Un clásico

Siete veces jugaron Universidad Católica y Colo Colo en el primer semestre de 1997. Sí, siete. Cada uno más importante que el anterior. Fueron dos en la fase de grupos de la Copa Libertadores, uno en el Monumental por el Torneo de Apertura, dos por cuartos de final de la misma Copa Libertadores y dos por las finales del Apertura 1997. Se repartieron alegrías. Colo Colo avanzó a semis de la Copa, pero la UC fue campeón del torneo nacional de ese semestre. Partidos calientes, con Basay y Espina por un lado, con Acosta, Margas y Bisconti por el otro. Con Nelson Tapia increpando a Solabarrieta en los medios por su amistad con los albos Fernando Vergara y Luka Tudor.

Fueron siete partidos en poco tiempo. Venían de varios torneos peleados en los 80 y en el inicio de los 90. Luego en el 96, cuando la remontada de Carvallo, Lunari, Luis Pérez y Rozental no alcanzó para amagar el primer título de Gustavo Benítez. En el 97 se vieron las caras directamente en un torneo, y más de lejos en el otro. Luego vendría el renacer de la U, que se metería al medio de este clásico de “rendimiento”. Ni de casa de estudios, ni de popularidad, simplemente por rendimiento. La UC se había hecho su espacio en el fútbol chileno. Luego lo haría Cobreloa. 

El 2002 vino otro cara a cara entre albos y cruzados. En el Apertura, pese a vencer a Rangers en la final, el gran cuco de la UC de Juvenal Olmos fue el quebrado Colo Colo de Jaime Pizarro. En el Clausura los albos le celebrarían la final en la cara, revancha de la noche mágica de Caté, Acosta y Lunari en 1997. 

Avanzado los 2000 vinieron varios más. El del Apertura 2007, el de Borghi versus Chemo Del Solar es el más recordado. El de Lucho Pato contra Sanhueza, el de la UC campeón hasta que Chupete Suazo, formado en los cruzados, le anotó a Palestino a nueve minutos del final tras pase de José Luis Jerez. El campeón era el mejor de ese torneo sin playoffs debido a la Copa América de Venezuela. Era el tricampeonato del Bichi. La UC estuvo lejos de disputarles en los dos primeros del 2006.

Y así la UC y Colo Colo se han ido combo y combo, sobre todo en el Monumental, pese a que varios le quitan el mote de clásico, ya que no hay tradición, ni barrio, ni pelea de hinchadas. Los que estamos arriba de los 30 sabemos que sí es clásico, crecimos con eso, eso que la rivalidad se acrecentó después. Hoy los negacionistas le quitan ese mote hasta al Universidad de Chile – Colo Colo, por lo desigual de la rivalidad. Negar que los clásicos son clásicos ya es un clásico de la década del 20 20.