Dante Poli en el Teatro de los Sueños

En una nota breve de la Don Balón en julio de 1997, de esas que entran casi al cierre y es mejor poner algo pequeño que no poner nada, se informaba que Dante Poli daría el salto desde Universidad Católica al Manchester United. La información era poca, pero se hablaba de “una prueba en el equipo de Old Trafford”.

Era raro porque pese a haber sido campeón con la UC pocos días atrás, el zaguero zurdo no había sido titular en una defensa que componían Caté, Parraguez, Margas y Nelson Garrido. Además, Fernando Carvallo ya había amarrado a Miguel Ramírez para el Clausura, con lo que Parraguez volvería a su posición en el mediocampo. Poli estaba no tan bien considerado acá, pero considerado allá.

Raro también porque por lo general las pruebas son para jugadores muy jóvenes y Poli llevaba varios años en el profesionalismo. Había aparecido brillantemente en la Sub 17 de 1993 y los afiebrados lo comenzaron a comparar rápidamente con Elías Figueroa. Las diferencias eran muchas: Poli era zurdo y de contextura bastante más delgada y baja que Don Elías, pero para no llegar a los 17 años aún tenía mucho potencial. 

Poli fue figura en el Sudamericano y luego en el Mundial de Japón. Fue vital para alcanzar el tercer lugar en el duelo ante Polonia cuando en el último minuto tomó las riendas y se mandó en una patriada de ataque, de esas de Don Elías, Beckenbauer o el Chano Garrido. Entró al área y sin que lo tocaran se tiró a tierra. El árbitro compró, Rozental convertiría y mandaría el partido a penales. Ahí Chile se consagraría como tercero del mundo.

Ya en Católica, y con falta de años y de físico de defensor central a nivel adulto, debió esperar para una chance en el equipo titular. Seguía destacando en inferiores y veía cómo entrenaban Charly Vázquez, Ardiman, el Negro López y Lizama. Recién en 1995 jugaría sus primeros dos partidos como profesional, pero ya conocía lo que era estar en la selección adulta de Chile. Estuvo en varios nóminas de Xavier Azkargorta, ganó una Copa en Canadá con Salas, Valencia y Mardones como figuras, y además estuvo en el Mundial Sub 20 de Qatar y en los Panamericanos de Mar del Plata. El año 95 terminaba bien y el 96 debía ser el consagratorio.

Y efectivamente en 1996 anduvo bien, pero ya bien sobre el final. Después de un año traumático para la UC con la partida de Sergio Vázquez y Jorge Vásquez primero, de Pellegrini después, y la vuelta al club de Carvallo como DT y Ricardo Lunari y Luis Pérez como jugadores, el equipo de la franja se pudo afirmar. En parte ayudó Dante Poli, quien en las últimas fechas se adueñó de un lugar como titular en la defensa, con Caté como lateral derecho y con Rozental en todo su esplendor. Así la UC arrasó en las últimas fechas, se metió en la Liguilla y la ganó. Claro, de la mano de un Rozental que jugaba siempre para nota 10.

El 97 Poli comenzaba como titular, pero otra vez las molestias atrasarían todo. Carvallo confiaba en él, e incluso lo probó como lateral izquierdo, pero luego se negó a más experimentos. Poli sería solo actor secundario en un nuevo título cruzado.

Pese a ello llegó la opción del Manchester United y Poli no lo dudó dos veces. A mediados de julio, post finales con Colo Colo, ya estaba en Inglaterra y el 30 de ese mes se calzaba por primera vez la camiseta de los Diablos Rojos. 

En rigor fue de azul, en un encuentro que enfrentó en un partido de revancha al Manchester e Inter de Milán en Inglaterra, tras el primer duelo jugado días antes en Italia (1-1 el 27 de julio). En Old Trafford también estuvo Zamorano, pero fue reemplazado a los 23 minutos por Mauricio Ganz, de hecho a él le tocó marcar Poli cuando ingresó a los 62 minutos por el noruego Roonny Johnsen. “Ferguson me dijo que jugara como central por la izquierda. Me tocó enfrentar a Ganz, Nicola Berti, Javier Zanetti. Participé bastante porque Peter Schmeichel salió varias veces jugando conmigo. Fue divertido porque como no conocía bien los nombres, me hice entender a gritos y en un inglés medio indio”, diría Poli a La Tercera.

El partido terminó 1-1, con goles de Ganz y Clegg (41` y 67`), y el chileno tuvo como compañeros a Schmeichel; Irwin, Gary Neville, Jonhsen, Phill Neville; Poborsky, Scholes, Butt, Giggs; Andy Cole y Sheringham. También entrarían Beckham, Clegg, McCair, Solskjaer y Pilkington. 

Pese a jugar solo los últimos 20 minutos, Poli tendría una ocasión de gol. “En un córner casi hice un gol de cabeza. Le gané a un italiano, pero Pagliuca atajó en la línea”, diría el defensa que en ese partido enfrentó a Pagliuca; Zanetti, Bergomi, Galante, Taribo West; Nicola Berti, Cauet, Simeone; Winter (en la foto junto a Poli); Zamorano y Recoba. Luego Gigi Simoni haría ingresar a Luigi Sartor, Salvatore Fresi, Paganin, Mezzano, Zé Elías, Tarantino y el ya mencionado Ganz.

Poli había salido bien parado de su primer gran desafío. Con la camiseta azul de los Diablos Rojos, y con la 16 en la espalda, había defendido bien y había llegado al ataque. Con él en cancha no habían recibido goles. 

El futuro parecía auspicioso y su segundo reto sería días después, el 5 de agosto, ante Slavia Praga de República Checa. Fueron 45 minutos para Poli de titular con la 4 en la espalda, en un empate 2-2 con goles de Porborsky y Cooke. El ataque había estado bien, pero la defensa dejó dudas. Un despeje del chileno casi se mete al ángulo del portero Raimond Van der Gouw. Eso fue remarcado, y bastante, por la prensa de esa época.

La estadía de Poli en Manchester duró solo eso. Algunos dicen que fue culpa de ese último partido, otros que por su baja estatura, otros porque la lesión parecía crónica. Lo cierto es que volvió a Chile y en el Manchester vino historia de Celio Silva y Henning Berg que ya contamos en esta página.

Tras eso Poli volvió a Chile, estuvo en la Copa América de Bolivia, pero nunca más volvió a ser titular indiscutido en la UC. Pese a su calidad, sus lesiones no lo dejaron actuar más al nivel que exigía la UC, pero lo curioso es que en Argentina le fue muy bien. En 2003, dirigido por Néstor Gorosito en Nueva Chicago fue uno de los mejores defensas del torneo argentino, en un equipo que además tenía a Nelson Parraguez. Ese año Europa por fin le abriría las puertas y partiría al Skoda Xanthi de Grecia. Al regreso Unión Española, luego el fútbol de EE.UU. jugando en Puerto Rico y adiós carrera.

Fueron casi 15 años marcados por lesiones y esperanzas de tener a un gran central que se calzara la Roja. Ni en el Manchester lo pudo cumplir, sus dos partidos fueron de azul. Al menos puede vanagloriarse que estuvo jugando por el local en Old Trafford, algo que solo Ángelo Henríquez y Alexis Sánchez pueden contar. Como para narrar la historia tomándose un buen Casillero del Diablo.