Con peras y manzanas: ¿Por qué Zárate sí y Barroso no?

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El anuncio de Roly Zárate respecto a que Mauro ahora sí aceptó ser parte de la Roja, sorprendió. El delantero esperó hasta última hora un llamado de la Albiceleste, pero como este nunca llegó, la propuesta de Sampaoli tuvo el visto bueno del jugador.

A raíz de esto surgió la duda de ¿por qué Zárate sí y el albo Julio Barroso no? Si bien ambos jugaron un mundial juvenil por Argentina, la gran diferencia es que en ese momento el formado en Vélez Sarsfield ya contaba con la doble nacionalidad. Es decir, él se vio en la «disyuntiva» de elegir y prefirió Argentina. Con el tiempo se dio cuenta que «fue un error» y decidió cambiar por Chile. Esos errores de juventud la Fifa los perdona y lo deja claro en sus estatutos.

Cuando Barroso jugó un Mundial por Argentina, ni sabía que existía Chile. No tiene lazos sanguíneos y sólo puede sacar su nacionalidad al completar cinco años ininterrumpidos de residencia. Esa nacionalización la FIFA la ve como una conveniencia y no como un lazo familiar. Para que Barroso tuviera un mínimo porcentaje de jugar por la Roja, primero tendría que nacionalizarse y luego levantar una solicitud a la FIFA. Por ahora, el defensor argentino no se ha mostrado dispuesto a realizar este procedimiento. Correría el riesgo de ser chileno, pero quedar inhabilitado a jugar por la Roja. Claramente, sin estar seguro de poder jugar por Chile, no lo correrá.

En este sentido, la FIFA es clara, ya que sólo si Barroso tuviera padres o abuelos chilenos, podría jugar en una selección diferente tras haber disputado un torneo con su país de origen.