Mirko Jozic decía que para ser stopper, había que ser joven y rápido. Su teoría la demostraba en cancha con Miguel Ramírez y Javier Margas como marcadores titulares y campeones de América con menos de 22 años. El líbero era Lizardo Garrido, ese superaba los 30 hace rato. Lo curioso es que el primero que partió de los tres fue el Chano, quien con 35 años se fue al Santos Laguna de México a comienzos de 1993. Allá se retiró, cuando muchos lo esperaban para la Noche Alba de 1994.
En la Noche Alba anterior, en 1993, fue presentado quien podría haber sido su sucesor con la 3 alba: Juan Umaña. El líbero había sido una de las revelaciones del torneo anterior jugando por Concepción y Mirko Jozic le tenía mucha fe. En 1992 había pasado lo mismo con John Ahumada, pero el primer jugador presentado en una Noche Alba (junto con Claudio Borghi, Aníbal González, Mario Rebollo y Pedro Arancibia) sólo jugaría dos partidos en el Torneo de ese año, además de Copa Chile y algunos amistosos.
En 1993 la historia pintaba distinta. Ya no estaba Garrido y Umaña llegaba con toda la confianza de él y del DT, quien lo alababa en las páginas de la Minuto 90. Su rival para competir por el puesto era un joven Agustín Salvatierra, ya bastante fogueado en las temporadas de 1991 y 1992. Para muchos, el Cucho iba a ser el líbero del futuro, pero solo llegó a disputar un partido por la Roja, ante Costa Rica en 1996. Umaña, quien apareció en la Noche Alba de 1993 junto a pesos pesados como Patricio Yáñez, Jorge Coke Contreras, Eduardo Hurtado y la apuesta Fernando Vergara, terminó jugando poco y nada en los albos.
En rigor no jugó jamás un partido por el Torneo Nacional defendiendo a Colo Colo. En septiembre de 1993, cuando el Torneo Nacional de 30 fechas llevaba poco de comenzado, partió a Antofagasta. Ese fue un año raro, donde se jugó Copa Chile y Copa Libertadores en el primer semestre para darle preparación a la selección chilena, y el Campeonato Nacional inició recién cuando terminó la Copa América de Ecuador, eso que Chile había sido eliminado bastante antes, en primera fase. Durante ese tiempo Mirko Jozic notó que le faltaba gente para la defensa y visó la llegada de Pedro Reyes y Javier Baena, además de la de Marcelo Vega, Juan Castillo y Marco Etcheverry. La salida de Umaña estaba casi consumada.
Umaña partió en septiembre de 1993 hasta el norte, pero días antes había jugado uno de los partidos más importantes de su carrera. Fue el 22 de agosto de ese año cuando Colo Colo enfrentó al Real Madrid en el estadio Monumental. Los albos formaron con Morón; Baena; Salvatierra, Ramírez, Reyes; Mendoza, Vilches, Pizarro; Vega; Rubio y Juan Castillo. El primer cambio sería el de George Biehl por Vilches en el entretiempo, luego Herrera por Castillo a los 55’ y Vergara por Vega a los 65’. Claro, Mirko Jozic era reacio a hacer cambios, incluso en partidos amistosos, más ante el Real Madrid que de amistoso tenía poco después de la derrota por 6-1 de 1991 en el Santiago Bernabéu.
El croata no pensaba hacer más sustituciones ante el equipo de Paco Buyo, Manolo Sanchis, Hierro, Luis Enrique, Prosinecki, Michel, Iván Zamorano, entre otros. Había comenzado ganando a los 22 minutos con gol de Pizarro de penal y a los 68’ Hugo Rubio había hecho un golazo tras carrerón de Fernando Vergara. Los cambios habían sido hechos para asegurar el partido y no para dosificar. Esa era la idea hasta el final. “Era”, porque desde antes del gol del Pájaro, el argentino Javier Baena tenía molestias, las que se hicieron más notorias tras la comodidad del 2-0. Ahí Jozic miró para el lado y vio al que iba a ser su pichón: Juan Umaña. El defensor ya buscaba club, por lo que no había tenido minutos en el torneo para poder fichar sin problemas. El DT sabía que serían sus últimos días en el Monumental y lo mandó a la cancha a los 76’ a marcar a Bam Bam y Alfonso, quien había entrado por Peter Dubovsky.
Umaña ingresó con la camiseta 13, nervioso. Jugaban a estadio lleno, tan lleno que incluso había ocurrido un trágico accidente por el exceso de público. Inexplicablemente el partido se jugó igual, afortunadamente para Umaña, quien tuvo sus 14 minutos de fama con la camiseta de Colo Colo. No fue su mejor partido, tuvo varios mejores en Antofagasta, Huachipato, donde fue capitán y símbolo, y Universidad de Concepción. Quizá pocos se acuerden que jugó ese partido ante los merengues, quizá pocos se acuerden que jugó en Colo Colo, pero él puede decir que le ganó al Real Madrid.