Escandaloso. Esa es la única palabra que define el Unión Española – Universidad de Chile en el Clausura 1997. Escandaloso porque la U ganó 1-0 con un gol offside de Pedro González. Escandaloso porque el juez Néstor Mondría expulsó a cuatro jugadores rojos. Escandaloso porque un jugador de Unión se hizo el lesionado e hizo terminar el partido. Escandaloso por el compotamiento del cuerpo técnico hispano y de los dirigentes de ambos equipos que se agarraron a coscachos en las tribunas.
La historia fue así. Unión Española, de la mano de los paraguayos Rogelio Delgado y Roberto Paredes, llegaba a las fechas finales del Clausura 1997 con la misión de salvarse del descenso. Durante el año, Guillermo Páez y Luis Ahumada dieron jugo en la banca y dejaron al equipo muy comprometido. Frente a la U, a pocas fechas del final, los de Santa Laura se jugaban sus últimas cartas. Aguantaban de forma heroica ante la poderosa U. de Chile hasta que le expulsaron a su líbero y capitán Fernando Astengo. Los rojos sigueron en su tarea, pero Mondría ahora expulsaría al zurdo José Luis Jerez por un foul que no era ni para amarilla. De ese tiro libre saldría un gol offside de Pedro González y se armaría la grande. Tras los alegatos, el árbitro expulsaría al meta paraguayo César Velásquez y al volante Rodrigo Valenzuela. Unión Española se quedaría con siete jugadores a muy poco del final.
Para no arriesgar más goles en contra, desde la banca vino la orden para que alguien simulara una lesión y terminara el partido. El lateral derecho Jorge Retamal fue el primero que tuvo la opción de hacer teatro y lo hizo tan bien que a fin de año estaba postulando en la gala de APES.
Néstor Mondria suspendió el partido y con los hechos consumados quedó la cagá. La banca de Unión Española, con sangre guaraní, y en las tribunas la dirigencia, con sangre española, las emprendieron contra el que se les pusiera por delante. Finalmente los hispanos descenderían a la Primera B ;(