La Guerra de los Mundos

En época de la inmediatez, las RRSS y las Apps, bastó que éstas últimas dieran el partido de Gremio y América de Cali por terminado con triunfo 1-0 para los colombianos, para que se desatara una de las situaciones más extrañas de las que recuerde el fútbol chileno. Un par de informáticos en Brasil, EEUU, China, India o Canadá, a ritmo de pizza y Coca Cola, le pusieron “Finalizado” al duelo en Porto Alegre y obligaron al DT cruzado Ariel Holan a decirle a sus dirigidos que el golazo de chilena de Fernando Zampedri al Inter, a poco del final, no había servido de nada. América de Cali.de visita en Brasil, había sacado un triunfo de la galera tras un autogol que salió del contragolpe de un penal perdido por el Robinho del Gremio.

Al final fue como si te avisaran que alguien muerto está vivo. Ni siquiera que apareció algo perdido, sino que apareció en tu casa algo que viste que te robaron desde el auto a miles de kilómetros de tu hogar. Una película donde su mejor escena es la post créditos cuando ya vas en el pasillo de salida de la sala de cine. El partido en Brasil no había terminado. Se seguía jugando, pero era como si no se jugara. Para las Apps y para los jugadores. Con ese 0-1 quedaba todo igual en el grupo, todos felices. Con la derrota, Gremio seguía siendo primero y, con el triunfo, América se quedaba con su premio de consuelo. Para qué seguir atacando. Claro, hasta antes del partido, ellos matemáicamente todavía podían ir por los octavos de la Libertadores, pero fueron a Brasil conformándose con la Sudamericana. En Chile, la UC entró a la cancha de San Carlos solo con la opción de conseguir un cupo en la Copa de la “otra mitad de la gloria». Para eso tendría más pega en su partido que lo que tenía que esperar de terceros. Que America ganara en Brasil, con lo que venía mostrando en la Libertadors, era imposible. Hasta los 90 + 9 lo estaba haciendo. 

Lo estaba. Lo estaba, porque sin Pacto de Porto Alegre, o quizá con, un defensa colombiano puso tontamente la mano y le dio el penal a Gremio con casi cien minutos jugándose. Diego Souza anotó ejecutándolo con un baile a lo Cantinflas, y desató la celebración, primero en Chile y luego en Brasil.

Holan, Fuenzalida, quienes esperaban para salir en vivo post partido, no entendían nada. El Internet había dado el partido por terminado un par de minutos atrás. La transmisión oficial del torneo, esa rara mezcla de ESPN y Fox Sports, tampoco aportaba mucho. Eso hasta que Bambino Pons, el que se equivoca más que exMinistro de Salud, esta vez le apuntó siguiendo el partido de Brasil desde algún dispositivo en su casa en Buenos Aires. “¡¡Penal para Gremio!!”, dijo. Los que habían visto el partido terminado en internet no le creyeron. “Debe estar viendo la repetición del penal perdido por Robinho”, dijeron. “Si este confunde a Nacho Saavedra con la Pulga Rodríguez…”.

Pero era verdad. Penal para Gremio y gol de Gremio. Fernando Zampedri declarando a las 23:22 que «era una pena quedar eliminado» y a las 23.23 que «se merecían esa clasificación». La conferencia de Holan y Fuenzalida solo se trató de eso. De explicar lo inexplicable. De clasificar luego de estar eliminado por culpa del resultado de un partido que ya no tenía minutos por jugarse. En pleno 2020, en época de la conexión, al menos a través de internet, las redes nos engañaron a todos. Y se definió con un penal a lo baile de Mario Moreno en El Barrendero. Fue todo muy Cantinflesco. El 9-0 de Londrina se quedo chico.