Pare de sufrir

La dirigencia de O’Higgins ya elevó una solicitud a la Municipalidad de Rancagua para que Universidad de Chile no vuelva a hacer nunca más de local en Rancagua luego que algunos hinchas vandalizaran el monumento a los 16 rancagüinos fallecidos en 2013 tras un viaje para jugar ante Huachipato en Talcahuano. En Valparaíso, el otro estadio donde hizo de local en 2021, no gustó lo “mucho que juega” el viento. En Santa Laura también están vetados luego de la disputa por el cupo de Chile 4 a la Copa Libertadores 2020 tras el estallido social. En el estadio Nacional no contemplan albergar partidos de fútbol antes de los Juegos Panamericanos de 2023, aunque sí recibirá a Coldplay en septiembre 2022. La Pintana tampoco está apta para recibir un partido de la U con público, aunque los universitarios están castigados luego que sus hinchas agredieran a Pablo Aránguiz y Thomas Rodríguez en el duelo ante Curicó. Justamente por eso no está apto. Todo mal.

En lo futbolístico la cosa no pinta mucho mejor. Los empresarios siguen metidos hasta al fondo. Ya lo demostraron en la llegada de un lesionado Junior Fernandes, y en los primeros nombres que suenan para 2022. Gabriel Castellón y Zacarías López, en lugar de algún experimentado, para competir en el puesto con Cristóbal Campos, además de un trío del descendido Huachipato que vendrían a darle jerarquía al plantel. El volante Israel Poblete y los defensas Ignacio Tapía y Nicolás Ramírez. Lo de Nico es lo más curioso. Formado en los azules, se fue del club en 2017 y ahora sería contratado como el defensor llamado a hacer la dupla de centrales con Ramón Arias. Por rendimiento lo merece, pero fue raro cómo se fue, y raro cómo volvería desde el club de Victoriano Cerda, muy cercano a Fernando Felicevich.

Los negocios entre Huachipato y la U vienen desde hace rato. Se pagó un millón de dólares por Jimmy Martínez, además de los vínculos millonarios por los pases de Yefferson Soteldo y Gabriel Torres. Algunos negocios resultaron, otros no. Los especuladores por ahí han buscado a los nuevos dueños de la Universidad Chile. Las cercanía es mucha, desde el momento en que se habló de Gabriel Castellón en la U desde mitad de año gracias a sus constantes llamados a la Selección Chilena por sobre otros arqueros que en ese momento tenían mejor nivel.

De las actuales jefaturas en la U se conocen los nombres de Luis Roggiero, Cristian Aubert y Michael Clark, su actual presidente, quien en una de sus pocas apariciones públicas dijo que quería pelear todos los torneos locales y copas internacionales en la que participara, en momentos en donde el club estaba más cerca del descenso que de la Copa Sudamericana. El hombre, ex Grupo Penta y cercano al Choclo Délano, es fanático de la U, aunque más moderado que Heller. “Frío”, dicen.

Las decisiones no las tomará Clark con frialdad. Se sabe que atrás de él hay otro grupo de propietarios de los que no se tienen pistas. La Casa de Estudios ya puso el grito en el cielo para saber quiénes son los que mandan en Tactical Sports, mediante la administradora de fondos Sartor. El rector Ennio Vivaldi amenazó con quitar los símbolos e incluso a que busquen otro nombre. “La Universidad no tiene mecanismos para intervenir en las transacciones comerciales, pero sí tiene todo el derecho de decir ‘bueno, en estas condiciones yo no acepto que se use el nombre de la Universidad de Chile’ y tendrán que buscar otro nombre», declaró.

El 2021 fue el tercer año de consecutivo de la U peleando el descenso. En este último campeonato apelaron hasta a cambiar el sponsor de la camiseta en la última fecha. Pusieron a la submarca Lubrax en lugar de Petrobras, el auspiciador con el que descendió el gigante River Plate de Argentina en 2011, tiempos en los que se fue el América de Cali, el Mónaco, Independiente, entre otros. En Brasil ahora se va a ir Gremio y la U pudo ser otro. El equipo por primera vez en todo el torneo estuvo en zona de descenso. Fue en la última fecha, con el DT Cristián Romero, interino del interino, “salvando” el equipo, poniendo el duelo a la altura de la final de la Sudamericana, a toda la campaña de ese título, al tricampeonato 2012, al título del 94, al Bi del 95, al Ballet Azul y a la semis de Libertadores. Un día después de la salvación contaba la historia de cómo planificaban salir escoltados del estadio El Teniente con el equipo descendido. Se va.

Como se va Romero, como se fue Valencia y Dudamel, se van también diez jugadores de la U. De Paul, Barrios, González, Carrasco, Del Pino, Sandoval, Galani, Espinoza, Brandon Cortés y Luján. Suena Pablo Repetto, regalón de Luis Roggerio, para ser entrenador. Pablo Vitamina Sánchez y Paqui Meneghini también gustan. No tienen margen de error. Por una vez por todas deben apuntarle al DT, incluso más importante que a las contrataciones. Por una vez por todas deben parar de sufrir.