Si no es Roberto Sensini, será Mauricio Pochettino

Roberto Sensini, Roberto Ayala y Walter Samuel. Esos iban a ser los tres centrales de Marcelo Bielsa en la selección argentina camino a Corea-Japón 2002. El esquema lo había comenzado a usar desde que vio el Colo Colo de Mirko Jozic en 1991. El cuarto en discordia sería Nelson Vivas. También estaban Mauricio Pochettino y Eduardo Berizzo, exdirigidos en Newell’s,. Después tocaría improvisar con Diego Placente de stopper, como en Chile lo hizo con Marco Estrada, y hasta con el mismo Gary Medel.

Si Sensini estaba en cancha, él iba a ser el capitán por sobre Ayala, Simeone o Batistuta. Es que el currículum de Boquita es para envidiarlo. En la selección lo tuvo Bilardo, Basile, Passarella y Bielsa. El Kaiser era su ídolo cuando niño, tiempo en que el Loco lo tuvo en las Divisiones Inferiores de Newell’s Old Boys. “Sensini va a llegar a la Selección”, decía en las charlas técnicas. Y llegó. Jugó tres mundiales y fue uno de los refuerzos adultos en los JJOO de Atlanta 1996 junto a Diego Simeone y José Chamot. ¿Lo malo? Fue el que quedó enganchado en el offside que quisieron hacerle a Nigeria en la final. Fue gol, 3-.2 para los africanos y solo medalla de plata para Argentina.

Fue compañero de Marcelo Salas en la Lazio y David Pizarro en Udinese. Por esos hitos lo conocíamos en Chile. Los más futboleros por el penal a Rudi Voller en la final de Italia 90. Jugó además de Newell’s, Lazio y Udinese, en el Súper Parma de Carlo Ancelotti en los 90, donde también fue uno de los referentes en un equipo lleno de estrellas. Marcó a cuanto delantero bueno hubo entre los fines de los 80 e inicios de los 2000, en Italia y en la selección. Fue líbero, stopper y lateral. Hasta contención por ahí. Hoy es DT del sorprendente Everton de Viña del Mar, afirmando la campaña en su buen bloque defensivo. Es que jugar ante Maradona, Van Basten, Gullit, Zidane y Weah no es cosa de todos los días.

Con Bielsa iba derechito a su cuarto Mundial. Jugó amistosos ante Holanda, Brasil y quedó fuera de la Copa América 1999 por descanso, junto a algunos referentes de la talla de Batistuta, Verón, el Piojo López e incluso Fernando Redondo. Estuvo como capitán en varios partidos del inicio de las Eliminatorias. Y eso que Bielsa tenía muchas dudas. Simeone o Almeyda. Sorín o el Kily González. El mismo Kily o el Piojo como puntero. Batistuta o Crespo, siempre con el Bati un peldaño más adelante. Por el arco pasaron Burgos, Bonano y Cavallero. Boquita Sensini estaba ahí, fijo, pero Nelson Vivas entrenaba para quitarle el puesto.

Vivas era jugador de selección. Jugaba poco y nada en el Arsenal de Inglaterra. Luego lo mismo en el Inter. Pero para Bielsa llegó a ser clave, cumplía. Era su Gary Medel. Marcaba y tenía salida. Su puesto natural era el de lateral derecho. Al poco tiempo, sumado a lesiones de Sensini, le quitó el puesto de stopper diestro. En febrero de 2002 se rompió los ligamentos cruzados de la rodilla. Iba a estar seis meses afuera. Se perdía el Mundial. Era el turno de Sensini, con 35 años.

La edad influyó. Bielsa prefirió otro viejo conocido. Su stopper derecho sería Mauricio Pochettino, exdirigido suyo en Newell’s Old Boys. Se suponía que Sensini sería su suplente. Al menos eso se creía, aunque se hablaba de Diego Crosa, Facundo Quiroga, el joven Fabricio Coloccini y el veterano José Chamot como opciones. De todos ellos solo fue Chamot a Corea – Japón. Otro gran golpe de Sensini en su carrera después de su penal en la final de 1990, doce años antes. Habían elegido a otro de su edad.

“Estuve en toda la campaña. Yo en ese momento ya tenía 35 años. Le dije que puede tener razón o no, pero que no aceptaba eso. Fue un golpe duro no poder jugar otro Mundial. Pero ahora, de este lado, lo entiendo. Tenía que tomar decisiones. Para colmo en el debut se le lesiona Roberto Ayala y esa podía haber sido mi posibilidad. Pero no guardo rencor. En el fútbol es una de las personas que más me enseñó”, cuenta Sensini recordando lo de Ayala, el líbero que se lesionó en el calentamiento antes del debut con Nigeria. Por primera vez en todo el proceso Samuel tuvo que ser líbero, Pochettino el stopper derecho y Placente el stopper izquierdo. José Chamot iba a ser el único central en la suplencia para todo el Mundial.

Con el diario del lunes, si Sensini estaba en el plantel iba a ser el líbero, y el cambio era solo de jugador por jugador. El plan inicial del Loco era Sensini (o Vivas), Ayala y Samuel, y terminó siendo Pochettino, Samuel, Placente. Un atenuante para cuando se habla del mayor fracaso en la historia de la selección argentina. Si no es Sensini, será Pochettino. Pero sin Ayala ya era otra cosa.