En la carpeta venían nombres para usar, guardar y regalar. El empresario argentino Rubén Magdalena, ex jugador de Unión Española en los 70, había llegado hasta donde Jorge Lulo Socías, DT de la U, para ofrecerle al nuevo 10 tras la salida de Óscar Román Acosta por bajo rendimiento debido a problemas personales.
El primer semestre de la U en 95 había sido malo. Se fueron eliminados de la Copa Libertadores ante la UC, en un repechaje, luego de tener la clasificación amarrada,, y además habían fallado en la contratación del reemplazante de Raúl Aredes. Para peor, Cristián Traverso, uno de los defensores revelación del torneo argentino no daba pie con bola. Nadie podía creer lo malo era. Él mismo ofreció irse. Lo pensaron, pero justo comenzó su repunte que hoy lo tiene como ídolo azul tras dos grandes años en la U.
Socías necesitaba un golpe de timón. Víctor Higo Castañeda y Hugo Bravo, y en menor medida Juan Quiroga, luchaban por acompañar a Esteban Valencia, pero el Lulo estaba empecinado en traer un 10 extranjero. Ahí fue cuando llegó Magdalena con la carpeta milagrosa. En realidad eran muchos nombres, pero solo estaba interesado en poner a un 10 en los azules: Germán Ricardo Martellotto.
Germán Martellotto, no Bruno Martelotto que luego jugaría en Antofagasta y Ñublense, era un fino volante de creación argentino que deslumbró en Belgrano, Rosario Central y Deportivo Español. Estuvo en las primeras nóminas de Alfio Basile en la selección a inicios de los 90. Junto a Sergio Vázquez, Diego Simeone, Diego Latorre, David Bisconti, Antonio Mohamed, Darío Franco, Ariel Boldrini, Claudio García, entre otros, eran parte de la nueva camada de jugadores transandinos que el Coco quería darle minutos rumbo a EEUU 1994.
En 1991 Martellotto había participado como titular en un histórico 2-2 en Wembley con increíble remontada argentina. En los 90 fue figura del fútbol mexicano defendiendo al Monterrey. Desde ahí llegó a la selección. Luego pasaría al América de México de Barticciotto y en 1995 iría a Pachuca. A mitad de año le buscaban equipo y sabían que la U buscaba un 10.
Magdalena no pudo convencer a Socías, a quien solo le interesó Leo Rodríguez. O el Leo, o nadie de ese representante. Todos hicieron los esfuerzos y se concretó el fichaje del bicampeón de América 91 y 93, mundialista de EEUU 1994 y con pasos por el Atalanta de Italia y el Borussia Dortmund de Alemania. En la U sus futuros compañeros no lo podían creer. En Colo Colo dicen que ellos también estuvieron cerca, aunque ya tenían a Espina y Etcheverry en ese puesto. El Leo llegó a la U, a la Universidad le decía él. Al final terminó haciendo escuela.
¿Y Martellotto? Siguió en Pachuca hasta 1996. Se retiraría en 1997 en Deportivo Español, solo dos años después de su casi llegada a la U en vez del Leo Rodríguez. Punto para el Lulo Socías.