Don Jaime Valdés

Presentación oficial de Jaime Valdes

«A esta altura a él poco le debe importar un llamado a la Roja. Quizás nunca lo aplauda todo Chile, pero el hincha de Colo Colo ya tiene su nombre tatuado en la piel. El «Pajarito» va caminando a pasos agigantados para ser el próximo indio de la insignia del «Popular». Valdés es el fiel reflejo que demuestra que cuando un jugador mezcla talento con amor por los colores, las cosas lo más probable es que salgan bien».

 

«El hecho de ser hincha del club donde juegas es una motivación extra». Las palabras son de Jaime Valdés una vez terminado el partido en que Colo Colo derrotó por 2-1 a Universidad Católica en San Carlos de Apoquindo (con gol de Valdés), resultado que le permitió alcanzar a la «U» en lo más alto de la tabla del campeonato nacional a dos fechas del final.

La figura excluyente del match fue precisamente «Pajarito», pero no sólo por el golazo que desniveló el encuentro en un momento complicado para el Cacique, si no por todo lo que representa y ha representado el «20» desde que llegó a Macul.

Su talento es innegable y por eso brilló desde el primer minuto con la camiseta alba, pero también ayudó mucho su fanatismo casi desmedido por el Popular. En innumerables entrevistas, mientras la rompía en el fútbol italiano, Valdés manifestó su deseo de algún día cumplir su sueño y llegar al Monumental. «El día que me llamen de Colo Colo, tomo el avión y me voy altiro», dijo en más de una ocasión.

Hoy en San Carlos dio más síntomas de grandeza. Cuando todo el equipo albo reclamaba por el gol, supuestamente ilícito de la UC, «Pajarito» -enojado- le pedía al juez que reanudara rápidamente el juego. El no está ni ahí con los conflictos ni los reclamos, sólo quiere ganar y levantar títulos con Colo Colo. Fanatismo puro que lo metió en un par de semanas, incluso antes de levantar la 30, en lo más profundo del corazón del hincha colocolino.

Y claro, ese hincha colocolino está feliz de tener a Valdés, pero el de la selección no puede decir lo mismo. El hombre formado en Palestino enteró 14 años (13 en Italia y uno en Portugal) jugando (sí, jugando, no sentado en la banca) al más alto nivel, pero el llamado de la «Roja» simplemente no le llegó. Valdés sólo tiene 3 partidos con la selección. Sin desmerecer, ¿sabe cuántos tienen Raúl Muñoz, Fernando Martel y José Luis Cabión?

En una entrevista en La Tercera, poco antes de recalar en el «Popular», Valdés algo molesto sentenció: «Quizás me faltó ser más farandulero para estar en la Selección». Y puede que tenga razón. ¿Por qué nunca lo llamaron? ¿Los técnicos realmente habrán visto algún partido suyo en Europa?

La culpa es de los técnicos, pero el hincha tampoco aportó mucho. Nadie lo reclamaba. Tuvo que venir a Colo Colo para que los medios hicieran notas pidiéndolo en la «Roja». Sampaoli el día del queso lo va a llamar. Seguramente ni siquiera lo incluirá en la nómina local que tiene partidos amistosos el próximo verano. Sería lindo verlo jugar, sería lindo que le dieran una chance. Los mismos que reclaman y no entienden por qué un «indisciplinado» como Valdivia puede tener tantas oportunidades, deberían pedir UNA oportunidad para un trabajador, talentoso y siempre correcto Valdés. Por condiciones, puede ser perfectamente el relevo de Marcelo Díaz y pelearle el puesto para la Copa América.

En fin, a esta altura a él poco le debe importar. Quizás nunca lo aplauda todo Chile, pero el hincha de Colo Colo ya tiene su nombre tatuado en la piel. El «Pajarito» va caminando a pasos agigantados para ser el próximo indio de la insignia del «Popular». Valdés es el fiel reflejo que demuestra que cuando un jugador mezcla talento con amor por los colores, las cosas lo más probable es que salgan bien.