Nueve “traiciones” del Siglo XXI desde la UC a la U que dolieron en Los Cruzados

Sergio Gioino pasó sin escalas desde Universidad Católica a Universidad de Chile. No dolió. Otros formados en San Carlos, el Pato Galaz, Droguett, César Cortés o Beausejour, se pusieron la camiseta de la U durante este siglo. No dolió. Un campeón del 2002 y del 2005, como Albert Acevedo, con los años cambió de bando. Ni se inmutaron en las huestes cruzadas. 

El tema es que hay otros nueve jugadores a los que en Católica le agarraron un cariño especial y éstos se cambiaron, o se intentaron cambiar de vereda, al equipo que en la precordillera reconocen como el rival número uno del club. Las razones son distintas, económicas en muchos casos, pero también el poco interés de la directiva de los cruzados por conservarlos o repatriarlos.

Acá un listado de los nueve jugadores que pudieron haber sido referentes del club, pero que por una decisión de incluso seis meses perdieron el cariño unánime del especial hincha cruzado. El orden lo ponen ustedes.

1 – Paulo Garcés: Formado en la UC. Hace poco dijo que los hinchas le recuerdan siempre los tres goles que permitió en la llave ante Peñarol por los cuartos de final de la Libertadores 2011, que desde ahí nacía la mala relación que actualmente tiene con ellos. El dato puede estar errado, ya que en los siguientes partidos fue vitoreado en varias oportunidades por la hinchada para levantarle el ánimo en lo que quedaba del Apertura 2011. Para el cruzado que lo ovacionó el 2010 cuando fue cambiado por Toselli en el último partido del título ante Everton, y que lo respaldó desde que comenzó a jugar en la UC, lo que más dolió es haberse cambiado de vereda a la U, el equipo que justamente le había provocado el gran dolor en la final del Apertura 2011. Tras salir de los cruzados a mitad de ese año, pidiendo mejoras económicas que no estaban acorde al club que había despilfarrado dos torneos en el mismo semestre, arregló con la Universidad de Chile de Sampaoli, pero fue enviado a préstamo a La Calera, donde no jugó. En el 2012, ya de vuelta en la U, intentó identificarse con el club, pero el 2013 ya estaba afuera. Ese año, en O’Higgins, fue cuando le declaró la guerra definitiva a los cruzados enrostrándole el título en la cara a la barra. Luego Colo Colo y nunca más. El distanciamiento es mutuo desde ambas partes. “Al hincha de la UC yo lo respetaba y quise mucho”. dijo. Tiempo pasado.

2 – Fernando Meneses: Caso distinto. El volante nunca jugó en la U, pero lo único que quería era hacerlo, pese a haberse convertido en símbolo de la UC 2010-2011. Sampaoli estaba obsesionado con él, con Cereceda y con Hans Martínez. Solo pudo llevarse al zurdo, por más que el volante presionó por su salida, al punto de autodespedirse en enero de 2012, pero solo para terminar yéndose a Alianza de Lima. En UC, pese a las demandas, le abrieron de nuevo la puerta a mitad de ese año y volvió para tener una buena Sudamricana 2012, pero en mayo del 2013 sufrió una grave lesión. Volvió a jugar el segundo semestre y otra vez una buena Sudemericana 2013. En  el primer semestre del 2014 fue cortado por el DT Rodrigo Astudillo por poco compromiso con el club, mientras se mostraba abierto a volver a Colo Colo en reemplazo de Fuenzalida, que se iba a Boca Juniors. Le UC le dio una nueva oportunidad en el segundo semestre del 2014, donde jugó 4 partidos y se despidió para siempre de la UC, el club en el que pudo haberse convertido en un jugador identificado si apostaba por eso.

3- Francisco Arrué: Quizá la que más duele. Formado en Colo Colo, pero referente del club al que llegó el 2001 proveniente de Santiago Morning, y al que volvió el 2005 desde el Puebla de México, justo antes de que Jorge Pellicer armara el equipo campeón del Clausura 2005, donde fue figura jugando al lado de Jorge Ormeño, y por atrás de Darío Conca. Tras la anunciada partida de Eduardo Rubio al Cruz Azul a fines de 2006, Pancho negoció su renovación como capitán del equipo para el Apertura 2007. Años más tarde reconoció que se cerró mucho en la opción de un buen aumento de sueldo por su nuevo estatus de capitán, incremento que en la UC desestimaron, ofreciéndole lo mismo y dos años más de contrato. Arrué pegó el portazo y se fue por la misma plata a la U para jugar el Apertura de Capitano y Pinilla, pero luego ser parte del renacer con Salah, Montillo y Salas. La UC, con la plata de Arrué, a los pocas semanas concretaría el regreso de Cristian Álvarez desde River Plate, quien se quedaría con la jineta. Arrué nunca más volvió a la UC, pese a jugar hasta el 2016 con 39 años,

