Chile es favorito ante Argentina…si jugamos en Calama

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El antiguo estadio de Calama era una mierda. Esa era la única razón por la que creía que Chile no debía ocuparlo como sede en las Clasificatorias. El tema de fondo, ese de que esto no es una guerra, que no se vale todo para ganar, que Calama no es tan alto como para asegurarnos la victoria, ese tema jamás me importó.

No me importó porque se sabe que Brasil, pero por sobre todo Argentina, se cagan de miedo jugando en altura. Hasta en El Salvador se cagarían enteros. Le tienen miedo. «Es que en la altura la pelota no dobla», decía Passarella. «No están a la altura», titulan todos los diarios del mundo.

Lo cierto es que Bolivia nunca más fue a un Mundial desde el 94, así que la altura no sirve para clasificar. Para lo que sí les ha servido ha sido para humillar a Argentina. Les ganan y los golean. El miedo es tanto, que Argentina práctimente bota este partido y apela a lo que «Dios quiera» (Maradona quiera). Lo que hacen es que juegan un partido con titulares en la fecha doble y el con Bolivia en La Paz lo enfrentan con suplentes que deben aclimatarse. Acá siempre aparecen los Clemente Rodríguez, los Rodrigo Braña, Sebastián Domínguez y varios otros que sólo defiende la albiceleste ante Bolivia o Ecuador en la altura. Para los partidos de verdad, no existe. Con Chile, en un clásico, no harían lo mismo. Vendrían con tiutulares, con Messi, Gago y los pailones de atrás reventados en Calama y donde el único que correría sería Mascherano, como siempre.

Acosta y Olmos usaron jugadores discretos, pero ambientados a la altura, y con ellos les fue bien en La Paz. Cornejo, Miranda, Riveros, Heidi González, Luis Fuentes, Rodrigo Pérez, Fernando Martel, Patricio Galaz y algunos otros hicieron la gracia. El Bichi Borghi jugó sin especialistas en altura, salvó Aránguiz, y también ganó. Chile no le teme a los más de 2000 metros, y eso hay que aprovecharlo. Argentina le tiene pánico y Brasil respeto.

Queda poco para inscribir los estadios para Clasificatorias y, el ahora, hermoso recinto de Calama estará listo. Ahí han jugado Sánchez, Vargas, Beausejour, Aránguiz, Junior, Suárez y ya dijimos que a los Medel, Vidal y Díaz no les hace ni cosquilla la altura. Tenemos la gran oportunidad de jugarle «la sicológica» a Argentina y ganarles con su propia medicina. Así nos han ganado tanto en el fútbol y también en la Copa Davis. Este es el turno de nosotros. Ojalá que la ANFP no piense tanto en la recaudación y sí en los tres puntos. Esta vez, con menos cupos, no será tan fácil clasificar al Mundial y Calama nos puede dejar un poco más arriba en la tabla. A unos 2300 metros de altura más o menos.