Le apuesto que ni se acordaba de ese nombre, pero fue verdad. El 2011 Colo Colo lo presentó en la Noche Alba como un zurdo que pintaba para crack en las inferiores de O’Higgins y que tenía como aval ser uno de los spárrings escogidos nada más y nada menos que por Marcelo Bielsa.
Eso fue suficiente para que los ojos (bolsillos) expertos de Guillermo Mackenna e Ivo Basay se convencieran de ficharlo como una gran apuesta. ¿Cómo le fue? Mal, pésimo, horrible y súmele todos los sinónimos que quiera. El jugador sólo sumó 86 minutos en tres partidos y más encima, su mala inscripción hizo que Colo Colo perdiera el punto que había obtenido en cancha ante Cobresal.
Todo mal para Joan, quien pasó totalmente inadvertido por el Monumental y terminó yéndose cedido a San Felipe. Ahí Mackenna seguía pensando en la explosión del jugador, pero nada de eso ocurrió. En los del Aconcagua jugó 10 partidos en todo el año y anotó un gol, números que lo terminarían alejando del fútbol rentado.
En 2013 regresó a Rancagua, pero no a O’Higgins. Fichó en Enfoque, club de la Tercera División A (cuarta categoría) del fútbol chileno y para esta temporada, ya con 25 años, dio el salto (?) y se transformó en el fichaje estelar de Independiente de Cauquenes, cuadro que milita en la misma división. Las cifras del traspaso no fueron develadas…