4- Rodrigo Barrera: Cuando se había reconciliado con la UC el 2002, el segundo semestre del 2004 volvió a la U. El Chamuca siempre fue hincha azul, pero mientras jugaba en la UC lo tenía calladito. De la camada de Tupper, Parraguez, Tudor, Romero, entre otros, se identificó con los cruzados, en los que jugó hasta fines de 1995. En el 96 se fue al Necaxa y a mitad de año volvió a la UC, donde en menos de un mes no lo quiso ni Manuel Pellegrini ni Fernando Carvallo. Estuvo parado seis meses y en 1997 apareció en la U, equipo con el que volvió a la selección, jugó clasificatorias, hizo un gol y fue al Mundial de Francia. Tras eso solo un gran suplente de Pedro González, Báez, Maestri, Rivarola y compañía. En 2002 Juvenal Olmos lo trajo de vuelta a la UC para suplir el regreso de Jaime González al Bari. Jugó 16 partidos, hizo 4 goles y fue campéon con los cruzados. Para el Clausura volvió Jaime González y Barrera jugó menos. Luego pasó por Chipre y en el Clausura 2004 volvió a la U, concretando una nueva “traición”, esta vez en el Siglo XXI del goleador histórico de la UC.

5 – Jorge Acuña: Quiere hacer su despedida en San Carlos, pero aún no consigue el visto bueno. Es que los hinchas cruzados no lo quieren tanto como lo querían hasta 2005, donde incluso se perdió un recordado penal ante Unión Española en el Apertura. No importaba, había sido figura en el torneo del 2002, había llegado a la selección y había dejado buena plata por su paso al Feyennord. La vez del penal, había vuelto un año antes para ser parte de los Pirulácticos en el Clausura 2004. Tras el penal errado volvió a Europa para ser parte del Rossendal, pero en 2007 pegó la vuelta para estar cerca de la selección que se preparaba para la Copa América. La UC no lo quiso y esta vez firmó en la U para jugar con su compadre Mauricio Pinilla. Ese semestre Pinilla y Acuña la rompieron, pero no en la cancha precisamente. Cruzado de corazón, pero con esa espinita de seis meses que lo alejó del cariño de los cruzados. ¿Habrá despedida en San Carlos?

6 – Patricio Ormazábal: Formado en casa, cruzado de tomo y lomo. Salvavidas de varios técnicos desde 1997 en adelante. Fue volante de contención, lateral derecho, lateral izquierdo, carrilero por ambas bandas, hasta volante de creación. Figuraza en el título del Apertura 2002 jugando con la 10. Un incansable que en 2003 partió al San Lorenzo campeón de la Sudamericana, y que luego estuvo en un competitivo Arsenal de Sarandí. En enero de 2005 se completó la traición. Firmó en Universidad de Chile para ser el volante de contención en el equipo de Héctor Pinto que jugaba Copa Libertadores. Tuvo un gran semestre y partió a México. En 2006 volvería a la U, donde formaría una gran sociedad con Marcelo Salas, adentro y afuera de la cancha. Jugaría todo ese año en los azules, y en 2007 volvería a la UC de Del Solar, pero ya no sería lo mismo. Se había ido siendo figura, y ahora, con un figura un poco más gruesa, estaría 2007 y 2008 siendo solo una buena alternativa de cambio. 

7 – Marcos González: Dolió más en la forma cómo se fue. Tras ganar el título del 2010 con Pizzi, en 2011 dilató su regreso a las canchas tras una lesión, mientras negociaba con Universidad de Chile de Sampaoli, que buscaba un reemplazante tras la salida de Mauricio Victoriano, y con Juan Abarca como única opción. Finalmente, y gracias a no haber debutado, pudo firmar por la U con el torno ya andando, En la UC siempre cumplió, incluso en algunos partidos hasta fue lateral derecho, sin embargo en San Carlos se le recuerda mucho por haberlos dejado plantados en el Apertura 2006 tras ser presentado y partir a EEUU, y en 2011, cuando dejó al equipo poco antes de la Copa Libertadores.

8 – Daniel Pérez: Súper Ratón era parte del plantel de la UC ya desde el 2000, año en que estuvo a préstamo en Everton. El 2001 estuvo cortado por Wim Rijsbergen, pero Juvenal Olmos lo rescató cuando asumió en mayo. Ese año fue figura, y en 2002 fue número puesto en el equipo que logró el título. Era él, Norambuena y alguien más en ofensiva. Humilde, muy querido por la hinchada. Partiría el 2004 a Cobreloa, pero el 2006 cruzaría la vereda para jugar en la U. Era querido el “Diamante de Ébano” en San Carlos.

9 – Roberto Cereceda: Al igual que Marcos González, se fue a la U bajo insinuaciones de simular una lesión, en este caso, para no jugar ante el que sería su nuevo equipo. Fue en la ida de las semifinales del Clausura 2011, sin embargo el lateral se defendió rápido de  lo que deslizó José María Buljubasich, gerente deportivo de los cruzados. “Dijeron que me hice el lesionado en el primer partido, pero en la vuelta se supone que no tenía el alta médica y yo tomé la decisión de tomar la decisión de entrenar y jugar. Yo arriesgué una lesión porque quería salir campeón con la UC. Traté de recuperarme para jugar y además lo hice bien», dijo una vez consumado su paso a la U de Sampaoli. “Lo único que sabía era por los periodistas, cuando me preguntaban por Colo Colo o me decían que me queria la ‘U’. Yo no sabía qué iba a pasar conmigo, me junté con mi representante hace dos días y ahí supe lo que pasaba. Después tomé la decisión de irme a Universidad de Chile», dijo el lateral que había renacido en la UC tras un doping positivo cuando defendía a Colo Colo.