“Le pegaré un par de patadas si no lo puedo parar”. La frase es de Hugo Droguett, la figura de Temuco, para su viejo conocido Jaime Valdés, rimbombante refuerzo de La Serena. Ambos equipos jugarán el jueves para definir el segundo ascendido a la Primera División.
El Pajarito (39 años, 11 de enero de 1981) y el Guly (37 años, 2 de septiembre de 1982) se conocen desde fines de la década del 90, cuando se enfrentaban en los duelos de cadetes entre Palestino y la UC, y también cuando compartían selecciones chilenas juveniles.
Fue en la Sub 20 del 2001 donde hicieron buenas migas, al punto de salir juntos a conocer la bohemia capitalina. Fue la noche del 13 de junio de 2001, a las 4:30 de la madrugada, donde ambos fueron protagonistas de uno de los tantos hechos de indisciplina del fútbol chileno, pero de la excusa más recordada. Eso sí está claro.
A pocos días del Mundial de Argentina, Valdés y Droguett fueron detenidos por Carabineros, junto a Rodrigo Millar, Mario Salgado, Roberto Órdenes, Daniel Campos, Sebastián Pardo y Joel Soto, en un “confuso” hecho en un sauna de calle Mac Iver. Mac Iver 175 para ser exacto, departamento 15, donde el segundo peldaño de la escalera está un poco suelto.
En el sauna, bastante particular, era imposible relajarse con los baños de vapores debido a lo fuerte de la música, los gritos, las risas y los brindis. Tanto fue el ruido, que llegó Carabineros y terminó con la fiesta. ¿El informe policial? “Ingreso a un prostíbulo clausurado que presentaba la ruptura del sello de la Municipalidad de Santiago”.
Tras la polémica vino la conferencia de prensa y la excusa más “simpática” jamás escuchada. Valdés, acompañado de Millar y Droguett, tomó la palabra. “Vimos unas luces rojas, nos detuvimos y se nos acercó una señora que nos metió conversa. Nos metimos al local para no estar afuera. Pasaron unos 15 minutos y llegó Carabineros“.
Todos los involucrados fueron castigados con el no pago de premios durante el Mundial. Dio lo mismo, no había nada que cobrar. Chile se fue eliminado en fase de grupos.
Tras ese incidente, tanto Valdés como Droguett hicieron exitosas carreras en Chile y en el extranjero, sin embargo el desliz de las luces rojas los persigue hasta hoy, más al Pajarito, que se inmoló por todo el grupo con su frase para el bronce.