El hermano que frustró el pase de Lionel Scaloni a la UC

Cada cierto tiempo se viraliza la historia de Carlos Henrique Raposo, el «futbolista estafador» que llegó a estar en varios planteles profesionales sin haber jugado ni un minuto. Bueno, uno de esos mismos jugadores frustró la llegada de Lionel Scaloni a Universidad Católica en 1994. El mismo que en 1997 sería campeón del Mundial Sub 20 jugado en Malasia. Un gol suyo abriría el camino para el triunfo de 2-0 sobre Brasil en la final. Antes de los 20 años ya tenía tres fichajes a su haber. Uno en Newell’s para jugar juveniles, otro en Estudiantes de La Plata en 1996 y un tercero en Deportivo La Coruña a fines de 1997. Todos habían sido junto a su hermano Mauro Scaloni, un volante con poca marca y poco ataque. Anotó solo un gol en toda su carrera. Fue por la Reserva de Estudiantes ante River Plate. La estrella que se borda hasta hoy. 

El bueno de los Scaloni era Lionel. Era bueno, bueno. Carrilero derecho de los que acostumbraba a sacar Newell´s Old Boys, que en los 90 colocó a Julio César Saldaña en Boca Juniors y a Marcelo Escudero en River Plate. La UC se había beneficiado con Ricardo Lunari en 1993 y ahora iría por Lío Scaloni, mucho más potente que el Cadi, al punto que a los pocos años pasaría a jugar de lateral derecho, posición con la que disputó el Mundial de Alemania 2006 con Argentina. 

Universidad Católica y Lionel Scaloni se cruzaron en el verano de 1994. Fue a inicio de febrero de eso año, en el tradicional Torneo Latinoamericano Sub 16 de Mar del Plata, organizado hasta hoy por el Club Quilmes del Mar del Plata. La UC, junto a otros equipos extranjeros, viajó hasta el balneario trasansdino para enfrentar a las categorías 1978 de clubes argentinos de Primera División, más algunas Escuelas de Fútbol y equipos locales. Los cruzados irían con la Sub 15 de Gino Valentini, jugadores nacidos entre el segundo semestre de 1978 y el primero de 1979. Scaloni, la figura de Newell`s Old Boys con la 10 en la espalda, había nacido en mayo del 78. Medía 1,83.

Católica llevó a Franco Quiroz, Bruno Pesce, Rodrigo Varela, Christian Gómez, Patricio Ormazábal, Francisco Flores, entre otros. Los últimos dos, parte del plantel campeón del torneo de 1997. Los pequeños cruzados fueron huesos duros de roer para los gigantones argentinos, mayores que ellos por casi un año. Cayeron con Rosario Central y Newell`s Old Boys. El campeón fue Lanús. Los cruzados se devolvieron a Chile varios días antes de terminar el torneo.

Estando en Mar del Plata, fue el padre Ángel Scaloni quien se acercó al dirigente cruzado Ándres Alvarado y al DT Gino Valentini por recomendación del propio Ricardo Lunari. Quería que su hijo jugara en la UC. En realidad, sus dos hijos. Terminado el torneo en Mar del Plata el espigado volante viajó a Chile a fines de febrero. Se presentaba temprano en San Carlos, por lo que le tocó entrenar con los Sub 20 que ya se codeaban con el primer equipo. A cargo de Fernando Carvallo, tiraba paredes con Rozental, Poli, Jorge Vargas, Nelson Garrido y Alex Varas. No era mucho lo que tenía demostrar, estaba por sobre la media. Ya lo habían visto incluso de las selecciones juveniles de Argentina. El trato estaba hecho. Valentini y Fernando Carvallo habían dado el visto bueno tras casi dos semanas entrenando con la UC. Ahora le tocaba a su padre poner las condiciones.

El pase de Scaloni para llegar a la Sub 16 de Universidad Católica costaba 10.000 dólares. Una ganga para la clase de jugador que era. La trampa es que Ángel quería otros 10.000 dólares por su hermano Mauro, quien ya tenía 18 años y que entrenaba en Newell`s por el mismo trato que querían hacer en la precordillera chilena. La UC no aceptó. Una decisión que hasta el día de hoy lamenta Valentini, la de no haber convencido al dirigente cruzado Juan Carlos Benítez. Perder 10.000 dólares por Mauro Scaloni era un pelo de la cola para lo que se podía ganar por Lionel, el hermano bueno.

