esos tiempos, un resultado casi vergonzoso ante una escuadra a la que se le ganaba en Chile, en Venezuela y en cancha neutral. Guerra decía otra cosa, jugando además uno de los mejores partidos de su carrera. Si no es por la “tibia y peroné” de Javier Margas en el último minuto, la Vinotinto se quedaba con un resultado histórico. El empate igual era malo para Chile y detonó la salida del Vasco Xavier. “Esperemos que esta vez, sí, una vez muerto el perro, se acabe la rabia”. A los pocos días era presentado Nelson Acosta, colista con Unión Española en el campeonato nacional donde Dioni Guerra era protagonista. Ese 1996 jugó 17 partidos e hizo seis goles.

La estadía del delantero, en su selección y en Concepción, tendría corta vida. En la Octava Región estuvo hasta 1997, siendo la figura del equipo en el Apertura con cuatro goles en doce partidos. Llegaban ofertas hasta por 500 mil dólares, pero la directiva lila se entusiasmaba con venderlo en dos millones. Una oferta de ese tipo jamás llegó y Guerra terminó yéndose ya iniciado el Clausura por solo 60 mil dólares, y por la puerta chica, al “nuevo rico venezolano” Deportivo Chacao del Grupo Parmalat, conocido también como Deportivo Italia, Italchacao y hoy Petaré. Se fue peleando con dirigentes, con acusaciones cruzadas, casi escapando de Chile. Había tenido dos buenos años en el Sur de Chile y le abrió la puerta a sus compatriotas. En 1998 llegaría Miguel Echenausi y José González a la Universidad de Concepción, y ya en los 2000 el arribo de jugadores de ese país se destaparía. Dicen que el primero fue Ildemaro Pastrana en 1934 jugando para Santiago National. En 1990 en Concepción y en 1992 en Fernández Vial jugó Héctor Bidoglio cuando aún era argentino. En la época moderna no hay dudas. El carismático Dioni Guerra es el pionero.

En 2017, con la crisis desatada en su país, volvió a Chile con su pareja penquista y su hijo mayor chileno. También con dos niñas venezolanas. Se radicó en Concepción, como tantos de sus compatriotas, pero sumando a su favor su gran paso por el León de Collao, teniendo consigo el cariño de los hinchas que no se quedaron con la pelea chica de su repentina partida en 1997. Se ganó la empatía con sus golazos, sus corridas por la banda, sus celebraciones y su buena dupla con el Coke y también con Carreño. También por ser el venezolano que “puso” a Nelson Acosta en la Selección Chilena con su gol y partidazo en Barinas. Guerra su apellido, Dioni, Diony o Dionni su nombre.