«Colo Colo se suicidó», tituló el sitio EMOL. «La weá loca», dijo un amigo cuando entendió la historia. El Torneo Nacional 2000 fue muy extraño. Luego del experimento de 1999 donde pasaban los ocho primeros a playoffs y luego se les dividía el puntaje, la directiva de Mario Mosquera cambió los planes. Fue así como se armaron los «tramos». Esto era hacer tabla de posiciones de las primeras diez fechas, de las segundas diez fechas y de las terceras diez fechas para clasificar a la Liguilla de la Copa Libertadores.Uno de esos tramos, específicamente el segundo, fue para Audax Italiano, dejando atrás a Colo Colo.
Por la última fecha del Torneo Nacional los albos enfrentaban a Santiago Morning. La única forma que tenía el equipo popular para avanzar a la postemporada era perdiendo con el Chaguito. ¿Cóooomo? Claro, como leyó. Los bohemios debían vencer a Colo Colo para avanzar al octavo lugar del torneo. Con esto, desplazaban a Audax Italiano, que debía perder con Palestino, hasta el noveno lugar. Si los itálicos quedaban fuera de los ocho primeros del torneo, no podían hacer valer su condición de «ganador de tramo», por lo que debían cederle su puesto a Colo Colo. Un enredo inmenso que les hizo la semana al periodismo deportivo. El morbo estaba instalado.
Con muchos ausentes, el 17 de diciembre del 2000, Colo Colo enfrentó al Morning, por lo que una derrota no era tan ilógica. No estaban por lesión: Marcelo Ramírez, Claudio Arbiza, Jaime Lopresti, Raúl Muñoz, Marco Villaseca, Nicolás Cordova, Marcelo Barticiotto, Fenando Vergara, Ignacio Quinteros y Hernán Rodrigo López. Por suspensión quedaba fuera Luis Mena.
Sin embargo, y pese al morbo, Colo Colo ganó con claridad por 5 – 2 con un gol de Carlos Reyes y cuatro de Sebastián González. Para el Chago descontaron dos ex albos dispuestos a dar una ayudita: Francisco Arrué y Francis Ferrero. Esa fue la goleada más triste para los hinchas de Colo Colo, que excatamente un año después vivirían la quiebra.