El paso, con polémica, de Esteban Valencia por Universidad Católica

Fue protagonista del bicampeonato de la U en 1994 y 1995, uno de los mejores socios de Marcelo Salas en su carrera. Volvió a la U tras un préstamo en Osorno en 1993 y fue titular indiscutido. De esos casos que se cuentan con los dedos de una mano, un ejemplo a seguir para los jóvenes que hoy parten a foguearse. En 1999 logró un nuevo título y en el 2000 le compró el pase Colón de Santa Fe, dejándole la camiseta 7 a Diego Rivarola. Por esos años no era tan fácil ir a Argentina. A uno de los mejores del torneo chileno le alcanzaba para ir a Colón.

En Argentina fue buena figura al inicio, hizo sociedad con Esteban Fuertes y estuvo en un 6-6 histórico ante Gimnasia de La Plata. Hizo un gol. En la selección chilena fue protagonista en las juveniles a inicios de los 90. Jozic lo llamó en 1994 y Azkargorta lo tenía como uno de sus conductores. Lo ponía muy de “10”. Lo de Valencia era ir por la derecha siendo zurdo, enganchando hacia adentro. Nelson Acosta exageró y lo puso de lateral volante derecho en la Copa América 1999. Antes le había sacado rendimiento como segundo creador en las Eliminatorias, sobre todo entrando desde la banca en varios partidos de local. Fue el “10” y capitán del equipo B en la Copa América 1997. Acosta lo puso en la prenómina de Francia 1998, pero lo dejó afuera al final. Huevito salió entre lágrimas de Juan Pinto Durán.

La carrera en franco ascenso de Valencia tuvo un stop en 2001. A mitad de año, y con el pase en su poder, llegó al Puerto Montt de la marca Corre Corre. Los del sur tenían que salir de la zona de descenso y tiraron la casa por la ventana. Se reforzaron con Nelson Tapia desde Vélez Sarsfield, Agustín Salvatierra de Veracruz, Richard Zambrano desde Italchacao y el Huevito desde Argentina. Todos jugadores Clase A en aquel año 2001. No les alcanzó. Muchos se fueron antes que finalizara el campeonato e igual terminaron jugando los de casa. Descendieron.

El 2002 tomó un nuevo impulso. Fernando Carvallo tomó las riendas de Palestino y armó un equipo de buen pie. Valencia era el conductor de la oncena que tenía a Rodrigo Ríos, Roberto Ketlún, Nelson Lizana, Ángel Carreño, Ariel Macía, y que se había quedado con Héctor Tapia tras su salida de Colo Colo después de la quiebra. Carvallo también lo había cobijado en 1999 en la UC, en su primera salida polémica de los albos luego de  ser campeón y goleador en 1998.

Ese equipo de Carvallo jugó bien todo el año 2002. Fue de las revelaciones del año y puso a varios jugadores en equipos grandes. El salto del Huevito era cosa de tiempo, pero una lesión lo dejó afuera todo el primer semestre de 2003. Se recuperó siendo jugador árabe, pero a mitad de año tomó la oferta de la Universidad Católica de Óscar Meneses para agarrar la camiseta 10 que dejaba Patricio Ormázabal, quien partía a San Lorenzo. Jugó 11 partidos e hizo un gol. Anotaría otro más en la PreSudamericana. Fue ante Osorno, su exequipo en 1993, en uno de los mayores escándalos en que se ha visto envuelto la UC. Los hinchas cruzados dicen que es la primera vez que se vieron beneficiados con tanta publicidad en un escándalo. Polic hizo repetir penales hasta el cansancio con tal que avanzara la UC. Uno de esos penales fue de Valencia.

En realidad la historia de Valencia y la UC fue de poco aporte mutuo. El Huevito cayó en una muy mala Católica y él tampoco pudo desplegar el fútbol que mostró en la U y Palestino. El 2004, con Óscar Garré en la banca, le quitaron la 10 y se la dieron a Rubén Capria. El DT duró solo nueve fechas. Los cruzados no ayudaban al Huevito, ahora con la 11 en la espalda. Llegó Jorge Pellicer y fueron los últimos partidos del zurdo en el club. Eso sí, jugó los dos clásicos ante la U. Dos de los 30 clásicos universitarios que disputó en total. 28 fueron por la U. No estuvo en la UC de los Pirulácticos del Clausura 2004. Otra vez Palestino sería su casa el segundo semestre de 2004.

El 2005 tendría su tercera etapa en la U tras la del 90-92 y 94-99. Le darían la camiseta 6 y se reencontraría con Marcelo Salas. Ambos quemaban sus últimos cartuchos. Pese a la edad, Valencia jugó bastante viniendo desde la banca. Fue finalista del Clausura 2005 ante la UC y del Apertura 2006 ante Colo Colo.  A fines del Clausura 2006 se retiró, mientras que a su compadre Salas le quedaba un restito más. En la U de Salah y en el Chile de Bielsa. Valencia se daba por pagado. Se retiraba en el equipo que siempre le abrió las puertas, incluso después de jugar en uno de sus clásicos rivales.