Los Scaloni, que habían viajado en auto, volvieron a Rosario. A los pocos meses vendrían con Newell´s a jugar contra la Sub 20 de Chile. Otra vez Ángel intentó poner a su hijo en la UC, e incluso lo dejó entrenando en Chile. El DT de cadetes rosarino, Jorge Griffa, pondría el grito en el cielo. Intentaron hacer un pack de 15.000 dòlares por los dos hermanos, pero en la UC se pusieron firmes de no contratar a Mauro. Un año más tarde, en 1995, Lionel Scaloni debutaría en Newell`s Old Boys, algo que Mauro nunca pudo hacer hasta que estuvo en 1996, año en que Lionel se peleó con la dirigencia de los leprosos, razón suficiente para que Ángel agarrara a sus dos hijos y se los llevara a Estudiantes de la Plata. Lionel ya era jugador profesional y exportable. Los pincharratas no tuvieron problemas en pagar también por Mauro Scaloni.

En Estudiantes Lionel fue figura jugando de volante derecho. Mintras televisaban para Chile uno de sus primeros partidos, el dirgente Juan Carlos Benítez llamó a Gino Valentini para pedirle perdón por lo que se habían perdido. Lionel era crack. No estuvo en el Sudamericano Sub 20 de 1997 en Chile, pero sus participaciones en La Plata le valieron el llamado al Mundial asiático. Pese a sus 19 años tenía voz en el Estudiantes del Profe Daniel Córdoba. Tras ganar el Mundial con Argentina se le plantó a la dirigencia pincharrata por no incluir a Mauro en la lista de buena fe de la Supercopa. Su estadía en el club también estaba a punto de terminar.

Y así no más fue. A los pocos meses se fue por cinco millones de dólares al Deportivo La Coruña. Ése es el negocio que en la UC creen que perdieron de hacer. Lionel llegaba a La Coruña como una de las grandes promesas sudamericanas. Era el equipo de Manuel Pablo, Fran, Donato, Naybet, Mauro Silva, Djalmina, Víctor y Paco Molina. Era el equipo de todos ellos y también sería de Mauro Scaloni, el hermano que nunca jugó en el primer equipo de Estudiantes, pero que había anotado un gol en la reserva. El padre Ángel Scaloni había logrado incluirlo en el traspaso. Ya tenía 21 años y cero minutos en Primera.

Lionel Scaloni se hizo un nombre en Europa. En el verano del 2000 perdería con Argentina la clasificación a los JJOO de Sidney ante Chile, pero se reivindicaría en España. Fue campeón con La Coruña en el 99-2000. Le sumaría dos Supercopa y una Copa del Rey. En 2006, después de jugar el Mundial con Pekerman, mismo DT de Malasia 97, partiría al West Ham United, cortando también el contrato de Mauro Scaloni en España, quien todos esos años había estado en la filial de La Coruña, pero solo jugando partidos amistosos. A los 30 años volvería a Argentina para dedicarse al campo.

Lionel Scaloni tenía 28, pero ya hablaba de la parte final de su carrera. En 2004, en entrevista con El Mercurio, había dicho que quería sacarse la espinita de retirarse en Católica, encantado con las instalaciones y con el trato de Gino Valentini, quien compartió innumerables veces con Ángel y su esposa. La promesa de terminar en Chile no lo cumpliría. Jugaría en Racing de Santander y en Atalanta con Mauricio Pinilla. También andaría por la Lazio y el Mallorca. Se retiraría en 2015. Ahora su sueño sería otro: dirigir a los cruzados. Y lo dijo en 2019, cuando ya entrenaba a la selección argentina, esta vez en entrevista a La Tercera. Para eso hay tiempo al menos. Hay que ver qué tanto le suben los bonos entre 2021 y 2022. Y si no, que mande al hermano.